capitulo - 43

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Narra Zuko.

Fuego era lo único que podía pasar por mi mente, ráfaga tras ráfaga salía de mis puños y pies mientras derribaba a cada invasor que llegaba.

Ming pese que Katara la había tratado de ayudar pero había muerto de forma instantánea apenas la flecha había atravesado su cráneo, siendo un esfuerzo infructuoso.

Había perdido la cuenta de cuántos eran, pero parecían ser cada vez menos, cuando la montaña de ilumino con fuerza, pate al último que estaba en mi camino y lo derive dejándolo en el suelo fuera de combate.

-hay que irnos de aquí- escuché a Ty Lee quien revisaba a los heridos que habían logrado refugiarse y regresar a la carreta.

-pero aún falta Azula- mencioné noqueado a otro sujeto.

-entonces que haces aquí?!- exclamo Katara subiendo en la carreta junto a Ty Lee.

-hay que darnos prisa- Aang desvío los ataques de dos arqueros para luego enterrarlos en el suelo, para ir con prisa hasta appa- apps gip gip-

El bisonte volador empezó a subir, por lo que sin perder tiempo tome un costado del pelaje del animal y subí a la silla de este.

Estando ya en lo alto logré ver cómo grandes columnas de fuego se alzaban, esto era obra de varios maestros una técnica que se había visto en su momento en Ba Sing SE en el asedio de los 600 días.

Los estaban atrapando y sofocando lentamente.

Narra Azula.

El aire se calentaba cada vez mas y muchos de los túneles estaban bloqueados, podía ver cuantas personas caían sin vida en el torrencial de agua pintando todo de rojo, los gritos de los hombres, mujeres y niños inundaba todo mientras buscaban desesperados escapar.

-SUJIN!!!- llame a mi compañera entre la multitud sin recibir respuesta alguna.

Sin importara que hiciera esta batalla estaba perdida y por mas que peleara aquí lo único que lograría seria gastar energía, solo podía tratar de abrirme el paso y escapar con Sujin y cuantos pueda.

Solo espero Ming este bien al otro lado con los pacientes.

El punto mas vulnerable era la salida directa a la montaña, me plante con firmeza en el suelo y prepare mi chi, controle mi respiración y prepare mis postura, la electricidad empezando a fluir desde la punta de mis dedos pasando por mis brazos. El poder embriagador del rayo, un rayo real, poderoso, imponente, destructor.

El tiempo se volvía mas lento a mi al redor viendo como las paredes de la grieta se iluminaban llenando todo de aquel brillo único mientras acortaba la distancia, los gritos inundaron nuevamente mis oídos y obligue mi cuello a girar donde provenía el sonido.

Mas de ellos llegaban masacrando a quienes se cruzaban por su camino abriéndose paso con facilidad, mientras la sangre salpicaba mas y los gritos se intencificaban a cada segundo se pasaba.

Sajín estaba con el resto de los dobladores plantando la defensa, cuando el silbido de las llamaradas pasando por los estrechos túneles derribando las murallas echas, mandando lejos a quienes las hicieron.

El rayo en la punta de mis dedos perdia estabilidad y empecé a moverme, el rayo golpeó más de lo que había previstos dañando las paredes rocosas de la arriba dejando caer rocas y junto a ellas más de quienes bloqueaban , solo había lamentos.

Mis pies se movían a cuánto podían dónde Ming esquivando los cuerpos que ahora no eran más que sacos de carne y huesos sin poder identificar.

Sujin levanto una pared de y tierra protegiendo cuanto podía de si misma de una llamada, en represalia trate de envíar otra cuando un golpe por un costado de metuvo quemando algo de la tela de mi ropa.

AZULA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora