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Era un día nublado, hacía algo de frío está mañana. Diz llevaba un suéter rosa mientras caminaba delante de mí y me volteaba a ver varias veces porque traía algo que nunca había visto, un portafolios en una de mis manos.

—Papá ¿Qué es eso? ¿Para qué lo traes? —Diz pregunto apuntando directamente a mis manos.

—Bueno es una reliquia familiar al menos para mí por así decirlo, lo necesito hoy para cazar.

—¿Entonces no vas a ir a trabajar?

—No te preocupes por eso, es tu segundo día en la escuela debes estar lista, ayer te fue bien, pero hoy ¡debe irte mejor! — Acaricié su cabeza revolviendo apenas un poco sus coletas de su peinado y ella gruño ligeramente.

—¡Papá me despeinas!

—Esta bien, no más mimos por ahora jajaja. — Sonreí tomando su mano.

No tardamos en llegar a la escuela, estando ahí me puse atento y trate de ver a Zim mirando por todos lados, pero no lograba encontrarlo, respire hondo para calmar mis nervios y esperaba que no tardará en llegar, aunque primero debía esperar a que Diz entrara a la escuela.

Estaba nervioso y ansioso de hacer algo así, ya no era un niño y mi reputación como "loco" no había desaparecido, al menos ya no esperaban verme haciendo cosas de este tipo, más eso no impedía que estuviera feliz de solo pensarlo.

Finalmente sonó la chicharra eso me saco de mis pensamientos, mi hija dio saltitos para que soltara su mano y poder entrar a la escuela.

—Espera, espera...— la detuve de correr y limpie su mejilla— listo, ahora sí ve con cuidado, espero pasar por ti en todo caso que no pueda; sabes Gaz vendrá como ayer ¿Está bien?

—Ay papá eso es vergonzoso —toco su mejilla y se rascó— está bien, ¡ya me voy!

Corrió directo a la escuela y me quedé viendo hasta que entró en ella, rápidamente desvíe mi mirada y busque a Zim, aún nada... Pero no tardó, ví un carro que venía como loco y a duras penas se detuvo antes de chocar, ¡era el carro negro en el que Zim se fue ayer! Zim bajo corriendo de él y jalo a un pequeño niño con una gorra y suéter para evitar el frío, no lo ví bien por estar lejos, sin embargo, me acerqué rápido, ese niño no me importaba, ahora necesitaba a Zim. Keef parecía no estar ni en el vehículo, al acercarme al coche sonreí al ver el interior del mismo.

—Vaya el crucero voot —Rei bajo —. Zim parece que se esforzó en parecer un humano, más que antes.

Al ver que Zim dejo a su hijo y se giró me prepare, cuando estuvo lo suficientemente cerca delsi coche le salte enfrente antes de que entrara, abrió los ojos con ligera sorpresa hasta cambiarlo por una expresión de fastidio, ante eso mi pecho recibió un pequeño dolor pulsante que ignore para continuar.

—Hola, Zim. — Sonreí de lado abriendo mi portafolio. —Quisiera hablar contigo.

—¡Ay por Irk!, eres peor que una plaga, hazte a un lado, Zim no desea hablar contigo. — Hizo un ademán moviendo su mano.

—Pensé que dirías eso por eso ...—saqué unas esposas lo que lo hizo reír.

—¡Hahaha Dib-gusano! Hahaha tus tonterías no sirven, no puedo creer que aún tengas esa chuchería. Te felicito por hacer reír a Zim, ahora lárgate.

—¡Es una nueva versión Zim! Así que más te vale cooperar y hablar conmigo.

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Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora