Suspire bastante cansada sin ganas de mirar el reloj que hacía a mi lado, tan solo había dormido unos minutos.
Cómo pude saque fuerzas para ir a darme una ducha rápida pues mi turno en el hospital universitario estaba por comenzar. Tenía bastantes prácticas y una que otra clase el día de hoy.
Salí de mi casa corriendo al ver qué se me hacía un poco tarde, amaba mi profesión pero era demasiado desgastante.
Al llegar al hospital me encamine a mi piso correspondiente, pediatría. Entre a una especie de habitación donde guarde mis cosas en mi respectivo locker y termine de colocarme mi bata acompañada de mi gafete.
Camine por los blancos pasillos yendo a la habitación de mi paciente actual, debía darle una mala noticia.
—¡Doctora Takahashi!
—Hola Aiko... ¿Cómo te sientes hoy?—pregunte sentándome junto a ella, sonreí al ver cómo levantaba su pequeño dedo pulgar—Quería hablar con ustedes sobre un asunto.
—¿Aiko tiene algo? ¿Necesita más medicina?
—Para nada, no se preocupe—interrumpí a la mujer tomando su mano—Ya no seré más la doctora de Aiko, hoy es mi último día aquí.
—¿Que...?
—Pedí un cambio, ya sabes. Problemas de aquí—susurre señalando mi pecho—Pero te quedas en las mejores manos, ¡Doctor Chishiya!
—No debes gritar en el hospital ¿Cuántas veces ya te lo dije?—regaño adentrandose a la habitación mientras se presentaba.
—¿Es mujer?
Solté una carcajada ante la pregunta de mi paciente, no tenía la suficiente confianza con el platinado y sabía que después de esto recibiría un regaño por su parte. El era demasiado serio.
—Antes de que termine mi turno vendré a verte, gracias por dejarme ser tu doctora—murmure peinando el cabello de la niña.
—Gracias por ayudarme, __________—reaccione con sorpresa cuando la niña me rodeo con sus pequeños brazos en modo de despedida.
Ambos salimos de aquella habitación comenzando a caminar hacia una práctica en total silencio. Lo cual era raro y el hombre pareció darse cuenta.
—Estas muy callada.
—Siempre me dices que me calle—este asintió con su característica sonrisa burlona.
—Pero nunca me haces caso—señalo leyendo los informes de Aiko—¿Por qué pediste el cambio?
—¿Ahora sí te intereso? ¡Le intereso al doctor Shuntaro!—bromee viendo como este rodaba sus ojos—Tu eres el observador, dame tus conclusiones.
Mi estómago se volvió un hogar de mariposas al ver cómo detenía su caminata para mirar el techo y luego suspirar simulando que pensaba.
—Hay demasiadas opciones, intento de soborno, algún doctor se sobrepasó contigo o... Estás enamorada de alguien—hablo metiendo sus manos en su bata, típico de el. Cómo siempre, adivino el motivo—¿Cuál de esos motivos son?
Suspire metiendo una de mis manos en mi bata en busca del sobre, al encontrarlo se lo entregue algo temerosa.
—Tomalo como un regalo de despedida—murmure viendo como observaba aquel papel—Me cambio de hospital por mi salud mental, no me hace estar bien en un lugar donde no soy correspondida y no quiero lastimarme más.
Esperando que entendiera aquella indirecta comencé a caminar hasta que su voz llamándome me dio una pequeña esperanza.
—__________, sabes que no...
—Lo se, cuida bien a mis pacientes—dije continuando mi caminata, no era lindo no ser correspondida.
Idiotas #4
Me declare y me rechazaron
8:27 amNos vemos cuando termine mi turno?
8:34 amNunca se despiertan temprano?
8:45 am
Arisu 💩
Me he salido de casa
1:54 pmNos vamos a ver?
1:54 pmMi turno está por terminar, los veré en la estación de siempre
1:57 pm
Camine rápido al ver qué ya estaba llegando tarde a la reunión improvisada con mis tres amigos. Al ver qué la gente comenzaba a cruzar la calle corrí para poder cruzar, me detuve unos segundos al ver a unos jóvenes jugando.
—¡________ únete!—reí negando, como pude me abrí paso entre toda la gente tratando de llegar a estos tres.
—¡Lo siento!—mi cara ardió al ver qué se trataba del peligris quién también había terminado su turno, antes de que pudiera responder continúe mi camino hacia mis amigos—¿Que hacen, imbéciles?
—¡Celebrando su independencia! ¡Miren, fuegos artificiales!
—¡Corran!
Agarre el brazo de Arisu quién me guiaba por el paso peatonal para evitar que un coche nos atropellara, al lograr cruzar la calle nos sorprendimos al ver qué se había provocado un coche.
Al ver qué la policía se acercaba salimos corriendo sin soltarnos, nos adentramos a la estación para evitar ser encontrados. No sabía de que escapabamos pero era divertido, sobre todo después de tener tal día.
Los hombres del baño nos miraron raro y como no, tres chicos metiendo a una chica al baño... Normal.
Nos quedamos unos minutos tratando de no reír, forme una mueca de asco al sentir un olor bastante desagradable. Karube fue el encargado de regañar a Chota y antes de seguir nos quedamos callados al ver cómo se iba la luz seguido de un gran silencio. Raro.
—Un apagón.
—Saldré a ver—informó Arisu abriendo lentamente la puerta.
—Ten cuidado—pedí escondiendo mi cuerpo detrás de Karube.
Al ver qué no había peligro salimos detrás de Arisu tratando de entender el porque de un momento a otro ya no había gente.
—Tal vez la gente este afuera—dije caminando para salir de la estación, mire a mis tres amigos confundida pues fuera del lugar tampoco había gente.
¿Que estaba pasando?
¿La gente desapareció?