Capitulo 1

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Conner

Hoy sería el día de la boda. Las preparaciones para la ceremonia estaban listas. Solo faltaba que la novia hiciera su entrada.

El cielo estaba despejado, con unas nubes por encima del horizonte, pintando el atardecer de un rosa anaranjado, mientras el sol se ocultaba por el oeste.

Ella se veía tan hermosa con un vestido carmín que combinaba con el color de sus ojos. El vestido estaba pegado al cuerpo, por las costuras de la tela, se notaba que era delicado y fino.

La tradición dicta que si se casa con un alfa, el vestido que debe usar será rojo, así como el color de ojos del alfa.

Se fue acercado a paso lento hacia a mi. En todo momento su mirada estuvo sobre la mía. Cabeza en alto y ojos al frente, sin miedo y sin duda, pero aún así, todavía quería arrancarme la yugular.

— Estás hermosa — Dije en cuanto tomé y besé su mano.

— Lo sé... Gracias.

Se quedó a mi lado, toqué sus hombros y con delicadeza la guíe para que se volteara, allí corrí su cabello suelto para un costado y mordí su nuca, luego me volteé para que ella hiciera lo mismo por mi. Posteriormente a la mordida, volvimos a la posición inicial, enfrentados uno con el otro, nuestros ojos se encontraron. Ambos dejamos salir nuestras garras y con la mano izquierda las clavamos en la nuca del otro, justo entre la mordida. Y mientras ambos teníamos las garras entre la nuca de cada uno, nos unimos en un beso. Ese lazo sería nuestro vínculo.

Al finalizar el beso, me le quedé viendo — Ahora eres mi esposa... Reina.

— Mi nombre es Novel. — Me corrigió ella.

— Lo sé, pero también Reina. Ahora eres mi Reina.

Le sonríe a todo esto y ella bajó la mirada avergonzada. Tendría que llevarme bien con ella apartir de ahora, ya que estábamos casados.

El sol se estaba ocultando y ya muy poca luz quedaba.

Encendieron las antorchas y las fogatas.

Llevé a mi Reina hasta un trono y allí le dije que se sentará, posteriormente me senté a su lado.

Dejé que observará como los demás disfrutaban y bailaban alrededor de la fogata mientras la música sonaba y otros le traían obsequios a mi Reina.

Mi hermano había estado presente en mi boda, y la mujer que yo amaba también, pero está vez decidí ignorar su presencia. Eso sería mucho más fácil para mí, además de que esa mujer está loca y completamente enamorada de mi hermano. Anda detrás suyo aunque él no le dé bola.

(...)

Una vez terminada la ceremonia llevé a Novel a dónde viviríamos nosotros dos solos.

Le mostré la casa y la alcoba. Novel caminó por la habitación y se detuvo para asomarse y observar el cielo estrellado.
La luz de luna brilló sobre ella, resplandeciendola por completo, me quedé viéndola unos segundos antes de romper el silencio.

— Quítate la ropa — Le dije mientras ella miraba por la ventana. Al oírme se volteo a verme. — Eres mi esposa — Recalqué — ¿No escuchaste?

— Sí escuché. — Caminó a paso lento hacia a mi — Te oí — Recalcó — Soy tu esposa, no una cosa. — Su mirada se agudizó y su ojos carmín ardieron. Me tomó de la ropa y me jaló, acercando su rostro al mío — Sí cumpliré con mis deberes como esposa, pero no me des órdenes, no soy un objeto. — Mantuvo firmé sus ojos sobre los míos y sentí como exponía toda mi alma ante ella — Puedes tomarme, pero no poseerme. — Acercó sus labios a los míos — ¿Entiendes?

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