Me adentre al hogar observando cada detalle, bien acomodado y lleno de libros. De solo verlo ya sabías de quién era el departamento.
Lo que había comenzado como un picnic termino en una carrera hasta su hogar pues había comenzado a llover. Claro que Chishiya hizo todo lo posible para no mojarse dejándome a mi suerte y completamente empapada.
—Me atraes mala suerte.
Rodé mis ojos para mirarle, tenía los ojos más afinados debido al delineado que estos tenían. Me gustaba demasiado.
Este se perdió por un pequeño pasillo, no quise sentarme en su sofá pues estábamos demasiados mojados gracias a la lluvia que se formó en las calles.
Salí de mis pensamientos al sentir algo chocar con mi rostro, tomé lo que me había lanzado observando una camisa y un pantalón. Ambos de color blanco y negro.
—El baño está ahí, tiene toallas y puedes dejar tu ropa ahí—informo para perderse nuevamente. Camine lentamente hacia donde indico encontrando el baño algo amplio.
Ya cambiada salí del baño secando mi cabello con ayuda de una toalla, el pantalón se enredaba en mis pies debido a que me quedaba algo largo.
—Gracias por la ropa—hable al verlo sentado en su sillón. Antes de poder responder las luces del lugar se apagaron acompañado de un relámpago bastante notorio. Genial—Chishiya...
—No me digas ¿Le tienes miedo a la oscuridad?
—Algo así.
—Ven acá.
—¡No veo nada, imbecil!
Mi piel se erizo al sentir su mano envolver mi muñeca para tirar de ella y guiarme para que pudiera sentarme. Pegue un pequeño brinco cuando otro relámpago se hizo presente, esto duraría horas.
Por un momento quise que no soltará mi muñeca, cuando retiro su mano otro sentimiento de deja vú se hizo presente y comenzaba a ser raro.
—Es raro... Siento que te conozco más—murmuro prendiendo una veladora—No se cómo explicarlo.
—Me pasa lo mismo—susurre logrando ver parte de su rostro.
—¿Por qué te fijaste en mi?
—No me gustaría hablar de eso.
—Mi casa, mis reglas.
—¿Te vas a burlar de mi?—pregunté acomodando mi cuerpo en el amplio sillón, por la poca luz logré divisar su serio rostro.
—Nunca me disculpe... Por lo de Hayato, te metí en ese problema y verte llorar...
—No fue tu culpa.
Este asintiendo alzando su ceja, forme una mueca sin volver a hablar. El único ruido que se podría apreciar era el de las gotas de lluvia cayendo acompañado de algunos rayos.
Mi entrecejo se frunció al sentir su mano buscar la mía. Su mano viajo hasta tocar mi mejilla ¿Estaba soñando o me cayó un rayo?
Cada parte de mi cuerpo tembló al ver cómo acercaba su rostro al mío, baje mi mirada divisando sus labios ligeramente entre abiertos. Sin tiempo de procesar lo que pasaba sentí sus labios adueñarse de los míos en un cálido beso.
—¿Acabaste? Debo buscar a mi amigo.
—El estará bien—quejo rodando sus ojos—¿Que no es adulto?
—¿Acaso estás celoso?
—Eso es inmaduro.
—Muy en el fondo de tu corazón, te agrado... Pero muy ¡Muy! En el fondo...
Mis ojos se abrieron como platos al sentir los suaves labios de Chishiya estamparse contra los míos formando un beso cálido y necesitado.
—Hablas mucho—murmuró pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—Me quedaré callada.
Me separé del platinado algo confundida por esa especie de recuerdo ¿Que había sido eso? Abrí mis ojos observando que igual se miraba confundido.
Este se levantó sin decir nada caminando lejos de ahí, me quedé en mi lugar escuchando el portazo del que supuse sería su habitación. Parpadee un par de veces tratando de reaccionar, habían pasado varias cosas en pocos minutos.
Suspire caminando hacia el baño para colocarme mi ropa sin importar que estuviera mojada, la lluvia no había cesado pero ya quería irme.
Salí de su hogar marcando el número de mi amigo mientras subía al elevador. Cerré mis ojos algo tranquila al oír la voz de cierto azabache.
—¿Dónde estás? Es tarde.
—Salí con Chishiya y ya sabes, la lluvia. Como sea, necesito un ramen—susurre pegando mi cuerpo en las paredes—Y un hombro para llorar.
—¿Así de mal salió? ¿Quieres que pase por ti?
—Ya estoy en camino, Arisu. No te preocupes. ¿Podrías traerme mi uniforme del hospital? Olvide que tenía guardia.
—De acuerdo... Te quiero.
—Tambien te quiero.