CAPITULO 22

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UNA VICTORIA NEGATIVA

CAPITULO 22 

 ALEISSA

Dejo de sentir al aire golpear su rostro cuando se estaciono a varias calles de su destino. Conforme se acercaba al hotel, las cosas se complicarían, después de todo, sabía que la situación jamás sería fácil.

Con cámaras en reparación, y sin guardias, solo necesitaba la llave para entrar a su hotel por la salida de trabajadores en el área, black, nadie sabría. Nadie la vería, sentía la adrenalina correr por su sistema mientras se adentraba aún más a la construcción.

Se recargó en un edifico, para esperar a la segunda parte de su plan. Aquella que había modificado en contra de su voluntad.

1:04 AM cuatro minutos de retraso

¿recuerdas el plan? ¿no? –

Cuatro minutos de retraso no hace que se me olvide todo, Mack –

Bien, porque no puedes olvidar ni una sola parte –

Solo trasportare la maleta contigo adentro, usando la ventaja de que perdieron una, eso es todo –

Ella sonrió –bien... ahora ayúdame a entrar ahí

¿Qué hará que no revisen la maleta? –

Tengo un plan B –

¿y si...? –

Tengo un plan C, no debo explicarte el alfabeto Luc, ya estas bastante grande –

++++++

Hola señores –saludo el de cabello castaño cuando ya habían llegado hacia la puerta –solo dejare la maleta extraviada, y me retirare –

Ábrela –

No creo que sea necesario, considerando que es suya, yo –el de ojos oscuros guardó silencio al momento de tener una arma apuntándole. Aquellos guardias parecían más desconfiados que el fantasma.

No debiste hacer eso –explico con seriedad el trabajador antes de intercambiar lugares, con una llave, Luc mantenía al guardia inmóvil casi sin acceso al oxígeno, mientras con su mano libre sostenía el arma con silenciador apuntando a su cabeza –detesto cuando me amenazan con armas.

Antes de que el castaño tuviera la oportunidad de presionar el gatillo, dos hombres detrás de él habían asesinado a los guardias, soltó el cuerpo con aburrimiento.

Podía encargarme yo solo –

Las ordenes eran no dejarlo presionar el gatillo –

Da igual –

Tardaste más de lo estimado –

En un acto reflejo el castaño elevo el arma hacia las sombras, el origen de donde habían surgido las palabras. La causante, una rubia sentada en un sillón individual con semblante aburrido.

¿Pero que mierda...? Yo... la maleta –

Un cambio de planes a último momento, no te preocupes, aun así me ayudaste en lo que necesitaba –

Eres una controladora compulsiva –

Puedes irte –

++++++++

Tic... Tac... Toc

Podía escuchar claramente el sonido del segundero de su reloj, mientras esperaba pacientemente. Solo que su concentración se vio interrumpida por la puerta abierta, y su blanco.

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