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23 𝑁𝑜𝑣𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒
14:02 𝑝.𝑚
𝑈𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑄𝑎𝑡𝑎𝑟

𝐹𝑢𝑐𝑘𝑖𝑛𝑔 𝑑𝑖𝑎𝑏𝑙𝑜 𝑗𝑢𝑟𝑜 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑟𝑒

TERMINÉ DE ARREGLAR LAS TIRAS de mi bikini, me puse una toalla rodeando mis caderas y baje hasta las piletas, lugar donde se encontraban casi todos.

Papá estaba con los nenes en la habitación, estaban bastante cansados.

-martu! vení, tomemos sol.

Me dirigí a mamá algo sería y concentrada en mi camino, sabía que al mínimo descuido estaría mirando al 24.

Saque la toalla de mis caderas y la acomodé en la reposera, dejando a la vista mi traje de baño blanco, el cual favorecía bastante mi bronceado.

-estas bien?- índigo mamá.

-sisi, pensaba.

-en?

-vos decís que Enzo y la novia vuelvan?

-hasta donde yo se, no, tu papá me había contado que venían teniendo conflictos hace rato.

Pauso un segundo para pensar y volvió a hablar.

-y a qué se debe tanta curiosidad por la vida amorosa de Enzo?- pregunto con una risita.

-nono, no pienses cualquier cosa. Somos compañeros de habitación y me causaba curiosidad, nada más.

Me tomé un tiempo para pensar en las distintas maneras de alejarme de Enzo, lastimosamente ninguna funcionaría.

-hijita me voy al cuarto con papá y los chicos.- dejo un beso en mi frente y se fue.

Fuí directo a la pileta, iba bajando escalón por escalón, díganme cagona pero sin saber la profundidad, no me fío del agua.

Sentí una respiración en la nuca, sabía perfectamente quien era.

-vamos a dormir un rato?- susurro en mi cuello.

Me gire para dirigirle una mirada antes de irme.

-No rey, no te confundas, vos tenés una familia esperándote en Argentina y yo no voy a ser la causa de su separación.

-qué decís martu?- preguntó aturdido.

-te ayude con tu calentura, ahora recupera a tu familia. Borra casette Enzo.

Salí rápidamente del agua, antes de arrepentirme de lo que estaba por hacer.

TERMINÉ DE ARMAR MI BOLSO y baje hasta el comedor, unos amigos habían alquilado una casa a unos minutos de la universidad donde nos encontrabamos, me invitaron y al pensarlo bien era una buena excusa para estar lejos de los jugadores.

-provecho!- hablé al ver a todos comiendo- ma yo ya me voy yendo.

-bueno hija, cuídate mucho y avísame cuando estén allá.- me dió un fuerte abrazo para después volver a su postura.

-martu ojo, cuídate y no te mandes ninguna, te veo en la próxima fecha.- abrace a papá y me separé.

Le di un fuerte abrazo al abuelo, me estaba por ir hasta que el Kun freno mi paso.

-che paren, a dónde va está mocosa?

-se va a pasar unos días con unos amigos en una casa de acá cerca.- explico mi mamá.

-de cuántos varones estamos hablando?- pregunto Juli.

-cuatro chicos y dos chicas, contándome a mi.

-ahh perfecto, no vas.- el Kun se veía bastante serio, era la nena del padrino, era de esperarse.

- leo vos estás de acuerdo con que la mocosa este en una casa, con 4 varones?- pregunto ahora Enzo, remarcando esas palabras.

-no pero...- no pudo terminar de hablar por un codazo que recibió de mamá.

-hija anda, suerte y disfruta mucho!- los calló mamá.

Empecé a caminar hasta la salida, escuchando un último grito proveniente de juli, antes de irme.

-pero no tanto!

VEÍA A LOS CHICOS CORRER hacía el mar, las ganas de hacerlo me sobrepasaban pero lastimosamente me había venido y no podía ni moverme de abajo de la sombrilla.

-me querés contar con qué soñaste anoche?- preguntó Lola mientras me pasaba el mate.

Los chicos dormían tres en una habitación y nosotras dos con Nico en otra, había confianza y no nos incomodaba a ninguno.

-con el 24.- dije amargamente.

-tu plan de superación no funcionó por lo que veo.- chisto sebando otro mate.

-me cago en el pajero que dijo que el contacto 0 era la solución a todo.

respiré un poco y retome la conversación.

-juro que la próxima que lo vea lo intento.

Ella largo un par de carcajadas para seguir hablando.

-mañana llega Julieta, vos te volves al hotel?- pregunto algo angustiada.

-si, pero nos podemos seguir juntando para venir a la playa.

-me pinta, ya sé... mañana jugamos contra Australia, si ganamos,  al otro día venimos a festejar todos a la playa.

Acepte gustosa su propuesta para seguir tomando un poco de sol mientras veía a los chicos tratar de ahogarse.

mis amores.

Nada |Enzo Fernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora