Era sábado y ese día no tenía la obligación de asistir a su trabajo, por lo que esa mañana se había encargado de hacer limpieza en todo su departamento mientras escuchaba música a través de su televisor.
Una vez juntó toda la basura en diferentes bolsas de residuos, las ató con cuidado para que no se escape nada y salió con ellas en mano, sintiendo como la ventisca matutina atravesaba su conjunto deportivo.
- ¿Jisuk? -pronunció sorprendida cuando lo vio alimentando un gato en uno de los laterales de su edificio.
- ¡Maldita sea, que susto! -gritó sorprendido.
- Lo siento -sonrió avergonzada colocando cada bolsa en su contenedor correspondiente- ¿Qué haces aquí?
- Nada -mintió recuperándose del susto- ¿Tú que haces aquí?
- ...Yo vivo aquí -dudó un poco en responderle, pero aun asi se lo dijo.
Amira se quedó callada ya que no sabía que más decirle y era pésima para mantener una conversación decente, asi que se sumieron en un silencio un tanto incómodo, hasta que la chica tomó aire y decidió romperlo.
- Jisuk ¿quieres entrar a comer alg...?
- ¿Chicos? -la interrumpieron.
La de ojos azules soltó un grito asustada y se tiró sobre el Yoo, quien la sostuvo en sus brazos ya que se había aferrado a él como un koala.
- No aparezcan asi -suspiró irritado Jisuk- ¿No ven que se asusta?
- Lo sentimos -habló Jiwoo apenado- ¿Estás bien, Amira?
La chica los miró asintiendo y pudieron apreciar como sus ojitos estaban aguados y con un muy pequeño puchero, ella se había sorprendido mucho al escucharlos.
- ¿Estaban alimentando a los gatos de aquí? -preguntó Jiwoo feliz mientras veía como Amira se bajada de su amigo- Jisuk, parece que a ti también te gustan los gatos.
La peliblanca sonrió avergonzara y se acercó hasta Kayden para acariciarlo levemente, este simplemente suspiró y se dejó tocar ya que parecía que a la chica le gustaba.
- ¡Hey, Jisuk! -gritaron desde lejos, y ya Amira no sabía cómo seguía viva de todos los sustos que le habían dado- ¡¿Quieres morir?! ¡¿Por qué no respondiste mis llamadas?!
- Dah, porque es de ti -respondió aburrido.
- ¡Hola Subin! -saludó Jiwoo y Amira le sonrió ampliamente mientras agitaba su mano.
- ¡Cállate! ¡Y dejen de actuar como si fuéramos cercano! -les gruñó.
La albina se encogió en su lugar y se alejó unos pasos de ella.
- ¿Puedes parar de llamarme? Es muy molesto -dijo Jisuk.
- ¿Piensas que quiero oír tu voz? -contraatacó enojada- Necesito saber dónde puedo encontrar a Wooin y a Amira.
- Ellos están aquí -los señaló Jiwoo.
- ¡Lo sé, tengo ojos también! -gruñó Subin sonrojada.
- ¿Para que necesitas vernos? -preguntó Amira amable.
- ¿Huh? Lo olvidé... porque apareció de la nada -respondió luego de dudar.
- Que patético -suspiró Jisuk- Es fin de semana ¿no tienes nada mejor que hacer?
Amira veía la conversación un tanto inquieta, asi que solo se quedó en su lugar balanceándose con sus pies para adelante y atrás mientras desviaba la mirada y silbaba, ese dúo siempre discutía de una u otra manera por lo que prefirió no intervenir porque tenía algo de miedo de llevarse un insulto o un puñetazo.
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Confianza || Eleceed
FanfictionEl mundo de los despertados siempre fue cruel, un ambiente donde debías cuidar tu espalda incluso de tu familia y amigos más cercanos, porque cada uno de los que te rodeaban podían traicionarte de la peor manera con tal de tener más poder. La confia...