Confianza || Eleceed

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Los pasos de varias personas resonaban por el largo pasillo, donde nadie tenía el valor de romper el tenso silencio. Amira caminaba entre medio de todos los profesores de la Academia Mundial, quienes habían hecho un círculo para rodearla; su mirada se encontraba al frente y su expresión seria se mantenía inamovible.

Ella sabía que era inocente, asi que no tenía miedo de que la inculpen otra vez, es por ello que le pidió a Garis Lutrein que sea él mismo quien la investigue, pues sus habilidades psíquicas son las mejores del mundo de los despertados, no habría error alguno si él ingresa en su mente.

Si hubiera tenido esta valentía en aquel entonces, no habría pasado nada -pensó ingresando a la sala- Pero hace tres años no tenía idea de nada, fui muy ingenua. Ahora ya no.

- Siéntate -ordenó uno de los profesores.

Sin rechinar se ubicó la silla que le indicaban mientras que el director se posicionaba enfrente de ella.

- Comencemos -habló Garis.

Amira se mantuvo en su lugar con sus manos entrelazadas sobre su regaño, viendo a los mayores frente suya y sintiendo como la energía de ese hombre ingresaba lentamente a su cuerpo.

A su vez, el Lutrein se encargó de adentrarse a la mente de la chica mientras se conectaba con los demás profesores, asi todos vieran lo mismo que él.

- Por la manera tan rápida de proceder con la investigación, me imagino que Kayden los amenazó ¿no? -preguntó Amira calmada- Me disculpo por él, suele ser muy impulsivo. Pueden demorarse todo lo que necesites, siempre y cuando se haga correctamente.

Ninguno dijo nada ante las palabras de la chica continuaron con la indagación, sintiendo como sus pechos se oprimían fuertemente y eran incapaces de soltar un sonido.

Garis Lutrein es el mejor con habilidades psíquicas en todo el mundo, era imposible que se equivoque en una técnica o no identifique un recuerdo falso; y eso les dolía como nunca.

Porque entonces, todo lo que estaban viendo en la mente de la chica era real.

Sus recuerdos de la infancia, la indiferencia de sus padres, el amor a su hermano, su dedicación y lealtad con la Academia Mundial de Despertados, sus sueños para un futuro, el cariño a sus compañeros, el día en que la encerraron, los maltratos que sufrió esa semana de aislamiento, las palabras crueles de Duke hacia ella, el juicio, su desesperación por huir, el miedo de ser atrapada, su llegada a Corea del Sur, su desconfianza hacia el nuevo país y sus habitantes, el aprecio incondicional a ese grupo de adolescentes, la admiración hacia Kartein y el amor a Kayden.

Durante una hora completa pudieron vivir todo lo que vivió Darice Grane. Todo.

Nadie era capaz de decir una sola palabra, la culpa y el arrepentimiento habían florecido en sus corazones como nunca. No podían creer que toda una institución le había dado la espalda a alguien que fue leal en todo momento... Que en realidad ellos eran los traidores.

- Ahora que no tienen dudas -habló Amira, sacándolos de sus pensamientos- Deben proceder a capturar a mi hermano, él puede estar huyendo en estos momentos ya que sabe que no saldrá bien luego de esta investigación.

- Ordenen la captura inmediata para Duke Grane -susurró Garis aturdido volteando a los profesores- ¡Ahora!

Los ojos azulados de la chica vieron como los mayores salían rápidamente de la sala, quedando únicamente ella junto al director, quien ni bien se fueron cayó de rodillas al suelo.

Amira no dijo nada y se puso de pie, caminando hacia Garis y colocándose a su lado sin verlo.

- Todo es nuestra culpa... lo lamento tanto -susurró abatido colocando su cabeza sobre el suelo- Si hubiéramos hecho las cosas como corresponden, tú nunca habrías pasado por algo como eso... De verdad lo siento, por favor, perdónanos.