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Jungwoo no sabe de qué parte le salió tanta confianza al platicar con él, pero así como llegó está misma se fue al momento de salir del restaurante, fuera del lugar Jaehyun lo guío a su automóvil.

Jaehyun estuvo platicando con la mirada fija en el tráfico, le preguntaba un poco más sobre el tipo de series que le gustaba ver, el porque había querido estudiar periodismo y otros datos banales. Jungwoo contestaba como si nada pero por dentro trataba de controlar lo tenso que se encontraba.

Minutos después llegaron a un gran edificio, podría decir que eran miles de pisos pero era exagerado, probablemente unos veinte, Jaehyun estacionó su auto en el sótano de este e incluso fue tan caballeroso cuando le abrió la puerta.

No era necesario entrar a un lobby, el mismo estacionamiento era exclusivo para la gente que habitaba ahí y tenía un elevador listo para llevarte hacia la puerta de tu departamento, Jungwoo pudo ver que Jaehyun apretó el número diez.

En el trayecto del sótano al piso diez ambos quedaron en silencio, Jaehyun le dió un vistazo rápido a su celular y después volteó a ver al castaño a lado de él; poseía un bonito perfil, unos carnosos labios y unos ojos grandes, disfrutaría está noche como nunca.

Al darse cuenta de su mirada Jungwoo volteó a verlo y le regaló una sonrisa, aunque era más de nerviosismo por sentirse tan observado.

Las puertas de elevador se abrieron dejándolos en el pasillo, Jaehyun se adelantó a abrir la puerta y le invito a pasar a su primero a su departamento. Prendió una de las tantas luces dejando la sala de estar de manera tenue y Jungwoo casi se le cae la quijada de ver algo tan lujoso y de buen gusto como ese hogar, este hombre debía hacer dinero hasta por parpadear.

—Lindo hogar. —Halagó mientras veía todo impresionado, hasta que su mirada se topo con un bonito tocadiscos a lado de la sala y a su costado una pila de viniles, reconoció el primero de ahí.

Jaehyun vió su expresión, cómo sus ojos se iluminaron.

—Esa es una joya de vinil, lamentablemente no reconocida. Es bueno encontrar alguien que aprecia la música de ella. —Jungwoo señaló con aparente emoción.

—Es maravillosa, lo escucho casi a diario. Puedes ponerlo.

—Lo haré encantado.

Primero deja su chaqueta cuidadosamente en el sillón Jungwoo se dirige al tocadiscos y mientras Jaehyun va al pequeño bar que tiene en una esquina —: Se que dijiste que no te gusta el alcohol. ¿Quieres tomar algo que no sea agua? Tengo jugo de manzana o soda.

—El jugo de manzana está bien. —la música empieza a correr, el piano empieza sonar y con el contrabajo, y después la voz de una de sus cantantes favoritas.

One lie weakens a million truths
Time
Does it heal or does it steal?
Pockets hang out like surrendered flags
The cracks on the street
Keep memories of you.

Jaehyun lo invita a sentarse a su lado. En el pequeño camino hacia el sofá Jungwoo se queda parado frente a el, puede ver por el gran ventanal casi toda la ciudad, aunque desde esa altura solo eran lucecitas y los demás edificios no eran más que hormigas.

—¿No te da vértigo? Si me acerco más siento que me voy a caer.

—Al principio si, ya me acostumbré, la vista es preciosa desde aquí. —Pero no hablaba precisamente de la ciudad.

Jungwoo toma asiento al lado suyo, acepta el vaso que le extiende Jaehyun —: Quien lo diría, cualquiera que me viera pensaría que estoy tomando whisky y solo es jugo de manzana. Debo ser muy infantil.

—Para nada, es respetable si no quieres tomar. 

—La cosa es que no tengo resistencia —se sinceró —, por eso no me gusta, prefiero estar en mis cinco sentidos.

—Es el problema del alcohol, te hace sentir tan bien que despiertas tan mal.

Cause need a little bit of you in my life
To get away from me and my mind... —Jungwoo canta el fragmento de la canción que ahora ha cambiado —, mi inglés es tan malo pero no puedo evitar cantarla.

Jungwoo no sabía más que seguirlo impresionando, tenía una voz muy suave y ligera. De esas que podría llevar a dormir a una persona en pleno insomnio y no por aburrida sino por relajante.

Extrañamente la conversación es llevadera otra vez, es consciente de cuando pone su mano sobre el muslo del castaño acariciando lenta y tortuosamente sobre la tela del pantalón mientras siguen platicando sobre la artista favorita que tienen en común.

Jungwoo no es tonto, pero de nuevo disimula que el corazón le empieza a latir a mil por hora gracias a esas caricias. Por un largo momento había olvidado el único propósito de esa salida.

Puede sentir su calor y esa fragancia deliciosa, probablemente un perfume caro igual que como lucía el dueño que la portaba.

Jaehyun admite que está ansioso por probar esos labios que lo tentaron durante toda la cena, le interesan ambas cosas; seguir platicando con Jungwoo  pero que mejor que sea directo con sus labios.

El universitario no tiene de otra que voltear ante su intensa mirada y dejar de lado la conversación. Si el cedía, no iba a estar nada listo para lo que seguía pero no podía alejarse, era como un tipo de imán, poco a poco iban a chocar. Puede sentir su cálido aliento y la mirada atenta en sus labios, solo un poco más y...

—No puedo hacer esto, lo siento. —Jungwoo aleja su rostro.

—¿Qué sucede?

Jungwoo se para del sillón incluso ante la mirada confundida de Jaehyun.

—Sucede que... Debería irme —deja su vaso casi intacto en la mesita de enfrente —. Perdón por hacerte perder el tiempo, eres agradable no me malinterpretes, pero creo que no soy el tipo de persona que buscas —con nerviosismo busca su chaqueta y su teléfono en el sofá —. Que tengas buena noche Jaehyun.

Ubica la puerta y después sale por está, ahora tiene que recorrer casi diez pisos para llegar a la entrada del gran edificio.

Mientras va en el elevador se recrimina mentalmente, es un tonto porque sabía desde un principio que nunca iba a estar seguro de reunirse, por más que se haya mentalizado con que era joven y toda esa mierda, sabía que no era capaz. Sin dudarlo pide el primer taxi que aparece en la aplicación, afortunadamente está a menos de cinco minutos.

Con rapidez sale del edificio como alma que lleva el diablo, sin importarle que el aire frío le pegue directamente en la cara y cuerpo caminando lejos del lujoso complejo.

Cierra los ojos y cubre su cara sintiendo tanta vergüenza. Seguro quedó como un indefenso crío para semejante hombre. Podría esconderse debajo de una piedra ahora mismo.

Solo beneficios | JaeWoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora