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Amira reía suavemente ante una de las tantas anécdotas de Supri de sus tiempos en donde apenas iniciaba su vida de despertada. Como se lo había prometido, ahora estaban tomando un refrigerio luego de una pequeña tarde de entrenamiento con los novatos.

- Supe que mañana te irás -dijo Supri con una pequeña sonrisa, no lo diría nunca, pero se había sentido a gusto con Amira.

- Asi es, señora -suspiró un poco desanimada- Me gustaría pasar más tiempo con usted y los muchachos de Frame, pero debo volver con mi maestro y amigos, ya he pasado mucho tiempo fuera de casa.

La mayor estaba a punto de contestar cuando las puertas de su oficina fueron abiertas de golpe, dejando ver la figura de Mus.-   ¡Señora, tenemos problemas! ¡Se me informó que el señor Andrei ha tomado la custodia del joven Jiwoo!

No faltaron más palabras para que Amira se pusiera de pie y saliera de la oficina a paso veloz, no sin antes susurrar un "lo siento". No tenía tiempo para formalidades, menos cuando sintió a la distancia el primer golpe que recibió su amigo.

Apuró su corrida cuando Jiwoo nuevamente fue golpeado, esta vez mucho más fuerte. Su tierna mirada se había tornado a una preocupada, gracias a su marca de loto él estaba siendo curado, pero nadie le quitaría la paliza que le estaban dando quién sabe por qué.

Aunque ya sospechaba algo. Esta era la perfecta situación para que Andrei se desquitara con Kayden por su última pelea, pues Jiwoo era el principal acusado por la desaparición de N°6 y seguramente lo esté lastimando con la justificación de "investigarlo". Amira estaba libre de sospechas ya que justo ese día estaba cenando con Supri, es decir que tenía la coartada perfecta, pero le hubiera gustado estar al lado de su amigo por cualquier cosa.

Chasqueando la lengua con molestia, la albina abrió las amplias puertas de la sala donde suponía estaba Jiwoo.-   ¡Deténgase! ¡¿Qué cree que hace?!

Los varones presentes se dieron vuelta para ver quien había tenido la osadía de entrar e interrumpir donde había un top 10, encontrándose con la mirada furiosa de la discípula de Kartein. Y para Duke no la situación no podía ir mejor, ahora tenía la posibilidad de matar a dos pájaros de un tiro.

- ¡Amira! -pronunció el Seo sorprendido y preocupado, la chica estaba aliviada de que no se viera con heridas gracias a su marca.

- Señor Andrei, disculpeme, pero lo que está haciendo está mal -se atrevió a decir sin bajar la mirada, tal cual lo hacía su maestro- Aun si para usted no se necesitan pruebas, Jiwoo Seo está siendo sometido a un ardua investigación por parte de Frame, hasta que se demuestre lo contrario, él es inocente. Además, él sigue siendo un invitado de honor de Frame y el discípulo de Kayden.

- Eres igual de arrogante que Kartein -dijo Andrei- ¿Me estás diciendo que tengo que bajar la cabeza ante Kayden?

- No, solo digo que siga las reglas -refutó seria colocándose enfrente de Jiwoo- Porque si nos basamos en sus propios argumentos, entonces deberíamos interrogar y poner bajo custodia a todo aquel que estuviera fuera de las habitaciones en toque de queda ¿no lo creen, señor Sismo, Duke? -finalizó viéndolos de reojo.

Ambos mencionados apretaron la mandíbula, molestos ante la astucia de la albina. Aun si no lo parecía, ella los estaba acusando abiertamente de tener algo que ver ante la desaparición de N°6. Aunque eso a Sismo no le interesó, sabía que su maestro estaba de su lado, por lo que no dudó en acercarse a la chica y tomarla por la nuca, agarrando con odio sus largos cabellos.

- ¿¡Quien te crees que eres!? -gruñó Sismo- ¡Conoce tu lugar, maldita perra! ¡Estás enfrente de un top 10 mundial y te atreves a contestar!

De repente, no solo una, sino que varias cachetadas resonaron en la sala, provocando que el rostro de Amira se ensucie por la sangre que expulsaba por su boca y nariz. Duke sonrió en grande, finalmente podía ver a su hermana herida, algo que causaba regocijo en él.

Confianza || EleceedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora