*Narrador omnisciente*
Por las calles de aquel gran lugar podías ver a la gente caminar con aquellos extravagantes vestuarios que solían llevar la mayoría del tiempo.
— Ahora que los has visto, ¿qué opinas de los reclutados de éste año? — preguntó el mayor de los hombres — ¿se puede esperar alguna sorpresa en estos juegos? — finalizó, el de cabellos negros mantenía su mirada fija en algún punto del suelo, pensativo.
— Es difícil notarlo solo por la cosecha pero creo... que es una buena combinación — dijo ésta vez mirando a su acompañante.
—¿Sí?— cuestionó él.
— Siempre que hay un voluntario de un distrito exterior es algo que no se puede ignorar y bueno, en este caso, tuvimos dos —
Attwell se encontraba en una especie de camilla, el metal de aquella provocaba que su piel se estremeciera con el simple contacto, pronto comenzaron a bañarla como ella lo llamó mentalmente, lo hacían con mucho cuidado y ella solo se dejó limpiar, para ella era algo muy necesario, no se había duchado desde que salió de casa pero le parecía extraño el que no podía hacerlo ella sola, no todos los días extraños con cabellos extravagantes se encargan de tu higiene y cuidado personal.
Una chica de cabellos rojos y largas pestañas se encontraba cepillando su cabello para después comenzar a darle forma a sus cejas las cuales ya tenían forma naturalmente así que no pasó por mucho dolor.
Lavaban, frotaban y cortaban, era lo único que percibía, aquella pelirroja se había retirado pero ahora se encontraba con una chica de cabellos rubios con toques verdes que llegaban un poco arriba de sus hombros y un joven que tenía la parte de arriba de su cabeza color rojo mientras que a los lados tenía un color castaño casi negro.
Pusieron algunas tiras de papel que se pegaron a su piel, la castaña no terminaba de comprender qué eran, jamás las había visto antes así que solo se limitó a mirar como la de cabellos cortos y rubios fortaba aquellas tiras, cuando el aire se atascó en su garganta, la chica tiró de aquel trozo de lo que creía era papel sin dudarlo provocando un dolor bastante fuerte en ella, uno tras otro, tuvo que aguantar el dolor hasta que ya se había acostumbrado.
Aquellos chicos que se encargaban de ella comenzaron a hablar entre ellos, Attwell solo podía ver la cara que parecía ser de disgusto del chico moreno.
— ¿Qué dicen? — preguntó con curiosidad — ¿qué dice?— preguntó de nuevo llamando la atención de ambos.
— Decía que tal vez tengamos que lavarte otra vez para llevarte a Cinna— habló el moreno con lo que Attwell notó que era falsa amabilidad.
Una vez terminaron sus procesos la llevaron a un nuevo lugar, todo era de un color verde militar o un poco más azul, no sabría reconocer el color, había una gran lámpara en el techo y una camilla que brillaba casi debajo de la misma lámpara.
Ella se mantenía ahí, pensando, ¿cómo estarán mis padres?, ¿cómo estarán Rory y Harvey?, ¿me extrañan?, ¿Dónde está Seth?, ¿Quién es Cinna?
— Eso fue lo más valiente que he visto — interrumpió una voz, se sentó en la camilla para ver a un joven de unos veinticinco o treinta años para lo que sus cálculos daban entrar al cuarto — lo de tu hermana no hermana — dijo saludando a la castaña con un apretón de manos — me llamo Cinna — se presentó.
— Attwell — dijo ella.
— Lamento mucho que te pasara esto, pero en todo lo que pueda te ayudaré — dijo él, ahí pudo verlo bien, tenía un cabello corto, cejas pobladas pero con forma, una barba muy ligera cubría su cara, llevaba en las orejas cuatro aros muy pequeños y en sus ojos tenía un delineado dorado y unas hermosas pestañas, el chico era agradable para la vista y una persona más empática que la mayoría de los que había conocido desde que llegó.
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POUR YOUR HEART OUT |1 - THE HUNGER GAMES -
Fiksi PenggemarAttwell Greene, disciplinada, fuerte, valiente, perfecta ante los ojos de PANEM. Ella sería quien encendiera fuego en los distritos por la libertad de su gente. "No quiero cambiar... no quiero ser como ellos, sólo quiero vivir en paz " SECUELA EN M...