CAPITULO 34

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ASUNTOS PENDIENTES

RODEN

HORAS ANTES

Las alertas se habían disparado tal como él lo había afirmado segundos antes, los reportes del cuarto de control, y fragmentos era la única información a la que había tenido acceso mientras se trasportada en el helicóptero con otras cuatro personas.

Hay cuarenta y cinco defunciones, setenta y dos heridos –informó el teniente luego de cortar la llamada –tenías razón, Alexandrei ya no está en la prisión, pero más de uno afirma que estaba gravemente herida

No lo parece –murmuró el agente de ojos azules –peleo sin detenerse, afirman que le partieron más de una costilla, alguien en esas condiciones no sería capaz de aplicar tantas técnicas de artes marciales –negó el agente al observar como la mujer derribaba a un hombre que le doblaba el peso y altura

El dolor no es algo nuevo, durante su estancia en la prisión le fracturaron las costillas un total de diez veces, y le han disparado en múltiples ocasiones, solo observa su ropa, las áreas más oscuras es donde hay heridas –murmuró el capitán ajustando su chaleco

Dylan, se que no te detendré pero debes de ser consciente de la situación, legalmente ya no se le puede acusar de nada de lo que hiso anteriormente a menos de que ella confiese, hacerla pagar ah cambiado de termino –

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Jamás había estado tan cerca de ella, no de la manera en la que podía desaparecerla. Sus agentes rodeaban el perímetro, le observó, con las manos en sus rodillas, la espalada encorvada, sufriendo por no respirar correctamente. Solo necesitaba un disparó, la yema de sus dedos estaba sobre el gatillo, aun así, no pudo presionarlo. Aun no podía terminar con lo que jamás debió de haber empezado.

Los hijos no tenían la culpa de los pecados de los padres, ¿Pero que podía hacerse cuando esos pecados, se volvían propios del hijo?

La mujer intentó correr, Roden aplastó una rama apropósito haciéndose notar. Aleissa dio media vuelta con lentitud, para el pelinegro, la mirada grisácea de la mujer eran tan peligrosa y letal como un tornado, una mirada nublada que él se había encargado de construir desde que dio el primer disparo. Cubierta por los lentes de pasta negra, Avanzó...

La distancia aminoraba, la sangre había cubierto gran parte de su piel, calmó su pulso, la tentación de presionar el gatillo crecía siendo interrumpida por sus más profundos arrepentimientos y deseos, él también quería la revancha.

Esta vez, creo que no podrás desaparecer y hacer alusión a tu nombre –alertó el de ojos verde mar cuando ya había llegado hasta ella, los labios de la mujer parecieron curvarse en una de sus sonrisas torcidas.

Creí que ya lo habrían descubierto para este momento –murmuró –quizá fue mi culpa, nunca lo especifiqué, Ghost no es por desaparecer, no era una fase narcisista, o una referencia a mi identidad ignorada hasta cierto punto. Quizás... solo era yo siendo nostálgica, los Fantasmas existen por tener asuntos pendientes, y yo solo quería deshacerme de todos ustedes –avanzó –¿No es así Roden? Pero creo que ya lo sabias, desde el momento en que decidiste no ignorar la historia de fondo y los entrelaces... era un nudo. Solo eso –

Ignorar –repitió –quizás debí de haberte asesinado como eran las ordenes, fue tu padre quien se coloco delante de ti, y ya no hubo otro intento, debiste morir hace casi una década –sus ojos se volvieron espejos cristalinos.

Roden observó el intento de que las lagrimas no cayeran, lo estaba logrando, Aleissa avanzó

Hay al menos ocho armas apuntándome –hablo la mujer –aunque intentara algo ellos dispararían sin remordimientos –hablo –quizá tu los tengas, pero ellos no –murmuró, el arma quedo a centímetros de su rostro, sabía que moriría, pero aún no suplicaba, ni mostraba temor, mantuvo la mirada en alto.

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