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Miraba seriamente a Zade quien estaba sentado frente a mí del otro lado de la mesa, ambos teníamos muchas ideas de como ayudar a Zim sin embargo las ideas de Zade eran arriesgadas y las mías tomaban más tiempo, estamos en desacuerdo por más que intentamos llegar a un acuerdo en conjunto.

Di un largo suspiro agotado, junte mis manos pensando, ¿Mi hijo es igual a mí pero es más mucho, mucho más atrevido?

—Entonces esta es la base oficial de mi padre ¿Cierto? Y ahora puedo entrar y salir si lo deseo.

Asentí mirando como se levantaba y se iba en dirección a la puerta, tomando a Gir de la mano llevándolo consigo.

—Zade ... ¿Dónde vas?—me levanté de la mesa y fui hasta donde habían avanzado.

—No llegaremos a nada, prefiero ir con papá hoy y cuidarlo, regresaré mañana con más ideas. Me llevaré a Gir para evitar sospechas. —Antes de salir se puso una gorra.

—Espera solo hemos hablado del plan, pero no me has dicho nada más, tengo muchas preguntas.

—Mientras más me quedé aquí más peligro hay de ser rastreado por ese loco, puede que ya se haya dado cuenta que no estoy en casa... no me voy a arriesgar más que esto. Puedo responder tus preguntas después.

Camine a la puerta siguiendo su paso, tome la perrilla y le di una pequeña sonrisa, no pudia retenerlo conmigo, era mejor que regresará a su casa, llevarlo yo daría indicios que vino conmigo en primer lugar, aunque me preocupaba dejarlo solo.

—Esta bien Zade... Cuida de Zim, pensaré en algo.

—Gracias por ayudarnos. — me devolvió la sonrisa tal era como si fuera un espejo al pasado.

Me sentía más tranquilo porque sabía que Zade tenía palabra y cumpliría en volver, no tenía que preocuparme de que se fuera como lo haría Zim. Abrí la puerta... Me arrepentí inmediatamente.

—Zade hijo mío, al fin te encuentro, Zim está tan preocupado, nunca sales de día y mírate a primera hora llegar a este lugar.

Keef parecía que solo esperaba que abriera y así poder entrar a la casa, Zade retrocedió y yo me interpuse entre ellos instintivamente para protegerlos, el pequeño quedó detrás de mí, Gir se quedó igual detrás de Zade, escondido, estaba temblando, si no fuera porque ya era tarde se habría ido a ocultar en otro lado lo curioso fue que parecía tampoco quería que lo viera directamente.

—No tienes permitido entrar aquí Keef.  —Hable firme y fruncí el ceño. —Lo siento, pero tendrás que irte.

—¿De qué habas Dib? —Ladeo la cabeza y negó alzando su mano en dirección a Zade. —Ven hijo solo vengo por tí. —Le dió una gran sonrisa aparentemente cálida.

Zade tembló detrás, podía verlo sudar mirando esa mano ni siquiera se movió, permanecía estático en su lugar. Keef al ver que no hubo respuesta del pequeño cerro su mano y la llevo a su pecho.

—Ya veo, es una pena. —Suspiro volteando a verme y volvió a sonreír con tranquilidad. — Tal vez ya sepa la verdad, pero no creas que te daré lo que por derecho me pertenece. Tú lo perdiste al dejar a Zim. —Bajo la mirada y sus pupilas se clavaron en Zade que apenas se veía detrás de mí.— Tu papá Zim te va a extrañar.

Cómo si eso fuera todo se terminó yendo sin decir más, sin pelear, eso ... Eso no lo esperaba, ¿qué rayos había pasado? ¿Significa que Zade ahora se quedaría conmigo? ¿Creyó que Zade escapó de casa para venir con su verdadero padre?

Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora