Capítulo 9: La guerra a la vuelta de la esquina

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Nota: La imagen que utilice como portada del capítulo no me pertenece, credito(s) a su(s) respectivo(s) autor(es).

Nota 2: Este capítulo es largo, apróximadamente de 2,000 palabras o más. Disfrútalo! ;)

Tal y como dijo el comandante Magath; Las Fuerzas Aliadas del Medio Oriente declararon formalmente la guerra a Marley dos semanas después de mi llegada al país, en ese tiempo los guerreros y yo nos dedicamos de lleno al entrenamiento intensivo para mejorar nuestras habilidades. Tan pronto como el conflicto quedó firmado por las naciones, partimos hacia Medio Oriente en tren donde nos encontrábamos ahora mismo. 

Estaba desayunando con Pieck y Porco mientras platicábamos sobre algunas estrategias que pudiésemos aplicar en batalla, mi amistad con ellos estaba fluyedo bastante bien, con el único con el que casi no platicaba era con Reiner quien aún se dirigía hacia mi como usted y evitaba mi mirada a toda costa, cosa que me puso un poco triste y desanimada por esos días. Ya llevábamos una hora en aquel gabinete y Reiner aún no salía para comer un poco. 

- ¿Reiner no vendrá a desayunar?- pregunté a Pieck y a Porco.

- Déjalo Irene, ese idiota quiere morirse de hambre haciéndose la víctima.- contestó fríamente Porco mientras daba un sorbo a su jugo de naranja. 

- ¡Porco, no digas eso!- exclamó Pieck con enojo. - Desde que Reiner regresó de la Isla no ha querido comer casi nada, se puede enfermar......- completó mostrando preocupación por el portador del titán acorazado. 

Nuevamente sentí tristeza por Reiner, el hombre debía sentirse miserable por todo lo que le pasó. Con decisión me levanté de mi asiento y me dirigí a la cocina del tren buscando al mayordomo que había solicitado para llevarnos el desayuno, no fue difícil encontrarlo, se encontraba ordenándoles a unos cocineros preparar un bufet para los altos mandos. 

- Siento mucho interrumpirlo señor Koch.....

- Señorita Artz, no es ninguna molestia, sus padres me ordenaron que le sirviera a usted y a su primo el señor Long en este trayecto.- contestó formalmente. 

Rodé los ojos ante sus palabras, recordando la conversación entre mis padres días atrás donde me contaron que habían contratado un mayordomo personal para mi y Seth cosa que me pareció exagerada aunque a mi primo mayor le pareció estupendo.

- Sí y se lo agradezco mucho. Me gustaría que preparara otro desayuno como el que comí yo, la señorita Pieck y el señor Galliard y me lo dé en una bandeja. 

- Por supuesto que sí señorita, estará listo en un minuto. 

Agradecí al señor Koch y nuevamente me dirigí al gabinente donde Pieck y Porco platicaban ánimadamente. 

- ¿A dónde fuiste?- preguntó Pieck al momento de sentarme. 

- Fui a pedirle un desayuno a Reiner, no puede quedarse sin comer.- contesté con decisión. 

- Solo espero que te acepte la comida.....una vez intenté que Reiner comiera un poco y me negó todo diciendo que no tenía hambre y que estaba bien....-dijo Pieck con tristeza en su tono de voz. 

- Pues intetaré que acepte.- comenté hacia la pelinegra mientras le daba una ligera sonrisa. 

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El desayuno de Reiner no tardó mucho en estar listo y tal y como lo ordené estaba en una bandeja de metal, la comida se veía deliciosa: jugo de naranja, un omelette de jamón y queso, cóctel de frutas y un café. Tomé la bandeja con mucho cuidado y empecé a caminar hacia el vagón donde muy probablemente estaría el portador del acorazado ya que este había sido seleccionado por el ejército marleyano para que Reiner, Porco y algunos otros soldados eldianos durmieran. Al llegar a la puerta del vagón, tomé la bandeja con una sola mano y con la otra toqué la puerta. 

Guardiana de mi corazón - Reiner Braun x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora