Papá soltero [ZaDr]

17

Los días posteriores a la reunión Diz no logro encontrarse con Nova, pero eso no importaba al final, a pesar de que si me había preocupado porque el último día de escuela de esa semana Nova fue a la escuela y le dió su dirección. Cuando me lo dijo por fin pude calmarme, por un momento pensé que Zim se habría vuelto a ir.

El día que lo iríamos a ver para jugar era en una semana, ya que antes tenía que hacer cosas o eso le dijo a Diz ese pequeño, era curioso, seguro esas cosas era convencer a Zim o a Keef para que nos abriera. Y ahora que lo pensaba sería la primera vez que lo vería frente a frente. Aquel niño con gorro... Creo que era él, pero tenía mis gafas rotas así que no ví mucho. Más porque un rayón tapo su cara, pero parecía feliz.

Mientras levantaba los trastes de la cena para lavarlos, Diz dió aviso que se iría a bañar para después dormir con calma le dije que estaba bien. Apenas mi hija entro al baño el cuadro del mono empezó a resonar, no demore ni un segundo y enseguida respondí la llamada, en la pantalla la sombra de Trasero Pálido se veía en un fondo azul.

—Palomilla reportándose.

La imagen se dividió en dos y ahora veía una sombra pequeña que era de Tecolote, está en un fondo verde.

—Tecolote aquí.

—Agentes, tenemos un nuevo trabajo. Es más peligroso que los demás, pero espero puedan hacerlo debido a sus éxitos pasados a pesar de su primer fallo.

—Entendido, dígame ¿qué es?.— Respondí firme.

—Una mujer aparece en las carreteras cercanas, se han reportado desapariciones donde se ha llegado a ver. Esta clase de ente es peligroso, irán con otros dos agentes.

—¿No cree que para el novato esto es demasiado? — Me preocupe mirando la sombra de Tecolote.

—¡No! Yo puedo con esto, seré cuidadoso —Suplico el menor.

— Dentro de unos meses empezará a hacer trabajo de campo solitario y debe aprender de todo tipo de misión, por ello irá más que nada a observar. Los dos agentes restantes son los que ayudarán. Se les mandará por la mañana toda la información. Trasero pálido fuera.

La imagen se fue al mismo tiempo que la pantalla, el cuadro regreso a su normalidad con ese mono verde todo extraño que aún me preguntaba el porque no lo había cambiado.

Eso significaba que mañana por la noche tendré trabajo, si bien no sería difícil para mí si tan solo fuera yo al tener tantos agentes a mi cargo... Eso sí me preocupaba, no era normal para mí trabajar en equipo, tampoco me gustaba por tener que repartir en trabajo y tener que confiar ciegamente en cada uno. Si uno hacia el trabajo mal los demás corrían riesgo, está misión sería un verdadero reto para mí.

Presioné entre mis cejas con dos dedos para calmarme, escuché a mi hija gritar que ya está a lista para ir a dormir y me di cuenta de que no había hecho la limpieza restante todavía de la mesa, así que me apresure a hacerlo.

(...)

La hora había llegado, todo indicaba que eran un ente nada fuera de lo normal, seguramente habría muerto recientemente y su alma quedó atada a esa carretera, pero teníamos que moverla y después ayudarle a descansar, pero ese sería el trabajo de alguien más, lo que yo debía hacer era alejarla de este lugar donde pasaba siempre gente a veces menos a veces más o ninguno, pero si llamaba mucho la atención pronto dejarían de usarla y construirían otra carretera, el bosque era sagrado y teníamos contratos con muchos seres para salvar esos lugares de cualquier acto humano.

Mientras miraba el lugar, tocaba la tierra para familiarizarme con el bosque y estudiar un poco el ambiente que abría hoy, ese acto no duró mucho, apenas pude frotar un poco de tierra entre mis dedos al ver que un auto rojo se acercó y se estacionó cerca de mí, de ahí salieron tres personas uno de ellos era Tecolote quien me saludo asintiendo su cabeza.

Los otros dos no perdieron tiempo, se me acercaron; me dieron su mano como saludo general, los saludé igualmente, era un hombre y una mujer a plena vista.

—Me muero ¡aah!, no sabe lo genial que es trabajar con el gran agente palomilla. —La chica hablo suspirando al final y tocando sus mejillas.

—Somos los mejores agentes actuales de los Ojos Hinchados— Está vez hablo el chico— Soy el agente Calavera.

Asentí y lo miré de arriba a abajo, supuse que se llamaba así por ser delgado y alto, leí su archivo, veloz e invisible en las sombras. Eso era lo que hacía que destacará, en un juego de escondidas nadie podría encontrarlo y menos de noche.

—Yo soy la Agente Luna nueva. Es un placer y honor trabajar con el anterior mejor agente de esta agencia. —Aun que hablo seriamente termino sonriendo enorme y jugando con sus manos como una fan que conoce a su cantante o actor favorito.

Luna nueva, su archivo dice que es capaz de hacer hechizos de protección, aunque carece de muchos aspectos es una buena forma de escudo. Podría decirse que ella es una maga que su trabajo es proteger a los demás.

Calavera y Luna nueva, eran el dúo de los mejores agentes por su apoyo mutuo, Calavera sería el mejor agente si solo querían hablar de uno, pero sin luna nueva no podría luchar tan tranquilo.

Cuando supe de eso no pude evitar sentir lástima, estos dos no me llegaban a los talones, aunque había mejorado demasiado la agencia todavía sus agentes no eran lo suficientemente buenos.

—Igualmente es un honor, cooperemos y términos rápidamente con esto. Tecolote —Le llamé y el vino a mí poniéndose a mi lado— Agentes cuento con que le muestren lo mejor de ustedes a él novato.

—¡Estoy a su cuidado! — hizo una reverencia.

—Es tan lindo, me gustaría ver su linda cara— Luna nueva intento tocar al pequeño, pero este se escondió detrás de mí.

—No se quitará el disf... Traje, el traje es un regalo de su padre y es valioso para él, además lo protege.

—No hay tiempo para esto—El delgado chasqueo la lengua y miro el cielo— ya es hora, pronto vendrá. Niño más te vale no estorbar o podrías quedar desaparecido como los demás a menos que ese ser los mate antes de llevárselos.

Suspire y di un ademán para que los otros se fueran adelantando y me quedé con Tecolote.

—Escucha, la magia aquí es esencial y aún no aprendes todos los hechizos. Tal vez te sepas todo de memoria, pero no sabes conjurar más que dos. Ten en cuenta que estos seres son agresivos al invadir su territorio. Mantente cerca de mí, solo vienes a observar.

Sentí un dejavu eso le había dicho antes con nuestra primera misión, solo iba a observar y aprender... De la nada me sentí inquieto hasta escuchar que Calavera grito.

—¡AQUI ESTA!. 

Capitulo diecisiete:

 Desaparecidos 1/2