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La noche había caído y nos sentamos a comer y a los minutos llegó Haymitch.

— Oh... Haymitch, acompáñanos, nos estamos cenando tu comida favorita — dijo Effie.

— Que adorable — dijo él — Escuchen, mañana es el último día y nos dejarán entrenar a los tributos antes de los juegos, así que comenzaremos desde las 9:00 —

— Bien, creo que estará bien — dijo Seth para tomar de su bebida.

— No deberíamos entrenar por.. ¿separado? — dije.

— No, ¿por qué lo haríamos? — preguntó Seth extrañado.

— Tranquilo, niño, estás cosas pasan en algún punto, hay... un solo ganador, ¿verdad? — dijo Haymitch.

— Sí, lo sé pero... Attwell — me llamó y lo miré — tú sabes... yo — trató de hablar.

— Sí, lo siento, está bien — dije sonriendo.

— ¿Quieren comer fresas con chocolate? — dijo  Effie aligerando el ambiente a lo que todos los demás accedieron.

Tan pronto como la cena terminó me dirigí a mi habitación y al abrir la puerta sentí que alguien me empujaba un poco y entraba junto conmigo, al darme la vuelta pude a ver a Seth con molestia evidente.

— ¿Qué demonios, Attwell? — preguntó.

— ¿Disculpa? — dije.

— ¿Qué fue toda esa mierda allá afuera? — señaló — ¿entrenar por separado? —

— Solo, creí que nos distanciaríamos ese fue el acuerdo, no quiero que sepan de lo que pasó entre nosotros — dije — n-no lo sé solo salió de mi, no pensé lo que decía — dije.

— Bien, entiendo, pero podíamos entrenar juntos, no pasaría nada, desde que llegamos dejé muy en claro lo que siento por ti, créeme que ellos saben —

— Lo siento, ¿bien? — dije.

— Sí... bien — dijo él en un suspiro.

Nos mantuvimos en silencio unos segundos antes de que se acercara a mi y me abrazara.

— Siento actuar así, solo quiero estar para protegerte — dijo separándose de mí y tomando asiento en mi cama.

— Está bien, lo entiendo, también me porté como una tonta pero sabes que yo puedo protegerme sola, no es necesario un caballero que me rescate — dije.

— Bueno, yo no dije que fui un tonto pero si tú lo dices te perdono por portarte así — dijo y reí rodando los ojos — sé que no me necesitas, pero quiero estar ahí para ti el tiempo que me sea posible —

Hablamos por unas horas más hasta que terminamos completamente acostados en mi cama y con el cansancio de nuestro cuerpo terminamos durmiendo.

— ¡Arriba, arriba, arriba! tienen cosas por hacer — cantó Effie entrando a la habitación por la mañana.

— Dios, no, no hables... me duele la cabeza — dijo Seth quitándome la almohada y cubriendo su rostro con ella.

— Haymitch los está esperando y está medianamente sobrio así que deben apurarse — aplaudió y comencé a enderezarme — deben cambiarse, cada uno en su habitación, ¿entendido, Seth? — dijo ella.

— Desafortunadamente sí, te escuché fuerte y claro —

Unos minutos después me encontraba saliendo de la habitación ajustando mis zapatos deportivos de color gris mientras Seth salía corriendo de su habitación aún colocándose la camisa.

POUR YOUR HEART OUT |1 - THE HUNGER GAMES -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora