10

365 29 0
                                    

Estaba bebiendo una taza de café sin azúcar, tan amargo que mis labios se fruncían levemente al contacto con mi lengua; lo necesitaba así debido a que no dormí nada por la noche. Me había llegado una misión sorpresa de los ojos hinchados antes de poder seguir hablando con mi hija un poco más, ni siquiera pude ponerme la pijama, apenas dormí a mi Diz salí de inmediato tomando el folder de mi buzón. La misión era simple, pero compleja por lo molesta que era; estuve atrapando hadas con el novato toda la noche, llegué hace apenas una hora siendo ahora las 8:05 AM. 

Talle mis ojos intentando soportar el cansancio, mi vista ardían tanto por lo que no podía evitar parpadear varias veces, me puse mis lentes entrecerrados mis ojos sin más remedio, estaba cabeceando y hasta casi me quedo dormido, si no fuera porque me pegue la frente contra la mesa ya habría sucumbido a los brazos de Morfeo. El truco de lavar mi rostro con agua fría no sirvió para nada. Pegue a mis mejillas con ambas manos, así logré despabilar un poco, suspiré yendo al refrigerador para ver qué podía hacer para el desayuno...

Una hora después logré terminar el desayuno, como menú para hoy había unos hot cakes y chocolate caliente. Llame a mi hija para que despertara, así desayunar con ella, como aún seguía deprimida por lo que pasó ayer por eso me empeñé en hacer la comida más grande, deliciosa y bonita que pudiera sin mencionar que hice lo que le gusta más, igual la llevaría a otros lados hoy intentando animarla.

Cuando llegamos a la casa ayer, intenté explicarle que en esta vida es mejor no hacerse pasar por un héroe, eso lo sabía muy bien yo... Nunca fui reconocido a pesar de salvar la tierra más de una vez, al contrario me terminaban castigando, humillando, me despreciaban e incluso me hacían menos al querer mostrar la verdad a la humanidad, aún así seguía empeñado en salvar a los humanos, tal vez yo era un estúpido, para mí desgracia lo sigo siendo, pero no quería eso para mi hija, ese sufrimiento no se lo deseo a mi preciada niña. ¿Habré hecho mal en decirle eso? Solo la hice sentirse peor. Me estaba llenado de preguntas mi cabeza por eso, sobre pensando, dije mal todo, no supe elegir las palabras correctas tal vez. Criar a mi hija intentado que sea lo más normal posible... ¿Está mal? Si no fuera por Gaz ni siquiera sé habría metido en problemas...

Mientras pensaba de más decidí ir a recoger el periódico de hoy para leerlo mientras desayunaba, también para esperada a mi hija, sin decir que me ayudaría a distraerme de estas preguntas que aunque lo piense no sale como lo deseo, mientras más piense en como decirle cuando lo digo sale todo de manera incorrecta, no la quería lastimar... ¿Soy tan mal padre? Definitivamente no estaba listo para criar, menos solo...

Salí de la casa sin muchas ganas dejando la puerta abierta, sin importar que estuviera en bata hecho un desastre con rastros de mezcla para hot cakes sobre mi ropa, di un gran bostezo tapando mi boca, abrí el buzón en la calle tomando el periódico listo para regresar a casa, pase mi mano por mi cabello hasta que ví a alguien acercarse deteniendo mis pasos de inmediato, parpadee varias veces cuando por fin el sol me dejó ver bien quién era... Hasta se me quitó el sueño.

—Humano... —

Zim se paró frente a mí cruzando sus brazos, mi pecho dió un latido tan fuerte al verlo tan cerca, hablándome, ¡a mí!... Me sentía cuál chica recién enamorada a la cual le hablaba su crush, está era una buena señal para comenzar el día, ¡gracias a Mercurio no me quedé dormido en la mesa! Pero me mantenía cuerdo la duda del por qué había venido aquí.

—Zim... Pero.. Has venido ¡por Júpiter! ¡Tú de verdad has venido! Solo déjame...

Mire mis ropas, por pie grande estoy hecho un desastre. Debí bañarme y cambiarme, no salir así ¡Maldición!. A pesar de pensar en mi ropa Zim me bajo la felicidad y la cambio por ansiedad.

Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora