AZULA.

CAPITULO - 49

El cansancio se filtraba fácilmente por cada parte de mi cuerpo mientras luchaba de forma casi inútil por mantener mi cerebro lo más despierto posible, era como estar flotando... odio esa sensación.

No tengo control de donde voy ni que hago con mi cuerpo en el medio de una lucha inútil por mi supervivencia, era húmedo y cálido para luego volverse opresivo y frío nuevamente antes de regresar a su anterior estado otra vez.

Luche con cada gramo de mi ser por querer algo de calor pero el frío regreso y me golpeó otra vez con fuerza apenas empecé a calentarme un poco.

Quería gritar, atacar a quien me estuviera controlarlo y obligarlo a tragar polvo y sentir el poder de mi fuego una vez lo someta, mientras los quemó lentamente.

Otra vez, otra vez, otra vez... Una vez más, se repitió al menos otras ocho y luego solo una antes de detenerse un poco y otra vez cuarto, ocho, una y otra vez... Repite.

...

Katara movía lentamente el agua alrededor de la princesa, está había empezado a evaporarse un poco pero el patrón era simple un leve moviendo de cuatro repeticiones suaves, ocho fuertes obligando a la sangre restablecer los puntos de chi y luego un último para calmar el agua y después congelarla cuendo la temperatura de la princesa empezo a ser peligrosa.

Había pasado una semana del mismo procedimiento, por lo que había progresos en ellos.

Azula pese no estar aún despierta había empezado a calentar su cuerpo más a voluntad al sentir frío y no permanecía permanentemente siendo un horno.

Luego de enfriarse repitió otra vez todo una vez más para luego salir de ahí dejando a la princesa en el cubo de hielo.

...

El gardin del palacio no era de mis lugares favoritos, era un lugar tranquilo y agradable en mi niñez uno dónde podía jugarle cuentas bromas quisiera a Zuko y a Mei con la colaboración de Ty Lee.

Mire al grupo de cuatro niños correr entre el pasto tratando de atraparse mutuamente.

Sonríe un poco al escuchar sus risas y como si fuera un viejo tonto, me senté en el césped y mire los patos tortuga nadar ignorantes de su frágil existencia, creo somos iguales.

Un caparazón tan duro que es difícil de dañar pero un interior tan frágil que solo el mínimo de fuerza los despedaza.

Estos estuvieron a mi lado sin miedo de mi presencia.

...

-hab estado pasando muchas cosas alrededor del palacio- comentó Ty Lee a la chica en el hielo, insegura de si la escuchaba o no- remodelaron gran parte de este, ahora el estanque es como cuendo eramos niños y los patos tortuga me recuerdan un poco a ti... Un exterior muy duro pero frágiles por dentro- comentó con algunas pocas lágrimas filtrándose alrededor de sus ojos.

-me gustaría que las cosas fueran tan simples como cuando éramos niños y el peso de la guerra solo era una ilusión lejana-

...

Mire mi brazo y torso quemados a la orilla de un rio, podía ver la sangre escurriendo lentamente, basilantes de la pureza de este empeze a limpiar lentamente todo.

Apreté los dientes con fuerza mientras el dolor y el ardor me golpeaba con fuerza, grandes trozos de tela pegados de forma dolorosa.

Mantuve mi conciencia lo más posible, no podía estar así mucho tiempo y necesitaba atención medica pero no la obtendría fácilmente, por lo que trate lo mejor que pude mi carne calcinada.