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Su día terminó como cualquier otro, lo único interesante había sido la forma en la que Mingi devoraba la comida, el más alto había olvidado que pasó 24 horas en confinamiento sin nada de agua o de comida, al contrario de él que apenas había probado su comida, bebió un poco de agua y estiró su bandeja a Mingi quien lo miró incrédulo pero luego de alegar que no comería más este terminó por alimentarse también de su bandeja.

Sus días no habían sido del todo diferentes, despertar, comer, trabajar en caso de que le tocara y volver a dormir, simplemente existir, pero a diferencia de los primeros días ahora tenía a un chico que lo seguía a todos lados y se encargaba de que todos supieran que Yunho "le pertenecía" a pesar de que éste le dijera una y mil veces que no era así, pero si algo agradecía era que desde esos momentos, la cantidad de chicos que se le insinuaban había disminuido en exceso.

–Mingi maldita sea, te dije que no. –Yunho se removía de los brazos del chico, las heridas se ambos se había curado ya por completo, habían pasado cuatro semanas de las cuales Mingi duró dos días con calentura de aquel incidente, casi haciendo que el castaño no pudiera dormir por esos dos días completos por estarlo cuidando, pero desde ese momento a Mingi se le quedó la maña de acostarse al menos unos minutos con Yunho entre sus piernas, antes de dejarlo ir a su litera y dormir.

Pero Mingi llevaba unos días rogándole a Yunho que durmieran juntos.

Y era un mar de sentimientos encontrados para Yunho, las sensaciones que Mingi le provocaba no las había sentido con nadie, ni siquiera con su actual novio, o las pocas parejas que había tenido antes de este, y seguía sin poder creer que tuvo que terminar en ese sitio para encontrar al chico que le hacía soltar suspiros con un simple beso sobre su piel. Su corazón le pedía, le gritaba estar al lado de Mingi, pero por otro lado no podía negar que le estaba siendo infiel a Wooyoung, a la persona con quien pensaba vivir el resto de su vida, incluso llegó a pensar en casarse, y ahora estaba pensando en cómo decirle que lo mejor sería terminar, porque si, eso era lo que quería, si bien esto no era una competencia, Mingi ya había ganado y seguía esperando por su premio.

–¿Pero porque no? Las parejas duermen juntas.

–Exactamente por eso, no somos pareja, ahora déjame ir. –Cuando por fin logró librarse del agarre de Mingi su cuerpo se levantó agresivamente y terminó estampándose la cabeza contra la parte inferior de su litera, volviendo a dejarse caer sobre el cuerpo de Mingi quien aprovechó a volver a abrazarlo. –Dios, dame paciencia por favor. –Dijo acariciando su nuca donde comenzaba a formarse un golpe. –Ni siquiera cabemos aquí.

Yunho tenía razón, la cama no estaba hecha para que dos personas más altas que el promedio durmieran juntas, pero eso poco le importó al pelirosa cuando sus manos acariciaron su cintura.

–¿Quién dice que no lo somos? –Lo miró con el ceño fruncido y giró el cuerpo de Yunho quien seguía acariciando su cabeza, dejando su espalda recostada sobre su pecho, el menor no chistó ante eso, a él le gustaba estar así con Mingi, pero sentía que era injusto, injusto para Wooyoung, injusto para Mingi, injusto para él.

–Yo lo digo y punto. –Odiaba ser tan correcto ¿no podía solo comerle la boca a Mingi y dejar sus pensamientos de culpa atrás? Por más que lo quisiera, no lo lograba.

Mingi bufó, y se quedó mirando al chico entre su cuerpo, notaba la angustia de Yunho y aunque él no sabía de qué se trataba, rodeó sus brazos a su cintura, y lo apegó más a él.

–Nunca me contaste como fue que terminaste aquí. –Habló al oído del chico haciendo a este sobresaltarse y el pelirosa sonrió orgulloso de las reacciones que lograba provocarle.

–Me inculparon de fraude. –Dijo sin más, su historia no era larga ni interesante como la de Mingi. –Simplemente un día fui al trabajo como siempre y cuando vi ya estaba esposado en la parte trasera de una patrulla, el caso duro casi una semana, pero al final encontraron "pruebas" que me inculpaban.

Prisionero. -Yungi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora