—¿La universidad? Es para tontos.
—Lo se, me doy cuenta con ustedes de tres de amigos.
—Medicina es tan cansado...
Sonreí colocando los platos sobre la mesa de mi hogar observando a mis tres amigos comenzar a devorar lo que les había preparado. De los cuatro, soy la única estudiando... Karube y Chota tenían trabajo y Arisu... Tiene salud.
Comencé a comer escuchando a estos tres continuar diciendo que ellos estaban bien sin estudiar. Los amaba mucho.
—Hey, valoren que paso tiempo con ustedes—señale una vez que me encontraba recostada en mi cama y ellos tres en el suelo—Ya voy a empezar mis prácticas en el hospital y nos veremos menos.
—El bar siempre estará abierto para ti.
—¿Que hay de nosotros?
—Tu no trabajas, ni estudias—señalo Karube empujando a Arisu causando nuestra risa.
—Estamos orgullosos de ti, _________—interrumpió Chota colocando su mano sobre la mía logrando sacarme una gran sonrisa—Siempre estaremos para ti.
—¿Siempre?—susurre mirándolos.
—Siempre te cuidaremos, ________. Eres nuestra pequeña—murmuro Karube girandose para vernos.
—Te queremos—finalizo Arisu, sonreí tratando de abrazarlos pero me era imposible.
—Nunca me dejen sola.
—Jamas estarás sola.
«»
Acomode las flores que acababa de poner en la tumba de Karube y Chota, limpie un poco la lápida observando el nombre de mis dos amigos ahí.
Suspire haciendo un pequeño esfuerzo para sentarme en el césped y terminar de colocar las flores favoritas de Chota, sonreí levemente al imaginar su reacción. Limpie mis manos satisfecha con lo que había hecho, pose mi mano entre las dos lápidas cerrando mis ojos un instante.
—Mi bebé va bien... ¿Saben que es? Es niña. Esta sana y muy grande, Chishiya dice que será como el, siempre le digo que si para alimentar su ego—reí sintiendo mis ojos aguarse—Aun no decido el nombre de mi pequeña, Chishiya lo hará. El bebé de Arisu es niño y pronto nacerá, cuando ambos nazcan los traeremos para que los conozcan ¿Si?
Cerré mis ojos con una pequeña mueca de dolor al sentir a mi bebé patear.
—Parece que le emociona conocer a sus tíos—susurre con cierto dolor—Los extrañamos... Arisu vendrá a verlos pronto, ya saben. Ahora es todo un hombre del bien—reí nuevamente—Los amo, vendré luego.