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Gaz estaba calmada terminado la tarea en su habitación mientras escuchaba "Evanescence -Bring me to life", gruñía molesta porque era la tarea más complicada en este semestre, aunque no tanto para ella, pobres de sus compañeros que seguro se retorcían de agobio al no saber qué hacer.

La universidad era difícil cuando se tenía que entregar una tarea que el profesor no explicaba bien y más al tener el profesor más estricto pero holgazán de la misma.

Suspiro haciendo una pausa y giro su silla para levantarse e ir a la cocina, estando allí tomo una rebana de pizza y la calentó en el microondas. Cruzo sus brazos esperando el tiempo a que estuviera lista.

...10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1... ¡Piip¡

El horno de microondas alertó de haber terminado su función, cuando Gaz estaba por sacar la pizza, tocaron la puerta, lo que la molesto haciéndola gruñir el doble. Entre abrió los ojos viendo a la dirección de la puerta esperando un sonido, al no oír nada intento volver sacar su pizza, pensó que tal vez se fueron, sin embargo, de nuevo volvieron a tocar en ella.  Frunció su boca y fue a abrir la puerta.

(Espero sea importante, si es uno de esos vendedores lo echaré a patadas y ¡lamentará el día en que decidió convertirse en vendedor ambulante!)

Volvieron a tocar y se apresuró a ir tomando su bat con clavos incrustados.

—¡Ya voy! Que fastidio...

Al abrir la puerta encontró una mujer de cabello negro y ojos azules, ella traía lo que parecía ser un bebé envuelto en pequeñas cobijas. Gaz internamente se molestó mucho mas porque ahora no la podía correr como quería por traer en sus brazos un bebé.

—Lo siento, no damos caridad y no quiero nada de lo que venda.

Gaz iba a cerrarle dejando su bat a un lado hasta que sintió que algo interrumpió el trayecto de la puerta. La chica había puesto el pie antes de que logrará cerrar, eso la hizo abrir los ojos un poco más, la observó con sorpresa y confusión.

—Espera ¿Está es la casa de los Membrana?

—Sí...

—¿Esta Dib aquí?

—Mmh... —La peli morada la observó de arriba a abajo, en definitiva no conocía a esta joven y menos sabía si su hermano la conocía.— Dib ya no vive aquí.

—Oh

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—Oh... Es que tengo prisa...

Gaz volvió a abrir completamente la puerta y se cruzó de brazos entre cerrando sus ojos al verla directamente, esos ojos parecían que le revisaba hasta el alma y sus pecados eran expuestos, lo que le hizo tragar a la mujer.

—¿Para qué necesitas a mi hermano? 

—Ah... Pues yo...

Bajo la mirada y observo al bebé que traía en brazos, respiro hondo tomando coraje y se lo extendió.

Papá soltero [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora