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Talle mis ojos ya cansada mirando la hora, ya casi acababa mi noche en el hospital.
Bebí de mi café mientras completaba algunas tareas, mire mi celular formando una sonrisa al ver un mensaje de Arisu avisando que había conseguido un trabajo.
Desde que había conocido a Usagi mi amigo cambio demasiado, ella lo había ayudado bastante. Conteste un mensaje de Kuina organizando una salida con ella, se había vuelto muy cercana a mi. Sentía una buena conexión con ella.
—___________, hay un paciente que insiste en que tú lo veas.
—Claro ¿Es muy grave?
—Bastantes golpes, cortadas y rozadura de bala.
Asentí adentrandome la sala, corrí la cortina quedándome sorprendida unos segundos.
—¿Chishiya? ¿Ahora que hiciste, idiota?
—Ayude a alguien.
—¿Tu? ¿Ayudar a alguien?
—Quería hacer algo impropio de mi.
Quería hacer algo impropio de mi.
Esa frase sonaba en mi cabeza, tratando de ignorarlo comencé a limpiar sus heridas algunas más profundas que otras que necesitaban pocos puntos. Analicé a Chishiya en busca de más heridas, dude unos segundos antes de tocar suavemente su hombro manchando los guantes de sangre.
—¿Podrías...?—este asintió retirando su chaqueta seguido de su camisa dejando ver su torso un poco marcado—No me dijiste como paso.
—Intente ayudar a la persona equivocada... Estuvo con nosotros en el hospital, se llama Niragi.
—¿El que me coqueteo apenas se despertó?—pregunte colocando una gasa en su hombro, este asintió mientras formaba una mueca de dolor.
—No creí que me ayudarías después de...
—Ya estás listo—interrumpí sacando los guantes de mi mano—Eres doctor así que sabrás cómo limpiarte todo eso. No vayas a clases.
—¿Podrías ir a verme después de clases?
—Revisare mi agenda.
Camine a lado de el acompañandolo a la salida del hospital, suspire llenando mi cuerpo de valor y que mi voz se escuchará.
—Mi turno está por terminar ¿Quieres que vaya contigo?—este me miró unos segundos antes de asentir—Ire por mis cosas.
¿Que estaba haciendo?
De alguna forma sentía que debía estar junto a Chishiya, algo dentro de mi aún tenía esperanza de estar con el.
Mientras guardaba mis cosas su voz seguía sonando en mi cabeza, cómo si ya hubiera oído esa frase en el antes.
