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La sala del juicio se había vuelto un desastre total, y no era que Yunho estuviera resistiéndose o más bien, no podía, su cuerpo no respondía, lo único que sentía eran las pequeñas lágrimas que iban deslizándose por sus mejillas al ver a su madre desesperada por atravesar la gente e ir a abrazarlo, y a su novio cubriéndose la boca estando tan asustado como él.

El pelinegro en traje tomó su maletín y se dirigió hacia la madre de Yunho, podía notarse que él también estaba bastante exaltado por lo que estaba ocurriendo y solo intentaba disimularlo.

–Lo mejor será ir con Yunho a dónde lo transaladarán, aquí será inútil.

– ¡Quítate de mi camino! ¿Cómo puedes decirme eso? Me niego a pensar que mi hijo es culpable.

La mejillas del abogado Choi se sonrojaron, ¿cuándo fue la última vez que alguien le había gritado así? Tal vez se lo merecía, debió pensar sus palabras de mejor manera. 

–Señora Jeong, debemos de acompañar a Yunho, si ven que se resiste podrían llevarlo a la fuerza.

La sola idea de que alguien pudiera golpear a su hijo le hizo aterrarse, si todo esto se había sentido como constantes baldes de agua fría cayendo sobre su cuerpo, una noticia así para una señora de su edad no era la mejor.

–Woo, hijo, por favor ve con el abogado Choi... no puedo ver a mi hijo así. – Tomó el hombro de Woo, siendo correspondida por la mano del pelirrojo cubriendo la suya.

Después de asegurarse que su suegra tomara el taxi correcto, ambos corrieron hasta el auto del abogado y se dirigieron a donde habían llevado a Yunho casi arrastrándolo por las muñecas esposadas.

La tensión en el auto no podía ser peor, el conductor pelinegro había estado apretando el volante durante todo el camino, la idea de que esto había sido su culpa le recorría por toda la cabeza, no había logrado conseguir las pruebas suficientes, tal vez no había podido defender las que tenía como debía, no había podido dar su 100% de ayuda y ahora esto había terminado así.

Por otro lado, el pelirrojo no decía nada, no podía saberse que pensaba con solo mirarlo, se mantuvo mirando a la ventana durante todo el camino y solo podía escucharse uno que otro sollozo que calmaba mordiendo parte de su dedo pulgar.

[...]

–Jeong Yunho ¿eh? Bien, esta será tu nueva ropa durante cinco años, más te vale que la cuides, no somos tu madre para estarte consintiendo con ropa nueva.

El conjunto grisáceo con zapatillas deportivas blancas le fue prácticamente arrojado a la cara, un nuevo par de policías ahora estaban a cargo de él, más bien, los guardias de la prisión a donde había sido llevado.

Desde que Yunho llegó sintió que había pisado el infierno mismo, un aura de dolor, tristeza, odio y rencor emanaba por toda la estructura, al llegar, le tomaron una fotografía de frente y una de costado para por último registrar su huella dactilar y así guardar su archivo, y fue desde ese momento que uno de los guardias no paraba de reírse de él al ver la causa de su estadía en ese sitio.

–Vamos, princesa, date prisa y cámbiate, no tengo tu tiempo. –Dijo un hombre robusto que no paraba de burlarse de Yunho, acompañado por un guardía más, aquel que sostenía un arma recargada en su pecho y que no había parado de ver al castaño desde que llegó. –Oh, lo siento, su majestad ¿desea que me voltee? No seas idiota... oh, ya entiendo ¿acaso estas esperando a que yo te quite la ropa?

Se acercó al alto jalándolo por la camiseta que traía y Yunho por instinto empujó a ese hombre, cosa que no hizo más que cabrearlo mucho más y a Yunho golpearse mentalmente de miedo por no saber que había hecho.

–Parece que aún no entiendes en qué lugar estas, niñato.– Iba a acercarse nuevamente a el chico delante hasta que una mano solo lo detuvo por el pecho.

–Déjalo ya.– Mencionó el guardia a su lado.

–Quítate. –Realizó un movimiento que hizo que la mano de su compañero se moviera de encima de él. –Por eso odio tener guardia contigo, jamás me dejas divertirme. –El guardia con el arma solo rodó los ojos.

En aquella discusión, Yunho aprovechó y rápidamente y como pudo, se desvistió y tomo el conjunto con olor a ligera humedad, evitó como pudo llorar y se lo colocó, eran en los peores momentos cuando recordaba situaciones que lo hacían emocionarse de más, ahora mismo, el recuerdo de cuando su madre lo reprimía por ensuciar la ropa cuando niño y como castigo hacía que él mismo la lavara, terminando por ser ayudado por su madre ya que esta se compadecía de su pequeño hijo.

–Mh, parece que alguien sabe cómo cambiarse bastante rápido, ¿ya tienes práctica en esto, no es así? – Aquel hombre fue de detrás de Yunho y volvió a esposarlo asegurándose de apretar de más los grilletes, obteniendo un pequeño jadeo de dolor de parte del castaño. Cosa que lo hizo sonreír. –No te preocupes, tendré cinco años para divertirme contigo.























¡Holaa! Buenas madrugadas, solo un aviso, el capitulo "03" ha sido modificado, debido a la magia negra de Wattpad (?) que eliminó la mitad del capitulo y como aquí su genial autora olvidó respaldarlo en algún lado, tuve que acordarme lo más que pude y volver a escribirlo, pero aun así hubo muchos cambios, intenté hacerlo lo "mas parecido posible" no hubo ningún cambio que afectara a la historia por si alguien ya lo había leído y no quiere releerlo, realmente no es necesario, pero si hay gente que llegó cuando el capitulo fue eliminado, ya esta nuevamente, y nada, gracias por seguir leyendo esta historia <3.



Prisionero. -Yungi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora