POUR YOUR HEART OUT |1 - THE HUNGER GAMES -

7

Una vez terminamos el entrenamiento comenzamos a salir pero nuevamente los chicos del distrito uno y dos se interpusieron.

— Así que... ¿hoy sí tienen tiempo de hablar? — dijo Cato pero esta vez fue Seth quien habló.

— No, tenemos cosas más importantes —

— Vamos, solo es una charla, no les quitará mucho tiempo — insistió el rubio.

— Bien, hablemos — dije.

— Genial, ¿lo vez, doce? no es tan difícil — le dijo Marvel a Seth.

— No, no lo es, pero no quiero perder el tiempo — dijo molesto.

— Vamos, Seth, somos amigos... ¿no? — le dijo la rubia mientras lo veía de arriba a abajo.

— ¿Qué es lo que quieren? — dijo él totalmente fuera de sus casillas.

— Yo, una cita contigo — dijo Glimmer mirando al de rulos.

— Y yo una contigo — me dijo Cato.

— Claro que sí no quieres salir con él yo estoy muy disponible, linda — habló Marvel y Cato lo miró mal.

— Pues, es una lástima porque Attwell y yo estamos muy ocupados planeando nuestra propia cita, diría que será para la próxima pero jamás saldría a una cita con alguien que intentará matarme — habló firme, Seth.

— Ella intentará hacerlo, ¿no es así? — me miró la rubia casi riendo — además — dijo y se acercó a Seth susurrándole algo al oído.

*Seth's pov *

— Además — dijo Glimmer acercándose a mi oído para susurrar — no te estoy pidiendo matrimonio o un noviazgo, sólo quiero ver si puedes entrar a mi departamento y mejor aún, a mi habitación y pasarla bien, no quiero que mueras sin que pueda disfrutar un poco del magnífico DeRose — después de eso se alejó con una sonrisa, giré mi vista para ver a Cato susurrando algo al oído de Attwell y tomando en cuenta lo que me dijo Glimmer, no dudaba en lo absoluto que Cato le estuviese pidiendo lo mismo.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

*Attwell's pov*

Me distraje viendo como Glimmer susurraba en el oído de Seth hasta que sentí una presencia muy cerca de mi y vi que era Cato, se acercó a mi de la misma forma que Glimmer a Seth y me dijo en un susurro.

— Sé perfectamente lo que Glimmer le está pidiendo a tu compañero, supongo que tú te das a la idea, pero yo no te pediría eso, no haría nada que no quisieras, no sin que tú me lo pidas — dijo y el aire salió de mis pulmones— podríamos salir, aunque sólo podamos ir al jardín — dijo y casi me río por su comentario — o puedo invitarte a mi departamento a... tomar el té, lo pensé y podríamos vernos en la azotea del lugar, a ti no te queda muy lejos y — antes de que pudiera terminar algo, o mejor dicho, alguien, lo empujó lejos de mi, Seth.

— No tenemos tiempo para sus estúpidos juegos — dijo él y Cato se puso a la defensiva.

— No es tu maldito problema, estaba hablando con Attwell — le dijo Cato — Mejor ve con Glimmer y que ella arregle tu pequeño problema de temperamento — dijo burlón.

— No es necesario, Attwell siempre se encarga de eso y lo hace muy bien, ella dice que a pesar de ser un gran problema, puede manejarlo — dijo y mi cara se volvió totalmente roja, no sabía si de enojo o vergüenza.

— Debemos irnos, adiós — dije tomando el antebrazo de Seth y llevándolo conmigo.

Él solo levantó el dedo corazón en dirección a Cato y podía sentir su sonrisa pintada en su rostro, esa sonrisa que años atrás me volvía loca pero justo en este instante estaba siendo muy irritante.

Las puertas del elevador se abrieron y entré a él con Seth siendo jalado por mi, al darme la vuelta me encontré con las sonrisas de los chicos y con un muy molesto Cato.

Las puertas se cerraron y ahí fue donde exploté.

— ¡¿Qué carajo sucede contigo?! — le grité a Seth.

— Solo intentaba quitarnos de encima a esos idiotas — me dijo.

— ¿Eso hacías? porque más que nada parecías un perro marcando su territorio —

— Son límites, ¿los conoces? — me preguntó molestándose cada vez más — porque desde mi punto de vista, no, no los conoces —

— ¡Tú deberías de preguntarte si los conoces, acabas de insinuar que nos acostamos! — le grité molesta.

— Attwell, si nos acostamos — dijo él.

— Eso fue en el pasado, estoy hablando de ahora — dije desviando mi mirada.

— ¿Y qué?,¿el pasado no cuenta? — preguntó.

— No — dije.

— Attwell, yo no me acostaría con Glimmer, en realidad no lo haría con nadie más pero dime si quieres ir con Cato y hacerlo, no te detendré — finalizó pero no respondí — Attwell — insistió pero seguí sin responder — Att — iba a repetir mi nombre pero lo corté.

— No, no voy a ir con Cato, él... él no me pidió que me acostara con él así que cierra la boca solo un minuto — dije y en ese momento las puertas se abrieron y salí del elevador.

— Cielito, se tardaron más, ¿todo bien? — dijo Haymitch pero lo ignoré y seguí avanzando a mi habitación mientras oía un "que niña tan grosera" de Effie.

Entré en mi habitación y cerré la puerta totalmente molesta, caminé por mi habitación tratando de relajarme.

Unos minutos después alguien tocó la puerta.

— Seth, lárgate de aquí — dije en voz alta.

— No soy Seth — era Haymitch — ¿puedo? — preguntó y avancé a la puerta para dejarlo pasar, avanzó hasta sentarse en mi cama — ¿Qué te hizo el mocoso? — preguntó.

— Me humilló frente a los chicos del uno y dos, les dijo que nos acostamos — dije.

— ¿Y lo hicieron? — preguntó Haymitch.

— Fue en el pasado, antes de toda esta basura — dije y Haymitch parecía sorprendido de mi respuesta.

— Bien, no sé mucho de eso, realmente me asquea un poco el preguntar sobre la historia de trasfondo de ese acostón, pero sé que ese chico está enamorado — dijo Haymitch.

— ¿Enamorado? siempre hace cosas así, es un idiota, eso no puede ser amor — dije.

— Bien, sí, lo que hizo fue una estupidez pero es un hombre, cielito, y bueno, es Seth — dijo y reí — no es muy ágil mentalmente, es un idiota impulsivo, eso hasta él lo acepta, pero está arrepentido —

— Eso no importa, fue un idiota, no le corresponde decir esas cosas de mi cuando no somos nada — dije.

— Está bien que estés molesta, pero hablen las cosas, sé que en el fondo aún lo aprecias, no en un sentido romántico pero lo quieres, no dejes que el enojo te aleje antes de los juegos, no sabes lo que puede pasar ahí adentro — dijo levantándose para salir.

— ¿Qué quieres decir? — pregunté siguiéndolo a la puerta.

— Digo que no dejen que la muerte se quede con todo lo que quieren decirse, será algo que jamás se perdonarán — salió dejándome sola.

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El tener capítulos en borradores me tienta a subirlos y yo soy de mente débil 😿