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—El joven únicamente tiene 2 centímetros de dilatación, le falta mucho para que pueda dar a luz. — habló la enfermera después de revisar a Guillermo. —Le recomiendo que vuelva a las 12 del medio día para revisar la evolución en la dilatación.
—Con todo respeto no mame, venimos casi casi desde el fundillo del diablo ¿Si Memo se vuelve a poner mal piensa que lo vamos a volver a traer?— reprochó Javier con obvia molestia.
—Wey, relájate un chingo. — intentó Guardado.
—Es que que no mame. — susurró mirando a Andrés.
—Escuchen, veré que podemos hacer, no es que no lo queramos atender, simplemente no creemos necesario que el paciente esté aquí ocupando un espacio que una mujer que está a punto de dar a luz sí necesita.
—Debió haber visto cómo se retorcía el wey, hasta me espantó, chéquese mi mano. — Hernández mostró su mano a la enfermera quien sólo levantó ambas cejas en respuesta.
Y aún así el vato meses atrás se quejaba de que por qué ninguna mujer lo pelaba.
—Lo entiendo, insisto, veremos qué podemos hacer.
—A Memo le dijeron que su embarazo era de alto riesgo. — al fin habló Lionel. —No podemos regresar a casa, estando aquí está por así decirlo seguro, pero en casa y con este trío de boludos. — Javier lo miró mal. —No es un lugar seguro ni para él ni para el bebé.
—Comprendo... Evaluaremos el caso del paciente, pero por mientras necesito que me acompañe a llenar algunos papeles ¿Es usted la pareja de Guillermo y el papá del bebé?
—Sí, lo soy.
Aún después de miles de papeleos y malas caras, lo habían logrado, al menos Lionel tenía un peso menos encima al saber que su novio y bebé estaban en un lugar seguro... Y que él podía estar con ellos.
Messi cabeceó un poco en la silla junto a la cama de Memo, moría de sueño, pero más de preocupación.
Escuchó el castañeo de dientes por parte del rizado.
Guillermo estaba temblando.
—Rulitos ¿Qué tenés?— preguntó con preocupación para acercarse a Memo.
—Me... Duele. — musitó con voz ronca.
—Tranquilo, ahora mismo le llamo a una enfermera ¿Sí?— Ochoa no era consiente de absolutamente nada que estuviera ocurriendo a su alrededor, sin embargo asintió.
Lionel estaba sorprendido de lo deficiente que podía llegar a ser el sistema de salud en México.
—Nomás tiene 38.2 grados de temperatura, es normal que por el dolor y todo lo que está ocurriendo ahí adentro le provoque la fiebre. — dijo sin más la mujer mayor de cofia.
—No, esto no es normal, está temblando.
—Con todo respeto ¿Quién de aquí estudió enfermería por cinco años y lleva años de experiencia? Yo sé lo que te digo, muchachito. — la mujer rodó los ojos y salió de la habitación.
Dejando de nueva cuenta a Lionel y Memo solos.
—Tranquilo mi amor... Va a salir bien. — musitó con dolor mientras cubría a Memo con la sábana y acariciaba sus rizos.
Dieron las 6 am, 7 am, 8 am... Cada hora que transcurría era una nueva contracción en Ochoa.
—No mames ¿Por qué chingados se tardan tanto?— mencionó Chicha con preocupación.
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𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤í ||𝘔𝘦𝘴𝘴𝘪 𝘹 𝘖𝘤𝘩𝘰𝘢|| (Editada)
Fanfiction𝘎𝘶𝘪𝘭𝘭𝘦𝘳𝘮𝘰 𝘖𝘤𝘩𝘰𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘌𝘕𝘗 6 𝘺 𝘱𝘰𝘳𝘵𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘧ú𝘵𝘣𝘰𝘭 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦 𝘢 𝘓𝘪𝘰𝘯𝘦𝘭 𝘔𝘦𝘴𝘴𝘪, 𝘶𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘢𝘳𝘨𝘦𝘯𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘦...