CAPITULO - 01

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Narrador.

El joven rey descansaba tranquilo en sus aposentos a lado de su novia la cual dormía igual de tranquila.

Los dos avían tenido un día un tanto estresante, Mei pese ser entrenada desde pequeña para ser la esposa de Zuko e incluso con la pequeña posibilidad de que fuera el heredero al trono de fuego, nada la preparaba para las responsabilidades que conllevaba.

En fin la teoría es solo una pequeña probada de lo que vendrá en la práctica y eso lo comprobó incluso antes de la coronación de este.

En cuanto a Zuko era el mismo caso.

Pensaba que era dar órdenes y dirigir pero parecía más un oficinista con papeles hasta el cuello, reformas que ya existían, tener que identificar con ayuda de su tío desvíos de dinero que consumían los nobles con hambre de más poder, aprobar o cancelar proyectos en infraestructura para su nación.

Y sin contar los pagos tan grandes en reparación que hacía a él reino tierra.

Dejaron claro que solo se pagaría por lo dañado a nivel material y ayudarían a las familias de los soldados muertos dentro de sus posibilidades, eso ya hace casi un año y medio que pasó.

Lo bueno para el es que si economía se recuperaba, la taza de aceptación por parte de su gente aumentaba y las rebeliones a favor de Ozai cayeron como moscas.

...

Al exterior del palacio corría desesperado un mensajero.

Muchos espera que haya lluvia y truenos no, es el típico clima veraniego de la nación del fuego sin ninguna nube de lluvia a la vista.

Volviendo a el podré hombre exhausto este le presento la carta al guardia que le dió paso mientras lo seguía corriendo por el palacio a altas horas de la noche.

...

Los golpes en la puerta se hicieron presentes despertando a él regente activo de su descanso.

Este fue a ver qué ocurria tomándose con el mensajero que apenas podía estar de pie por todo el trayecto de que hizo de la central de correo a él palacio en solo unos minutos.

-su exelencia traigo un mensaje urgente para usted de el sanatorio mental- le dijo para luego sacar un papel y empezar a leerlo en voz alta para el gobernante que aún procesaba la información- ...

Señor del fuego Zuko.

Le informamos de la manera más urgente que se presentó un accidente a las 11:48 p.m en el ala este de el recinto donde recibía la princesa y otros 20 pacientes más.

Le informamos de antemano que este accidente no fue causado por la princesa Azula si no por una falla en el sistema de enfriamiento de algunas de las celdas que causó una explosión y un incendió en consecuencia.

Tras hacer el conteo rápido tras la evacuación nos dimos cuenta que faltaba su hermana.

Seguiremos en su búsqueda pero nos vimos en la importante tarea de informar sobre esto.

Una vez termino de leer el de cicatrices le quitó la carta leyendo nuevamente el contenido de esta.

Leí estado ya despierta y tras escuchar esto trato de ir donde su novio peroe ste salió presurosos afuera de la habitación rumbo a la salida del palacio, no le importaba que el pueblo lo viera en su ropa de dormir.

La vestimenta no importa a la hora de atender asuntos de gran importancia.

La de cabellos negros siguió al joven por el mismo camino hasta llegar a los establos donde estaban los dragones lagartos.

-Mei despierta a mi Madre, me iré adelantando de momento nos veremos haya- dijo el joven rey para salir a toda velocidad incluso antes de ir la lanzadora de cuchillos pudiera decir algo.

A toda velocidad se encamino dónde su suegra.

Mientras en su mente calculaba que hora era eran aproximadamente las 2:07 a.m siendo haci azula tenía más de hora y media de ventaja de escape si aprovecho la oportunidad.

El al camino se topo con un guardia.

-hey tu, quiero que envíes una carta de inmediato a el Avatar Aang y a su equipo, has que dija lo siguiente "es de extrema importancia que lleguen al palacio de cantera, Azula a escapado del manicomio y no se sabe su paraderos... Manda lady Mei en nombre del señor del fuego Zuko"- sin más el guardia se fue presurosos a cumplir con su encargo en nombre de su señora.

...

Luego de una media hora de viaje llego el de ojos dorados a su destino.

Efectivamente el lugar estaba en llamas y estás no cedían pese a que varios bomberos trabajaban contra el.

-mi señor, mi señor- grito el médico encargado de Azula.

Un hombre de la mediana edad, con mas arrugas que cabello.

-mi señor lamento llamarlo tan tarde a estas horas de la noche- decía disculpándose de rodillas y la cabeza contra el suelo.

-no se preocupe doctor, ahora lo importante es saber sobre la princesa Azula- le dijo el regente con calma.

-mi señor, si hermana estaba bajo los efectos del calmante que se le suministra por las tardes, además ella era la más cercana al epicentro de la explosión... No logramos sacar a todos los pacientes ya que el fuego se extendió muy rápido- explico el hombre asustada por la reacción de su gobernante.

El joven al escuchar eso no sabía cómo actuar, no podía entrar ya que era mucho el fuego y el calor infernal.

Pero tampoco quería pensar que su hermana podía estar muerta a estas alturas.

Ella era la más cercana era claro que sería la más difícil de sacar y no fue la única había 20 más en su pasillos de los cuáles no sabe cuántos fueron víctimas de aquel incendió.

El regente fue donde los bomberos y usando su fuego control los ayudo a tratar de extinguir las llamas.

...

Eran ya las cuatro de la madrugada.

Los trabajos estaban a punto de terminar solo faltaba la ala oeste, pero pese que ya el ala este dónde estaba la princesa estaba apagada no lo dejaban cruzar ya que era muy frágil la estructura.

En eso ve llegar un carruaje del cual bajaron Mei tanto su madre, la joven no mostraba ninguna expresión como era habitual pero sus ojos mostraban su preocupación por un posible escape de la de llamas azules.

En cuanto a la madre la incertidumbre que la consumía a más no poder, quería saber dónde estaba su hija.

-Mamá, Mei...- dijo el joven en un hilo de voz.

Su ropa de seda y su cara llena de tisne por el gran trabajo que hizo, solo preocupo más a las dos mujeres al ver la magnitud del accidente.

-Zuko ¿Dónde está Azula?- dijo la mayor preocupada.

-no lo se mamá- decia este mientras algunas lágrimas salían por sus ojos a causa de la desesperación y la impotencia de no poder actuar en esa situación, solo le quedaba esperar el mejor escenario y rezar a Agni por alguna respuesta.

AZULA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora