Moví mi cuerpo al ritmo de la música junto con Kuina ¿Cómo me había convencido de venir aquí? No se pero lo estaba disfrutando.
Claro que no estábamos borrachas... Al menos yo no lo estaba.
Sin importarme la mirada de cierto platinado quien nos observaba sentado en un camastro mientras tomaba un simple vaso de agua. Discretamente le señale a Kuina para que me ayudara a llevarla a su habitación y tratar que se le bajara lo borracha pues probablemente debería jugar hoy.
Suspire cansada cuando logramos dejar a la mujer caer en su cama completamente dormida, había sido difícil pues prácticamente la trajimos arrastrando hasta que se quedó dormida en el elevador.
—Kuina y tú se llevan bien.
—Me agrada, es como la hermana que nunca tuve—admití terminando de arroparla—Me llevo mejor con ella que contigo.
Cómo de costumbre únicamente me mostró su sonrisa burlesca que tanto me gustaba. Camine detrás de él viendo que nos guiaba hacia la azotea, algo temerosa me acerque a la orilla del techo logrando ver toda la multitud que se encontraba en la piscina.
—Nunca hablamos sobre la carta que dejaste.
—Me habla Arisu—avise tratando de salir de ahí pero me fue imposible gracias a que coloco su brazo impidiendo mi paso—Chishiya...
—Creí que me odiarías.
—A veces lo hago.
—Todo lo que decía ¿Lo sigues sintiendo?—suspire cruzando mis brazos.
—¿Va a cambiar algo?—pregunte dándole la espalda—Ya no siento nada, ahora mismo estoy enfocada en sobrevivir.
—Mientes—respondió colocándose frente de mi—Y yo igual mentí en muchas cosas. Respecto a nuestro plan... No ayudarás a Arisu y Usagi.
—¿Que?
—Ya verás.
Me quedé en mi lugar observando como este se iba dejándome confundida. Fruncí mi entrecejo recordando lo que me había dicho, ¿En qué había mentido?
Reaccione a los minutos logrando ver cómo se iba de la azotea.
—¡Chishiya vuelve, idiota!
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—Primero, Arisu entrara a la suite real. Buscará la caja fuerte y robara las cartas.
—¿Y el código?
—Tengo una idea para eso, te la diré cuando estés ante la caja.
—Eres muy cauteloso, entiendo.
Fruncí mi entrecejo desconfiando de aquel plan, algo me decía que saliera corriendo de ahí y no participará.
—Esto es demasiado peligroso, si los descubren los matan—interrumpí recibiendo una mala mirada por parte de Chishiya.
—Es la única forma de cambiar la situación—tranquilizo Arisu mostrando una pequeña sonrisa.
—¿Pueden dejarme a solas con Chishiya?—hable cuando todos tenían sus respectivas tareas, sin decir nada salieron de la habitación.
—Creí que hablamos en la azotea.
—Escucha, Shuntaro. Arisu es demasiado idiota como para darse cuenta pero yo no—señale sentándome frente de el—¿Por qué no voy a ayudarlos?
—Porque es mejor.
—¿De verdad? ¿O es porque le pusiste una trampa a Arisu y Usagi?—lo mire confundida cuando no respondió, únicamente entre abrió sus labios buscando una respuesta pero jamás llegó.
—Porque quiero protegerte—susurro levantándose de su lugar para salir de la habitación—Te dije que mentí en varias cosas.
—Yo igual—murmure levantandome de la silla—Lo que decía la carta... Aún lo siento.
Para el idiota del hospital.
¿Por qué me cambio de hospital? Simple.
Se que no me correspondes y eso es una distracción para mí, me hubiera gustado que terminara de otra forma.¿Sabes que es lo más me gusta de ti? Tu manera de resolver las cosas, aunque hiciste algunas mal durante nuestra estancia en el hospital.
Seremos grandes doctores ¿Lo sabes? Cómo se que no te volveré a ver solo puedo decir gracias por darme aunque sea tu amistad, a tu manera, claro. Hiciste que mis días en el hospital no fueran tan estresantes y es otra cosa que agradezco.
También puedo decir abiertamente que te odio como no tienes idea ¿Por qué debías gustarme? :(
Es broma, te quiero Shuntaro.