3. Un hogar en el cielo.

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Pasaron los días, y para llegar a la escuela, tomábamos un camino que cruzaba los campos de Morioh, se extendían hasta tocar el mar, era una zona realmente bonita, los cultivos y las granjas eran acogedoras para la vista, y los girasoles adornaban la zona, como era tan extenso estaba rodeada de torres eléctricas abandonadas, que le daban un aura misteriosa a la zona, muchas veces ahí nos encontrábamos a Mikitaka.

Pero había una en particular que llamaba mucho mi atención, parecía que alguien vivía ahí ya que se miraban muchas cosas en lo alto.

— Como que esa torre es medio extraña ¿no?, parece que alguien vive ahí —pregunté, mientras Josuke y Okuyasu se limitaron a cruzar sus miradas.

—¿Qué más da? no creo que Toyohiro salga de ahí — al fin rompió el hielo Okuyasu.

— ¡Cállate Okuyasu! —gruñó Josuke, queriendo quitarle aquella idea a su amigo.

—¿Qué? ¿Quién es ese? Espera un momento —señale a lo alto tratando de aclarar la vista — ¿A caso ese de allá arriba no es Mikitaka?

Tenía más dudas que respuestas en ese momento, sé que a veces se nos une aquí, pero jamás lo había visto desde lo alto.

— ¡VAMOS, ENTRAAAAAA! —corrió Okuyasu hacia la torre.

No me preocupaba la falda porque a estas alturas de la vida siempre usaba un short por abajo, con estos tipos nunca se sabe, así que, mujer precavida vale por dos.

— ¡¿cómo diablos subo?! —le grité desde abajo, Si ni en mi país escalaba árboles, como carajos voy a subir una torre eléctrica, pero odiaba más quedarme atrás y no intentarlo, así que empecé a buscar una forma.

— ¡CON LOS PIES! —gritó burlándose Okuyasu, Josuke terminó cediendo a subir tras él.

Los vi subir tan rápido y fácil que de golpe ya estaban arriba, no sabía porque eran tan hábiles, ¡Parecía que estaban volando!

Yo apenas subía e iba tan abajo que me sentía molesta, así que me propuse a subir más rápido, mis manos comenzaron a sudar y mis brazos empezaron a perder la fuerza, cuando vi a Josuke arriba de mí, estirando su brazo para que yo lo agarrara, era la primera vez que tomaba su mano, así que mis nervios comenzaron a traicionarme a mí y a mis piernas que empezaron a temblar a tal punto que casi me resbaló pero él estaba dos pasos adelante de mí y logro sostenerme con su fuerza.

«Vaya que brazos tiene, nunca me había fijado».

Logre subir hasta lo más alto, no sabía que era más increíble, si el tipo que vivía ahí y había montado toda una casa, o las hermosas vistas de la ciudad.

— Nunca habíamos tenido a una chica en este aposento caballeros —dijo aquel tipo, con aspecto extraño pero gracioso —Toma asiento, se ve incómodo pero créeme, te acostumbraras— él extendía sus brazos invitándome a lo que llamaba su hogar.

— ¿Vienen por aquí a menudo? —buscaba saciar mi curiosidad.

— A veces T/n —respondió Okuyasu —no me negarás que las vistas y la brisa fresca no son hermosas ¡Es un privilegio que no tiene nadie más que nosotros!

Josuke nos presento a mí y a Toyohiro, cuando este le pregunto:

—¿Ella es una usuaria? —respondieron los tres rápidamente con una negativa rotunda, el objetivo de callarlo era demasiado obvio.

— ¿Usuaria de qué? —les cuestioné ya molesta, había notado desde hace días que esta gente suele esconder muchos secretos. Pensativo Okuyasu irrumpió abruptamente:

— Ammmmmm de... —Procesando —¡Ah ya se!, ¿de Worlds.com, ya sabes, el simulador de Internet?

— ¿Cómo tendría él una computadora aquí Okuyasu? —le respondí ya irritada e incrédula.

Toyohiro Señaló una computadora que tenía ahí, casi me siento como una idiota cuando vi que todos intercambiaron miradas sospechosas, pero fue algo que decidí ignorar mejor, era obvio que no me dirían nada.

Y así pasaron las horas, era mi primera vez faltando a clase, con estos chicos hacía cosas que nunca me imaginé.

«Estos tipos me convertirán en pandillera» me reía en mis adentros, más no sabía que todo esto apenas comenzaba... Platicamos, bromeamos, hicimos el almuerzo con Okuyasu, un pescado frito, ensalada y arroz, y no, no quieren saber de dónde sale la comida. Sin darnos cuenta cayó el atardecer, Esta ciudad tiene atardeceres hermosos, tienen la peculiaridad que parecen ser de oro, ¡No encuentras eso en otro lugar! Según Mikitaka, frecuentaba aquel lugar ya que le recordaba a su hogar más allá de las estrellas, y tranquilizaba el estrés de su vida en la tierra.

 Sin darnos cuenta cayó el atardecer, Esta ciudad tiene atardeceres hermosos, tienen la peculiaridad que parecen ser de oro, ¡No encuentras eso en otro lugar! Según Mikitaka, frecuentaba aquel lugar ya que le recordaba a su hogar más allá de las e...

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Todos estaban relajados, escuchando música o leyendo así que estaba callado el ambiente, yo estaba arrecostada en una viga, el panorama y el ambiente tan relajado hacían olvidarme del vértigo, cuando Josuke se sentó a mi lado y comenzamos a charlar.

—Oye, ¿y qué más te gusta hacer? —quería indagar más sobre la vida de aquel joven, mientras ambos mirabamos nuestras piernas suspendidas en el aire, jugando a romper el viento.

—Por ahora, perfeccionó mi habilidad con la guitarra —respondió orgulloso —A pesar de ver poco a mi padre, me conoce muy bien, sabe que me encanta el rock así que me obsequio una el año pasado —suspiro lleno de ilusión —Deseo ser como Prince, él me inspira demasiado.

—¿En serio? Sabes, prefiero a Michael Jackson eh —le dije dándole un pequeño golpe en el brazo.

—¡Uf! No sabes de lo que te pierdes —mientras se reía —Así que me tomo la libertad de recomendarte una canción que estoy seguro que amaras, luego me lo agradecerás —dijo Triunfante como siempre —Sé que por mí lo escucharas —me puse roja por su sonrisa pícara, quise negarme pero tomo mi mano y me escribió "I Would die 4 U" , estaba tan nerviosa que no quería que notará que estaba temblando, aunque el nombre de la canción si que me llamo la atención, parece que es una canción de amor, seguro no significa nada, pero juro que el estomago me daba vueltas.

—Al llegar a casa la buscare en Internet —le dije con cierto brillo en los ojos, mientras ambos nos dedicábamos una sonrisa.

Aprovechando el tema, me atreví a preguntarle por otras personas que lo inspiraban, y con ilusión y melancolía me sorprendió con 2 personas: Su abuelito, y su sobrino Jotaro. Gracias a ellos su deseo era proteger su Ciudad, los ojos que son las ventanas del alma, solo reflejaban su inquebrantable corazón, ¡Pero qué noble deseo!

«Sobrino, ¿Cómo un niño puede inspirarle tanto?»

Cuando llegue a mi casa, actué como si nada hubiese pasado, hice mis quehaceres, cene, procedí a encender mi ordenador para buscar la canción en Internet, cuando me percate tenía corrida la tinta de la mano.

« ¡Agh!, que estúpida y yo que nunca me iba a volver a lavar esta mano». Por suerte recordaba el nombre de la canción, ¡Como la olvidaría con un nombre como ese!

«¿Qué podría significar aquello? Nah, deja de sobre pensar las cosas Tn, solo me recomendó una canción, con un nombre algo... ¿peculiar? Tranquila, sera una excelente canción y por eso ME LA RECOMENDÓ»

y así, la escuche hasta quedarme dormida...

Ps: Este capitulo es dedicado a Mikitaka, que jamas lo incluyen en los fics que he leido, merece más amor uwu

𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora