La seguridad en la prisión de la FEDEM jamás había sido poca, o fácil de atravesar, era bien sabido que los guardias formaban parte del grupo de cadetes de la organización, o ex integrantes de la milicia, la estructura se dividía de manera específica, y se ubicaba a las afueras de Toronto, a dieciséis kilómetros de la autopista mas cercana. Aleissa lo sabía, lo había estudiado, y aun así mientras se dirigía al inicio de todo, no podía dejar de pensar en que no tenía conocimiento de nada.
Un solo movimiento, un pensamiento, una palabra en falso y tiraría todo por la borda.
Su mirada grisácea solo podía concentrarse en lo que sus manos sujetaban, debería de ser suficiente para terminar con los primeros antes de atacar.
Con todo respeto, señora, se ve más preocupada que de costumbre –
¿Estarías feliz si supieras que alguien a quien quieres podría morir? –inquirió con simplicidad –dije que seria fácil, pero es lo más difícil que eh hecho en toda mi vida, Mike –
Viéndolo objetivamente, lo más difícil que hizo fue caer desde el puente de Londres, y haber sobrevivido, engañar a la organización para jugar al gato y al ratón e intervenir sus computadoras, esto... esto no se le compara señora, solo esta asustada –respondió con seriedad antes de detener el auto entre los árboles, la rubia le miró por la ventanilla luego de bajar
Si las cosas no funcionan asegúrate de alejarte tanto como puedas, y avisarle a Walker que no se le ocurra nada estúpido o mi fantasma lo perseguirá para siempre –el hombre castaño sonrió
Tenga cuidado, señora –
Fueron sus ultimas palabras, antes de que Aleissa quedara sola esperando la segunda fase, el convoy debería de llegar en la próxima horas, todos en el bajo mundo sabían que entrar era sencillo, por otra parte, salir era lo que desencadenaba las decenas de muertes en intentos fallidos a lo largo de los años.
Ingresó al convoy como copiloto encaminándose hacia la prisión para entrar por la puerta principal, sabría perfectamente que no podrían obtener refuerzos porque la sede más cercana se encontraba en Vancouver, los árboles comenzaban a escasear conforme el camino rural llegaba a su final.
Su respiración se quedó en su garganta al mismo tiempo que el vehículo se detenía frente a las grandes puertas de metal reforzado de dos metros de grosor para que los guardias verificaran las identidades de los conductores y los delincuentes en la parte de atrás.
Un hombre de edad avanzada se posicionó a su lado ordenándole bajar la ventanilla, ellos buscaban a una mujer de cabello rubio largo y ojos grises, no a una pelinegra de ojos cafés y lentes, lograría confundirlos por un par de minutos antes de que reconocimiento facial diera la alerta a la central de D.C, esa era la única razón por la que Walker aparentaba ser ella, ganar su atención desde horas antes intentando descifrar un código sencillo.
Identificación –
La ahora pelinegra le dio la credencial –es nueva, no la había visto por aquí, ¿De dónde es transferida? –
Se le informo del cambio dos días atrás, ¿no? No debería preguntar cosas como esas –replico con seriedad, quizás jamás dejaría de usurpar identidades
¡Limpio! –el grito de su compañero llamo la atención del mayor –
Pueden pasar –
Las puertas se abrieron dejando pasar el convoy hacia el patio de la prisión, apenas el vehículo se estacionó el verdadero plan había dado inicio.
Si sigues con tus ordenes podrías resultar beneficiado -murmuró la mujer al ver como el hombre abria la puerta.
Si, señora -
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Ghost
Actionnota: que no tenga muchas lecturas, o de plano ninguna, no quiere decir que sea mala, solamente no ha pasado el tiempo suficiente para que muchos la conozcan "Algunas veces de las cenizas surgen cosas maravillosas, Otras veces, cosas maravillosas s...