Conner
— No... Nunca lo hice como tú lo haces. — Contesté con firmeza — Pero entiendo tu actuar. Yo también amo a mi esposa locamente y si ese fuera el caso de mi Reina, no podría dejarla por eso.
— Necesito cazar — Tomó hasta vaciar su tarro y me soltó de la ropa. Se levantó de la mesa y prepotentemente se dio vuelta para estar a mitad de su transformación y aún sin destrozar su ropa salió corriendo de la taberna a cuatro patas.
El ardor empezó a subir por mi espalda. Y mi cabeza comenzó a nublarse. ¡Carajo! Todo lo que estaba pasando, los secuestros, la tentativa de guerra, el virus, las muertes, los funerales, y el planeamiento de las tácticas de guerra; todo acumulado con el estrés que estaba sintiendo, provocaron que me olvidara de la fecha. Mi Rut estaba empezando y mi anhelo por una mujer se incrementaba cada vez más de una forma salvaje y desquiciada. Debía encontrar a mi esposa rápido.
— Su nivel de intensidad mejora con los años — Jason lanzó su comentario sarcástico refiriéndose a la actitud de mi hermano.
— Cállate — De la misma manera que mi hermano se levantó con prepotencia yo también lo hice, con dirección a la salida.
— Esos dos son idénticos. — Lo escuché decir antes de salir.
...
Mi respiración comenzó a agitarse y a distorcionarse. Mis ojos se iluminaron como el sol y se pusieron agudos y afilados.
Necesitaba un inhibidor antes de descontrolarme.El Rut de un alfa es algo peligroso, perdemos por completo la conciencia y los instintos más salvajes toman posesión. Predomina la necesidad sexual por procrear sin importar quien sea la mujer, por eso debía apresurarme en llegar a casa y encerrarme con mi esposa.
...
— ¿Qué haces aquí? — No sabía dónde estaba. La voz que me había hablado era de una mujer. Ese sonido... Ese olor... Me resultaban muy familiar y también era dulce, pero había otro olor sobre el cuerpo de esta mujer. Eso me enojaba.
Mis colmillos se hicieron presentes y las venas brotaron de mi cuello y los brazos. Liberé mis feromonas.
Cuando las feromonas sexuales fueron inhaladas por la mujer. Noté como su cuerpo se estremecía y temblaba, su rostro se llenó de repulsión y su cuerpo se acaloró. La parte conciente de mi cabeza se había ido a un lugar oscuro y solo mi instinto estaba presente.
Ella había reaccionado a mis potentes feromonas de alfa y ahora era incapaz de controlar las feromonas que eran expulsadas de su cuerpo. Había despertado su celo.
— Ah... — Ahogó un gritó cuando la sujeté de los brazos y la empujé contra la pared. Su respiración era pesada — Espera... Suéltame.
— No... — La vibración de mi voz cayó sobre su cuello.
Mantenía sus manos sujetadas por las mías detrás de su espalda. Ella trató de liberarse, pero no tenía caso. Mi fuerza era mayor y ella se había debilitado, quedando instintivamente doblegada a mi. Froté mi nariz sobre su piel.
— D-Daryl...
Un fuerte y violento rugido salió desde mi garganta.
— Conner, re-recupera tus sentidos... ¡Ah! — Hundí con fuerza mis colmillos sobre su nuca, marcandola como mía, borrando la mordedura del otro macho. — ¿Pero qué hiciste?
Yo no era su vínculo, así que mi mordedura solo duraría un día antes de desaparecer. Lamí esa misma zona que había mordido para detener el sangrado.
Mi mano libre bajó para acariciar y tocar su cuerpo.
— No me toques, soy de Daryl. Sabes que mi corazón siempre le perteneció a Daryl...
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Le perteneces al Alpha
WerewolfConner será el futuro alfa de la manada Nación. Sin embargo para ello deberá casarse con la hermana del alfa de una manada que acababa de perder su territorio por la guerra. Esta mujer se convertiría en su Reina. Pero un mal que se arrastraba entre...