CAPITULO 4

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peón contra peón 

CAPITULO 4

FECHA: DESCONOCIDA

LUGAR: WASHINGTON

GHOST

La temperatura era regulada gracias a la inteligencia artificial de la habitación, la mirada del fantasma se perdía en las decenas de gráficas que analizaba acompañado de un relajante silencio. El primer movimiento había finalizado, los peones estaban justo donde quería. Ahora, aunque quisiera no podía seguir con la siguiente fase gracias al poco tiempo de diferencia entre ambas, tendría que esperar.

Desconocía los nuevos conocimientos de la FEDEM sobre su alter-ego, sin embargo tenía por seguro que no era nada que la pusiera en riesgo, como principal prueba... no estaba siendo trasladada a una prisión después de todo. Además, su traje no había sido sustituido por el uniforme negro de las prisiones de la FEDEM.

Levantó la vista con molestia, centrándose en el par de puertas café claro siendo golpeadas. Lo ignoro concentrándose en su trabajo al haber ordenado horas antes que no la molestaran...

El sonido se repitió, coloco los codos sobre el escritorio –adelante

Una cabellera castaña se asomo por la pequeña abertura con algo de duda –¿Qué necesitas, Lena? –entrelazo sus manos colocándolas debajo de su barbilla mientras esperaba la contestación.

Lamento interrumpirla, señorita White –entró por completo a la oficina, White comenzó a ordenar los papeles sueltos –pero alguien la busca con urgencia en la recepción –

¿te dio su nombre? –

Dijo que usted sabría quien era, no pasa de los 30, de piel morena y cabello rizado –describió

Ella lo meditó, miro la fecha en la computadora... era obvio de quien se trataba

Hazlo pasar –la morena se retiro de la habitación con un asentimiento mientras ella ocultaba toda la información que contuviera números importantes, no confiaba por completo en él. Unos segundos después, abrieron la puerta.

La mujer cerró el cajón a su derecha antes de prestarle toda su atención, cerrando la puerta a sus espaldas el hombre comenzó a avanzar con una sonrisa divertida en sus labios, los rizos estaban acomodados de manera despreocupada, la mandibula marcada, y sus ojos oscuros estudiaban el perímetro con cautela aunque no lo pareciera, portaba un traje azul marino hecho a la medida, con el saco desabrochado y sin corbata.

Dominick se sentó en una de las dos sillas con aspecto moderno de color blanco, frente a su escritorio, despreocupado, peligroso, buscado.

Pasaron muchos adjetivos por la cabeza de la dueña de ese imperio.

Ghost presiono un botón debajo de la mesa y las cámaras de seguridad se apagaron.

Es un gusto por fin vernos cara a cara, señorita White –comenzó el hombre –déjeme decirle que la cámara no le hace justicia a su verdadera belleza –alagó

Me lo han dicho seguido, soy una persona ocupada así que agradecería que fuéramos al punto Dominick, estoy cociente que este año la fiesta será en uno de mis hoteles sin embargo... -

Siempre debe de haber un, pero ¿no es así? Deberías de estar feliz de reanimar la tradición, la ultima fiesta Halesa en esta parte del continente fue en uno de los hoteles Black & White, bajo la organización de tus padres... gloriosa –ignoro el acento australiano demasiado marcado en la última palabra.

No recuerdo esa fiesta –le recordó negando ligeramente con la cabeza

El sonrió con burla –lo olvide... de todas maneras solo venía a comprobar la organización de cada ámbito, no queremos sorpresas ni invitados no deseados –

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