El club de las niñas solitarias

capitulo 1

Capitulo 1

Narradora

-te cambiaré al Colegio Françoise-Dupont- sanjo su madre completamente seria.

-que?- estaba sorprendida y por esto recibió un golpe de su madre que la derribo.

-no te distraigas, si quieres ser la mejor y honrar a tus ancestros, debes concentrarte- kagami se puso en pie y soltando su bokken.

-por qué el cambio madre?- la mujer adulta tomó asiento a su lado.

-La esgrima es mejor, además de algunas asignaturas, claro que tu academia supera al colegio Françoise-Dupont en otras. Pero no hay nada que los mejores profesores no puedan ofrecerte en clases particulares- claro que la mujer no le diría que el principal motivo es que se alegraba de la relación que ella y el joven agreste mantenían.

-entiendo madre- decia cabizbaja.

Así la práctica terminó y volvieron en coche hasta su hogar. Kagami subió las escaleras de su cuarto y cerró las puerta de este una vez estaba dentro.

Suspiro frustrada, miro su escritorio blanco con los libros de tareas asignadas que le dio su madre, estaba empeñada en que aparte del japonés, el francés y chino mandarin, aprendiera un mejor inglés y tal vez otro idioma a su elección.
Estaba agotada, tan solo ver esa pila de libros en su escritorio le daba dolor de cabeza. Miro sus paredes blancas, vacías, su librero repleto de enciclopedias y libros de actividades, vio su pizarra de marcador con sus horarios, y comprendió que no podía entristecerse por el cambio de escuela, ya que nunca tuvo ningún motivo para quedarse en su academia, no tenia ningún amigo, nadie la extrañaría. Sin más se sentó en su escritorio y encendió su tableta.

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-mierda- decía Lila viendo su habitación. Su madre iba a estar de viaje por relaciones externas, y le informo de su mudanza algo tarde.

Mientras que abajo cargaban el camión de mudanzas con los muebles y cajas de su madre, Lila estaba contemplando su cuarto perfectamente desempacado.

Lo primero que hizo fue deshacer su cama, así mientras la cargaban le darían más tiempo para empacar lo demás.

Saco toda la ropa de su closet y guardo lo poco que contenía.
Su madre siempre hacia lo mismo, es por eso que no usaba mucho, la mayoría de veces vendía su ropa y renovaba su armario.

Logro vaciar su escritorio viejo justo a tiempo, ya que los de la mudanza golpearon a su puerta.

-pasen, disculpen la demora- decía mientras cerraba algunas cajas.

-esta bien, no te preocupes, carguen la cama y el closet- ordeno una mujer.

Unos minutos más tarde Lila lo había logrado, logró empacar a tiempo.

-por favor, tengan cuidado con el escritorio, es algo delicado- explicaba a un hombre que terminaba de cerrar el camión.

-no te preocupes, nos encargaremos de su seguridad y que todo llegue a salvo al hotel Le Grand París.- le decía dándole una sonrisa tranquilizadora.

-gracias- sonrió la de ojos verdes. Lo cierto es que se mudaba a ese hotel por la seguridad que este le brindaba, ya que su madre manejaba el tipo de papeles que podrían causar o no una destrucción en uniones internacionales, por no decir aislamientos políticos en el peor de los casos, bueno, no en el peor.

Ahora solo estaba tirada en el frío suelo de su nueva habitación rodeada de cajas y muebles sin un sitio correcto. Todo aun empacado o guardado en frias cajas, sin saber como encontrar para estas un lugar.