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Un pequeño suspiro se escapó de su boca mientras que sus ojos brillantes de color azul veían la bella costa playera que podía observar desde lo alto del mirador, esperando pacientemente a que su maestro llegara.

- Te ves seria ¿qué hiciste ahora?

- ¿Por qué tengo que ser yo quien hace algo? -preguntó con un puchero.

Kartein se encogió de hombros y se colocó a su lado para ver el mismo paisaje que Amira.

- El señor Park me llamó hace una hora -habló ella seria- Frame ha contactado a la Unión para pedir una reunión conmigo como discípula de Kartein.

El albino frunció el ceño al oír que aquella organización quería reunirse con su alumna, si bien pensó que era posible, no pensaba que la llamarían tan temprano.

- ¿Qué quieres hacer? -preguntó.

- Sinceramente, no me interesa la invitación -dijo- Pero Frame me ha invitado como su discípula.

- No tienes la obligación de ir -comentó viéndola con seriedad.

- El primer dia que entrenamos juntos como maestro y alumna, usted me dijo que yo siempre iba a correr peligro -giró su cuerpo para verlo a la cara- Y yo le dije que estaba preparada para cualquier cosa porque nunca esperé que mi camino fuese fácil, siempre supe que me encontraría con estas cosas. No pienso negar mi relación con usted porque estoy orgullosa de ser su discípula, es por eso que asumiré mi papel y le mostraré al mundo que nosotros no somos despertados a los cuales subestimar -finalizó con una sonrisa grande.

Kartein abrió levemente sus ojos al oír la determinación de Amira, pero el sabor amargo en su boca todavía no se iba.

- ¿Estás segura que quieres ir? -preguntó serio- Yo no podré acompañarte, tampoco Kayden, estarás sola en territorio enemigo.

- Si, maestro -asintió convencida- He sido entrenada por usted, estaré bien, asi que no se preocupe por mi.

El albino suspiró derrotado, no le gustaba aquello, deseaba que Amira se quedara en Corea bajo su protección, pero él no estaba en su mejor estado y si aparecía en las instalaciones de Frame era posible que los atacaran para eliminarlos a los dos.

- No haga esa cara -rio la chica- Ellos no me atacarán, no les conviene tenerme como enemiga, nadie quiere perder el favor de una curandera de nivel mundial y poderosa... Además, también tengo algo que decirle...

- ¿Qué ocurre, Amira? -preguntó entrecerrando los ojos con sospecha.

- Pensaba en decírselo luego, pero surgió esto asi que no tengo de otra -sonrió nerviosa desviando la mirada- ¡Pero no se vaya a enojar!

- ¿Qué has hecho como para enojarme? -contraatacó.

- Todavía nada.

- Ya, suéltalo -gruñó.

- Yo... -tomó aire y lo miró a los ojos- Yo deseo convertirme en la líder la Asociación Mundial de Despertados.

Kartein pestañeó varias veces al escucharla, intentando procesar lo que acaba de decirle su querida discípula. Jamás se esperó algo como eso. Es decir, pensó en que tal vez estaba embarazada del idiota de Kayden o que quería destruir otra familia como los Grane, pero nunca eso.

- ¿Y por qué tu...?

- Quiero cambiar el mundo de los despertados para bien -dijo volviendo su mirada a la playa- No deseo que mi pasado le ocurra a los demás niños y adolescentes que se están formando y adentrando a esta realidad; quiero que crezcan en un ámbito con confianza, que no tengan cuidar su espalda de su propia familia y compañeros; yo... quiero crear una nueva era donde los despertados puedan sonreír con sinceridad y que tengan amigos verdaderos, que puedan experimentar lo que yo estoy viviendo ahora con todos ustedes.

Confianza || EleceedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora