3

556 37 12
                                    

-¡Esto es inaudito hijo mío! ¿Llegar tarde? Te he dejado llegar tarde por llevar a mi nieta a la escuela, pero ¡No tan tarde! -

Mi padre el Profesor Membrana, tocó su cabeza sobando su sien mientras se volteaba mirando la ventana frente a él.

-Sabes que al ser mi hijo todos piensan que tienes privilegios, y no negaré que prácticamente los tienes. Faltas varios días por estar con Diz, tienes vacaciones de más por esa niña. ¡La ciencia no necesita gente como tú! Si no fueras mi hijo te habría despedido mucho antes.

-Perdona papá ... Está vez acepto que fue mi error... -baje la cabeza dejando mi mano sobre mi brazo apretándome con fuerza para evitar responderle.

La razón por la que acepte trabajar con mi padre y abandonar mi sueño fue por Diz, si no fuera por ella... No soportaría estos regaños, todo lo que hago es por el bien de mi hija.

Mi padre se sentó en su escritorio y volteo a verme atreves de esos googlees tan enormes que siempre traía, tan oscuros que era difícil saber si te miraba a ti precisamente.

- ¿Cuándo vas a casarte? No puedes cuidar a tu hija siempre tú, tampoco quieres que te dé un cuidador inventando por mí para que la cuide, como Foodio 3000 o una pantalla como solía cuidarte a ti y a tu hermana.

-Agradezco tu preocupación papá, sin embargo prefiero no dejar a Diz con ellos como tú nos "cuidabas" de niños. - desvíe mi mirada con resentimiento.

-Como quieras, al menos ya no tengo que estar detrás de ti por pensar en pie grande o cosas menos científicas - hizo un ademán con sus manos restando importancia - Pero te advierto, si vuelves a tardar en venir a trabajar no aseguro que, aún siendo el dueño, te quedes en este trabajo. Ya te dejé pasar muchas cosas Dib.

-No se volverá a repetir. -

Baje la mirada esperando que dijera algo más para irme a mi trabajo de una vez y poder distraerme de este pesar con trabajo matemático y cuántico, no obstante, prefería que ya no dijera nada e irme de inmediato. Yo no tengo tanta suerte.

-Antes de que te vayas, sé que estabas buscando un nuevo ayudante para tu trabajo, hemos traído personal de otro laboratorio Membrana en otra ciudad para este trabajo, ¡además podrá hacer tu trabajo cada que quieras estar con Diz! Puedes pasar.

Sentí un escalofrío cuando escuché la puerta abrirse detrás de mí, sumado de una ira creciente ante un mal presentimiento, ni siquiera quería darme vuelta para ver quién había entrado, ya presentía quién diablos era.

"No ... No me digas que es..."

-¿Dib? - Keef me miraba desde la puerta boquiabierto - ¡¿eres mi compañero del trabajo?!

-Papá nunca me hablaste de esto, es ¡MI! Deber encontrar a alguien...-me interrumpió

-Todos los que escoges te dejan en menos de una semana. No te quejes, agradece mejor mi preocupación por ti para que pases tiempo con Diz. - se levantó y camino entre los dos tomando el hombro de Keef. - Sin embargo, él no es tu compañero, pero trabajará contigo desde hoy por un año aquí, necesitaba que lo conozcas para que le enseñes los laboratorios. Tu compañero ya está trabajando debido a tu enorme retraso.

-Oh... Prof. Membraba me alegra haber sido seleccionado para este trabajo, me siento muy honrado -sonrió como un sol el peli naranja con ojos llenos de entusiasmo - ¡Prometo poner en alto a los Laboratorios Membrana!

-Y sé que lo harás jajaja - Le respondió mi padre con una voz alegre y comprensiva a comparación de como está a hace un segundo conmigo.

Me sentí enfermo, estaba estático viendo un claro caso de lame botas, mi padre parecía conforme con ello. ¿Por qué rayos tenía que ser aquí? Con mil de lugares existentes, tenía que venir a trabajar aquí, no odiaba a Keef cuando éramos niños, incluso le tenía lástima por como Zim lo trataba, pero ahora ... Ni siquiera podía ver sus ojos sin resoplar por la ira.

La persona por la que Zim me cambio sería un compañero laboral, tendría que verlo cara a cara... Casi todos los días... Quería arrancarme la cara de una vez por todas de solo pensar en ello, mi ansiedad y furia eran mayores, ya estaba inquieto.

-¿Será un plan de ese chico verde para volverme loco? -

Pensé volviendo a tocar mi pecho intentando controlar mi taquicardia ante el dolor que se hizo presente nuevamente, era como cientos de agujas entrando a mi corazón sin piedad, mis ojos ardieron de nuevo tragando mis lágrimas al pasar mi saliva.

***

El día paso más rápido de lo que pensó, Gaz era la encargada de recoger a Diz mientras Dib terminaba de trabajar.

Mientras esperaba en la entrada de la escuela en su motocicleta en morado metálico vio con su casco a un chico que sabía que conocía, se quitó el casco para hablarle, pero en ese momento la alarma de salida sonó, las puertas se abrieron e igual que un enjambre de abejas los niños salían despavoridos ansiando llegar a su hogar.

Mientras esperaba en la entrada de la escuela en su motocicleta en morado metálico vio con su casco a un chico que sabía que conocía, se quitó el casco para hablarle, pero en ese momento la alarma de salida sonó, las puertas se abrieron e igual qu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Vio llegar a su sobrina y está le sonrió.

-Tía Gaz, me alegra verte, ¿nos vamos a tu casa? -

-Por ahora te quedarás más tiempo en mi casa, tu padre hará horas extra por llegar tarde al trabajo. - Le entrego un casco pequeño en color negro- Póntelo.

Alzó la vista para ver al chico, sabía quién era, sus ojos rasgados se abrieron al ver el niño que corrió a él.

-Que interesante.

-¿Qué cosa? - hablo la niña con el casco puesto, Gaz confirmo que lo tuviera bien y la subió entre sus brazos.

-No es nada, sujétate. Nos iremos a la casa que tanto te gusta llena de juegos y pizza.

-¡Siii! La pizza me encanta, ¿Comeremos la de siempre?

-Una mejor.

Gaz arranco sin dirigirle la palabra al chico, aunque el joven la había visto de reojo y espero nervioso que ella no fuera tan lista como para ver a través de su disfraz mejorado.

-Que suerte la humana no parece ser tan asombrosamente inteligente como Zim.

-Papi no me gustó la escuela. -Hablo su hijo en voz baja y cabizbajo.

-¡Tsk!, no digas tonterías, tendrás que venir como yo ¡el gran y todo poderoso Zim! Vino en su tiempo, si Zim sobrevivió tú podrás hacerlo, aunque estos seres sean estúpidos y horrendos.

El pequeño gruño y se cruzó de brazos como protesta, Zim rodó los ojos y lo empujó para caminar hacia el auto negro, el pequeño no tuvo más remedio que seguir sus órdenes por más enojado que estuviera.

Capitulo tres:
La pesadilla regresa 2

Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora