Amor en Apocalipsis

Capítulo 11

Una vez que aterrizamos a Mark y a mi nos dan un colchón en el que dormiremos y nos explican algunas reglas.

Todos se encuentran en un campamento que ellos hicieron en el bosque.

La rutina es la misma.
Te levantas, lavas ropa, limpias tu zona en la que estas, vas por comida, ayudas en lo que se te pida, duermes y al día haces lo mismo.

Mark está entablando una "amistad" con Yeilen, eso es lo que él dice pero se nota que esta coqueteando con ella. Siempre, siempre le ayuda en todo, no importa si es lo más sencillo y tonto pero el va a ayudarla y acaba haciendo todo él.

Ya he hablado con ella, cada vez que ella y yo hablamos pone una cara de fastidiada pero no se porque le caigo mal. Una vez por fin me lo declaró, estábamos hablando de Mark y de la nada me dice:

- Me caes mal, ¿así ya no me hablaras ni me molestaras?-y avento el plato de comida, después la regaño Eyleen.

Desde ese día trató de no cruzar mirada ni palabra con ella, es lo más sano que podemos hacer para las tres. Mark, ella y yo.

Olvidando a Yeilen, con todos los demás me llevo bien. El otro día hable con Marcus y me contó que el fue el primero en aliarse con Eyleen y Yeilen, después se reencontró con su primo lejano Antoni cerca de la Bahía.
Marcus es un gran chico, tiene mi edad mejor dicho los va a cumplir en la próxima semana.

Sin embargo con Antoni casi no he cruzado palabra pero cuando lo he hecho siempre terminamos riendo ya sea por alguna de sus patoaventuras o chistes que él hace, es agradable pasar tiempo con él.

Con Eyleen tengo ya como una amistad, me ha dicho que no me preocupe por Yeilen que al fin y acabó así es ella y en ese momento ella no estaba de acuerdo de ir por alguna situación, no le quise preguntar que cosa porque siento que eso ya es otra historia y me vería mal. Dice que ella es la mayor, y que tiene 26 años, Yeilen tiene 20 años pero que se ve más chica por una enfermedad que padeció de chica.

No se que le habrá pasado a Isa y Stefani, necesito regresar por las cosas que dejé en el carro y el teléfono. Sólo espero que ella no se preocupe mucho por mí y que este bien.

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-Ya no tenemos provisiones y necesitamos más en cuanto se pueda. Iremos al super de la ciudad.-anuncia Eyleen.
-¿Quines van a ir?-pregunta Antoni.
-Pues yo tenía pensando que yo, Mark y Claire.-responde.

Yo...ir...será mi oportunidad de poder volver por el carro y las armas, y el celular.

-No. Claire no puede ir, es una niñita, gracias a ella tuvimos que ir a rescatarlos, todo por un estúpido berrinche.-reprocha Yeilen.

Estúpida. ¿Por un berrinche? ¿Ella tan siquiera sabe lo que paso realmente? ¿El porque decidí abandonar a Isa? No, no lo sabe por que ella cree que soy una niña todavía, pero esa no puede saber lo que en verdad paso.

-Yeilen la decisión esta tomada.-contesta Eyleen con un tono autoritario.

Yeilen no dice más. La calló. Se lo merecería. Se va a su casa de acampar hecha una furia. Pero a mi no me importa, estoy feliz, estoy sonriendo.

Eyleen nos habla a mí y a Mark para indicarnos lo que haremos allá. A él le toca ir atrás de nosotras y a mí recoger víveres lo más que pueda, dice que esencialmente agua y cosas enlatas que es lo que dura más.

Me da unas mochilas y a Mark unas armas y balas. Creo yo que a mi no me da una porque ha de suponer que no se usarla. Era lógico, cuando nos fueron a rescatar tenía un zombie arriba de mí. Aun así decido llevarme alguna de mis armas.

-Espero no equivocarme contigo.- me dice Eyleen mientras vuelve a la fogata.

Yo también espero eso. No equivocarme en nada porque sino no confiaran más en mí. Esto es algo vital para mi estadía aquí. Y sobre todo tengo que demostrarle a Yeilen que no soy una niñita berrinchuda.

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Apenas esta amaneciendo, el cielo se ve rojizo y azul, hermoso. Como el campamento está establecido cerca del bosque, los árboles le sientan bien al amanecer.

Cuando estamos apunto de llegar, Eyleen nos dice que nos preparamos, que estemos a atentos y sobre todo que no hagamos ruido, y la obedecemos.

En el camino ella va adelante y yo voy alado de Mark. De vez en cuando me mira y me sonríe. Quisiera preguntarle de como le va con Yeilen, tal vez la odie pero Mark es mi amigo y si necesitará algo, lo que sea, lo haría, es lo menos que puedo hacer por cuidarme.

-Tranquila.- me dice Mark.
-Lo estoy.- le sonrió para que parezca que lo estoy, pero no es así. Todo lo que yo haga hoy repercutirá en que me quedé o no.
-Claro que no, estás nerviosa. ¿Porqué?

Confío en él.

- Es que, todo lo que haga hoy definirá si me quedo aquí o no.
-¿Sólo por eso estas nerviosa?
- Me quedaré sola sino lo hago bien. ¿A donde iré?
-No lo sé, pero si te echan...-se calla un momento-...me echan a mí.-volteó rápidamente a verlo y sonríe.
-Pero...y ¿Yeilen?
-Jaja, hay más chicas.
-En una situación como está lo dudo.-sonrió. Y los dos nos empezamos a reír. Me gusta divertirme y más si es con él.
-Pues se que existirá la indicada en algún lugar, y estoy seguro de que no es Yeilen.
-¿Entonces porque le ruegas?-voltea a verme y tiene los ojos muy abiertos. Le sorprendió mi pregunta.
-No le ruego.

Se que si continuó esa conversación nada acabará bien.

-Va.-le digo. El asiente.-Oye Eyleen...-le digo mientras me acerco a ella.-quería ver si podíamos pasar por mi coche.-Se detiene.

-Venimos por algo. Lo siento pero no vamos a ir.

-Eyleen. Por Dios! Déjame ir por el carro, tendremos en que regresar.

-Ya te dije que no. Si quieres ve tu pero nadie más te va acompañar.

Se queda parada para ver mi respuesta, y se lo que tengo que hacer.

Me voy. Los dejó a los dos solos y me voy.

Se que tal vez no pueda regresar después pero necesitó ese celular. Necesito a mi amiga.