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—El día 14 de Julio de 2023 a las 23:20 horas se dió alumbramiento de un varón de nombre Mateo, con peso de 1 kilo 950 gramos y talla de 43 centímetros. Madre de nombre Francisco Guillermo Ochoa Magaña y padre de nombre Lionel Andrés Messi Cuccittini. El producto fue presentado como vivo, nacido a las 32 semanas de gestación. Felicidades Guillermo, lo hiciste excelente, puedes darle un besito a tu bebé antes de que nos lo llevemos.

—No mamen. — soltó sin pudor y se cubrió la boca. —Verga, verga, verga ¿No estoy dormido?— preguntó incrédulo y la ginecóloga negó intentando guardar la risa.

—No Guillermo, no estás dormido, todo esto es real.

—No mames. — musitó sin poder creerlo.

Tenía justo frente a él a un pequeño bebito de poco cabello, piel de durazno y bien chillón.

—Hola mi amor... Hola. — sonrió incrédulo. —No mames, no puedo creer que estuviste aquí adentro conmigo todo este tiempo, y yo que pensaba regalarte, neta que soy un pendejo. — el bebé lloriqueo haciendo sonreír a Memo quien tenía los ojos llorosos. —Bienvenido Mate, te amo. — susurró antes de besar la cabeza de su bebé y este fue retirado de su pecho.

—Vamos a llevarnos a Mateo a la unidad de cuidados intensivos neonatales para un monitoreo más cercano, y como lo veo, es necesario que esté en incubadora para el óptimo desarrollo de sus pulmones y que pueda mantener su calor corporal.

Fue así como Mateo Messi llegó a este México mágico tercermundista, pero eso sí, mejores tíos y padres no le pudieron haber tocado...

—Hola bonito. — saludó Lionel a través del cristal de la incubadora mientras colocaba uno de sus dedos cerca de la mano de Mateo.

Éste de inmediato se aferró a su dedo índice cubierto por el guante de látex. Lionel soltó una pequeña risita al tiempo que sorbía su nariz.

—No sabés las ganas que tenía de conocerte desde que papá me dijo que estaba esperándote, y mirá lo rápido que se fue el tiempo, vos estás acá y papá está bien. — Mateo se movió un poco antes de soltar un quejido. —Sos más hermoso de lo que te soñé... Y sos re chiquito, mi pulguita.

Lionel no había dejado de agradecerle a la vida que todo estaba bien... No estaba soñando, Mateo ya estaba con ellos.

—No pus... Sí se nota que el Mati es mitad argentino. — murmuró el Javier viendo a través del cristal y Andrés le dió un codazo.

—No seas culero pinche chícharo. — masculló entre dientes mientras negaba.

— ¿Qué? Yo nada más digo la verdad. — murmuró con el ceño fruncido y volvió la vista a Lionel y Mateo.

—Pues nada más que Memo no te oiga o te va a dar en tu madre por meterte con su "querubín". — dijo haciendo comillas con sus dedos.

—Nhe ¿Tú crees?

—Cuando tenía seis meses, le metió un vergazo a Carlos porque le dijo que de seguro su bebé iba a salir bien narizón, tú dirás.

—Ah... No pues sí.

Mateo nació un viernes, pero no fue sino hasta el sábado por la tarde - noche que por fin los nuevos padres volvieron a reunirse.

Lionel con un ramo de margaritas y unas ganas increíbles de tener a Ochoa entre sus brazos.

El mexicano lo había convertido en padre... Y le estaría eternamente agradecido por ello.

Un "gracias" fue lo primero salido de la boca de Messi al ver a Guillermo, postrado en la cama de la sala de recuperación, con aquel catéter conectado al dorso de su mano.

𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤í ||𝘔𝘦𝘴𝘴𝘪 𝘹 𝘖𝘤𝘩𝘰𝘢|| (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora