CAPITULO 7

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COLISIÓN

LUGAR: SAO PAULO

FECHA: 28 DE OCTUBRE DEL 2015

HORA: 1:05 AM

GHOST

¿había una salida?

Una pregunta que hacia dudar a mas de uno, siempre existía una, el frio de la noche le calaba los huesos, la brisa le erizaba los vellos en su cuerpo, desde aquella altura podía ver las luces de las camionetas y motocicletas agrandar el perímetro de búsqueda... aun le quedaba una muy reducida probabilidad de 15% de salir victoriosa, su respiración se quedaba atascada en su boca, gracias al paliacate que le había robado a paulo segundos antes de su escape, y el cabello de la peluca caía a sus costados por no estar sujeto a nada.

Se detuvo de golpe llegando a la orilla del techo de una casa de losa de dos pisos, ya no quedaban edificios a los cuales saltar, debajo de ella, había un callejón de laberintos confusos gracias a la disposición de las casas, pero también habían dos miembros del buro haciendo guardia, retrocedió varios pasos deseando que no la hubieran visto.

¿habrían más?

Era casi imposible, aquella zona representaba múltiples probabilidades de accidentes, ya que era una zona del cerro algo deslavada, nadie cuerdo se atrevería a huir por ahí, repaso sus opciones de escape, si bajaba estaba casi perdida, si retrocedía no sabía con quién chocaría, si saltaba hacia el otro lado, seria vista, solo quedaba la opción de subir, y seguir con el plan C, comenzó a correr hacia arriba, se detuvo para tomar una varilla con la punta algo dispareja, a pesar de que tenía el arma.

¿Qué pasaría si las balas se agotaban? Necesitaba un plan b para ello.

Supongo que sirve –susurró para ella moviéndola en sus manos para acostumbrarse al peso, continúo corriendo, se ayudaba de la chatarra en el lugar para alcanzar el siguiente techo, 30 metros, solo 30 metros, no paraba de repetirse.

Saltó con ayuda de algunas cajas, antes de levantarse por completo, quedo petrificada, el ruido la había alertado, y las luces de las linternas le apuntaban directamente, ¿ganaría? Ellos eran rápidos, ellos eran dos, ellos tenían experiencia, pero ella era ágil, tenía esa ventaja. Sin preocuparse por el dolor en su muñeca por la mala caída volvió a correr con rapidez, su final dependía de ello.

FBI, ¡DETENGASE! –escucho como le gritaron, acelero, saltó algunos botes de pintura vacíos

No lo repetiré, ¡deténgase! –

No puedo...

La poca luz les dejaba ver la silueta de alguien delgado, atlético quizás por la velocidad que usaba. Los dos agentes corrían detrás de ella, habían logrado subir a los techos.

¿llamo a los refuerzos? –

Hazlo –

Mierda... -

¿Qué? –

No tengo señal –

Debía de deshacerse de ello.

Debía de hacerlo con rapidez.

Sus pensamientos se detuvieron al instante de sentir como era sujetada de la cintura, su cuerpo impactando contra el suelo con alguien sobre ella, le habían tacleado. Rodaron un par de veces antes de que se detuvieran, uno con la respiración más agitada que el otro, el paliacate ahora descansaba sobre su cuello, y la varilla la había perdido, además, su espalda dolía por la caída y el arma que estaba en su espalda.

¿una chica? –susurró

Error... error, su cabeza no podía emitir ninguna otra palabra, el agente había cometido una imprudencia, había bajado la guardia, elevo su codo derecho golpeándolo en la mejilla, agarró impulso dando vuelta, y ella quedo encima de él, no cometería el mismo error dos veces, se aseguraría que no quedaran testigos, sus manos estaban alrededor de su cuello haciendo presión, cortando el flujo del oxígeno, podía ver su piel tornarse roja, las venas se marcaban más al paso de cada segundo, y sus ojos parecían querer saltar de sus cuencas ante la presión, además su rodilla estaba en su entrepierna, el hombre intentó luchar, elevando una de sus manos mientras que con la otra intentaba aflojar el agarre, la rubia perdió algo de fuerza.

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