12

414 26 10
                                    

Desde donde estábamos, arriba en el techo del local de hamburguesas, todavía, intentaba observar si hubiera algún niño que se viera perdido, el problema era que todavía había muchos niños a pesar de ser ya muy tarde sin mencionar que era Domingo, en tanto Zim estaba también viendo como loco todos los lados que pudiera y mi hija ayudaba viendo en una dirección. Sin embargo recién me voy dando cuenta de un problema, no sabía cómo rayos era el niño, ¿cómo lo iba a reconocer? Solo lo había visto de espaldas hasta ahora.

—Zim... —Le hablé de forma sería.

—¿Qué quieres? Sigue buscando. — Él observaba desde la esquina del otro lado guardando distancia de mí y mi hija. Tenía puesto unos binoculares que no se molestó en quitarse porque ni siquiera nos volteó a ver.

—¿Cómo es Nova? Nunca lo he visto, apenas ayer supe como se llama tu hijo.

Zim no respondió rápido, se quedó callado, solo alzó sus hombros sin echarnos una miradita siquiera. Se hacía el concentrado en seguir buscando, aunque sentía su indiferencia como un balde de agua helada que me hacía doler un poco el pecho... Pero al menos me estaba hablando eso ya era un avance ¿Verdad?

—¿Pequeño? Como un humano supongo... Pero mucho mejor obviamente. — Se limitó a decir finalmente aquel extraterrestre.

—Zim ¿cómo diablos lo voy a encontrarlo si no sé cómo es? —suspiré frustrado, me levanté para ir con él quedándome a su lado—¿tienes alguna foto, por lo menos?

—Aquí no, Zim no trae fotos... Ni que fuera Keef... —Trono los dedos como una señal que había tenido una idea. — ¡Ya sé!, seguro fue a buscarlos ahí.

—¿Eh?... Acaso ¿Me desviaste el tema...? — Entre cerré los ojos.

—No le hagas a Zim tus dramas ahora Dib-cosa, ahora vamos ahí, trae a tu larva esa, ya que no la quieres dejar aquí, por desgracia. —Siseo poniendo los ojos en blanco.

Me estaba empezando a enojar que se expresará así de mi niña, la veía y le hablaba de una forma tan deplorable que simplemente ya me tenía en la raya listo para cruzar dispuesto a pedirle respeto asia mi hija, hablándole sin cortesía alguna, si no fuera Zim se lo pediría de inmediato, pero siendo ese chico espacial a quien no me convenía hacerlo enojar más; tenía que tener un poco de paciencia, respire profundo varias veces, sobe mi sien con la yema de mis dedos para calmarme y poder seguir hablando con él sin tener que empezar a pelear, como en los viejos tiempos.

—¿Dónde ahí? — Fruncí la sien y miré a donde señaló, negué inmediato al ver el lugar pensando inmediatamente en mi hija, ella era pequeña para entrar ahí. —¿La casa de terror? jajajaja ¡nunca!

— Papá a mí no me da miedo, puedo hacerlo. Vamos o Nova podría estar ahí asustado. —Diz hablo con determinación.

—Ni siquiera te dejarán pasar.

—Zim sabe que te gustaba ir a esos lugares, has cambiado Dib. — Él me empujó de la nada, por la gravedad caí del techo a pesar de tambalear intentando retomar mi equilibrio, al caer intenté girar para no terminar en el suelo con huesos rotos, pero sentí que me sujetaron y al voltear divisé a Zim bajando con ayuda de su pack, traía con una garra a mi hija la cual dejo en el suelo al poco. — Ya no digas más, solo vamos a buscar ahí. Obedece a Zim.

Zim me llevo casi a arrastras hasta la casa de terror, jalando mi gabardina, por más que me negara no me hacía caso y mi hija tampoco ayudaba, solo logré que las personas al rededor me vieran como loco, hace tiempo no me miraban así... al estar enfrente del dichoso juego resultó que el encargado no se encontraba, pero estaba trabajando por si solo el juego, pasando carritos cada cierto tiempo, ya que era una atracción tipo mini montaña rusa. Nos asomamos por la puerta cuando entro un carrito, no sé podía ver mucho a decir verdad tan solo oscuridad al inicio y hasta el fondo se veía algunas luces rojas destellando.

Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora