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22 𝑁𝑜𝑣𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒
06:46 a.𝑚 (ℎ𝑜𝑟𝑎 𝑎𝑟𝑔)
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑑𝑖𝑜 𝑄𝑎𝑡𝑎𝑟

ESTABAMOS TODOS LOS FAMILIARES DESEÁNDOLE suerte a la scaloneta, hoy era el primer partido contra Arabia Saudita y los nervios se re sentían.

-dale pa! hoy les rompen el orto- lo abrace fuerte antes de separarme y dejarle el espacio a mamá.

-gracias hijita, tengo la confianza de que hoy vamos hacer varios goles.

Deje a mí familia terminar de desearle suerte a papá para ir a hacer lo mismo con los chicos, los cuales estaban en una rondita.

-mis amores! vamos que hoy se gana!- grite colgandome a los hombros de Juli y Enzo.

la mano de Juli me sostenía desde la parte de mis costillas y la mano de Enzo se posó en mis caderas bajas.

este quiere que le de tres hijos acá nomás.

-martu!- observé a mí abuelo venir hacía mí.

-ey mucha suerte! yo sé que ustedes pueden, más con el crack que los dirige.- le regalé una sonrisa.

-eso espero Martu.

Después de un rápido abrazo, salieron todos corriendo a formarse.

ESTABA REALMENTE FRUSTRADA POR LO injusto que estaba siendo este partido, habían anulado dos goles de Lautaro y uno de papá. Algo desmotivada me senté en el asiento, quedan dos minutos y íbamos perdiendo 2-1.

-esto está re arreglado la concha del camello!

-martina la boca!

El partido llego a su fin, no era un buen inicio para Argentina y eso era preocupante.

23 𝑁𝑜𝑣𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒
09:08 a.m
𝑈𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑄𝑎𝑡𝑎𝑟

EL FUERTE SOL CHOCABA CONTRA mí cara, me levanté para cerrar las cortinas y volví con dirección a mí cama, vi a Enzo dormir muy cómodamente en su cama, el aire le daba directo, causando que este tapado por el frío.

y bueno, a donde duerme uno, duermen dos.

-qué haces reina?- me preguntó Enzo con la voz ronca al verme entrar en su cama.

-yo también quiero tener frío- comenté con un puchero, sacándole una leve risita.

El me metió rápidamente bajo las sábanas y me atrajo más hacía el, haciendo unas leves caricias en mí cintura. Dejo un par de besos en mí cuello y puedo jurar que por primera vez me sentía segura, feliz.

lastimosamente mí felicidad siempre suele ser arruinada por algo y este caso no iba a ser la excepción.

Sentía mis párpados pesados, tenía bastante sueño, quise agarrar mí celular para silenciarlo por las dudas pero agarre el de Enzo.

Valentina
ya se te paso la calentura?
pensas volver con tu familia?
después de lo q hablamos ya me doy una idea de quién es la pendejita q te tiene así.
02:38 a.m

Deje el celular en su lugar con un nudo en la garganta, esto no estaba bien. Iba a aprovechar la última cercanía con Enzo, hoy mismo iba a pedir el cambio de habitación.

no puedo arruinar una familia, no me lo perdonaría.

-gorda abrázame dale- susurró con su voz ronca en mí cuello.

Lo abrace y deposité un par de besos en sus cachetes para después dormir un rato más.

Nada |Enzo Fernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora