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GLIMPSE OF US
joji

13 𝐷𝑖𝑐𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒
00:09 𝑎.𝑚
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑑𝑖𝑜 𝑄𝑎𝑡𝑎𝑟

ÍBAMOS SALIENDO TODOS JUNTOS DE la cancha después de un festejo por haber ganado contra Croacia.

-felicitaciones lindo- lo abrace mientras caminábamos a la salida

-gracias preciosa, estamos a nada de lograrlo.

-ahora tenés que ganas la septima-adverti divertida.

-lo voy a pensar.

-que pajera- toque mis bolsillos y nada-deje mi celular en el palco, ya vuelvo!

salí corriendo hacía los palcos, no llegaba a estar mi celular ahí y caía en un coma depresivo.

la menos dramática.

-te olvidaste esto tarada- movió mi celular en su mano con una sonrisa canchera- no cambias más.

-es que el boludo de Benja me iba arrastrando- me queje al recordar el motivo de mi descuido- vos qué haces acá?

-enserio vamos a terminar así?- pregunto Enzo, acercandose más a mi.

-no se responde una pregunta con otra- hablé frustrada.

-respondeme Martina.

-enzo ya hablamos...

-esta bien-parecia haber recapacitado- pero no pienso dejarsela tan fácil, vos sos mía martu.

sos mía morocha

basta Martina ahora sos rubia y no podes lastimar a lean.

nuestros labios rozaban, sus manos reccorian mi cuerpo y la tensión cada vez era más.

-dejate de joder Enzo, lo mejor es que...

-me chupa un huevo qué es lo mejor Martina.

-dejame ser feliz con lean- suplique en un suspiro.

-vos no sos feliz con el.

touché

-con vos tampoco Enzo.

-no? dame tres días y te hago la mujer más feliz de todas- volvió a cancherear.

sonaba seguro de cada palabra, eso era algo que me encantaba de el.

-no Enzo, están Leandro, Valentina, Olivi...

no pude seguir hablando, me había callado con un beso.

lo extrañaba, para qué mentir.

el beso se volvió intenso, sus manos estaban bajo mi casaca, las mías en su cuello.

-papá!

nos separamos de golpe al escuchar a Olivia.

-Oli! qué haces acá bonita?- le pregunté mientras la alzaba, sabiendo que no iba a responder.

-enzo- apareció Valentina.

-si decime.

-tengo cosas que hacer, te encargo a Olivia hasta que vuelva.

Valentina y Enzo hablaban sobre que ella tenía que ir a nose dónde a esta hora, medio raro pero bueno, yo me dedique a mirar a oli detenidamente.

era hermosa, igual a su papá, tenía esa sonrisita que te hacía sentir seguro de todo.

-vamos princesita?- le pregunto Enzo a oli, ella asentía contenta- vamos reina- me abrazó por los hombros después de dejar un casto beso en mi coronilla.

al llegar con los demás, estaban todos esperándonos para subirnos al micro, recibí una mirada extraña de lean, estaba confundido, yo también. me dirigí con oli a los últimos asientos, estaba cansada y yo la quería hacer dormir un rato.

ella me daba paz

-rubia deja de robarme a mi hija- hablo Enzo-mientras se acomodaba en el asiento de mi lado.

-es que es muy hermosa- acaricié su mejilla.

-benja cómo va a venir primero el huevo- lo peleaba Kun al hijo.

-es un boludo, no le demos bola- le decía Juli.

-ustedes son los boludos que piensan que primero vino la gallina.- se defendía el menor.

DEJAMOS A OLIVIA ACOSTADA EN la cama de enzo, la tape y dejé un beso en su frente.

-creo que yo ya me voy yendo...

-quedate a dormir con nosotros.

esto estaba mal, lo peor era que yo era conciente de ello.

-enzo Valentina vuelve mañana y...

-valentina vuelve a la tarde, dale martu quedate- metió sus manos bajo mi remera, dejando leves caricias.

-leandro me está esperando...

-que Leandro duerma con la almohada- hablo frustrado.

-conste que lo hago por olivia- lo señale en advertencia.

-consta- me revoleo una de sus remeras- te esperamos en la cama.

entre al baño a cambiarme, su remera me llegaba hasta los muslos, así que no había problema. al salir ví a oli en un extremo y a Enzo en el otro, los dos dormidos.

me acosté en el medio y de inmediato sentí un cuerpo chiquito abrazarme y a un Enzo dormido juntar nuestras anatomías.

oli dejo un suave beso en mi mejilla y se acomodo entre mis brazos.

-descansa reina- dejo un beso en mi cuello y empezó a hacer caricias en mi cintura para relajarme.

-descansa morocho-me apegue más a él y copié el acto de enzo en la espaldita de oli.

se la veía realmente relajada y eso me daba una sensación de seguridad.

me sentía en casa.

Nada |Enzo Fernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora