𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]

24.𝟐,𝟎 𝐌𝐏𝐚·𝐦

2,0 Mega Pascales por una superficie de un metro.

Esa es la presión requerida para romper un diamante en mil pedazos, después de recibir un fuerte impacto.

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A través del frio hormigón los rayos del sol se escurrían como las aguas del Nilo, calentando a quienes encontraba en su paso. Con mucha pereza, el hotel volvía a reanudar su agitada marcha.

Aun no habían reportado al jovencito que estaba desfallecido en medio un pasillo, ¿tal vez cedió a la insolación? ¡Nah! Un frio baldazo de agua lo despertó como alma que lleva el diablo. Saltó despavorido chocando contra la pared que tenía a su lado. Polnaref soltó una tremenda carcajada que retumbaba en los oídos de un somnoliento Josuke mientras aún se le reiniciaba el cerebro.

—Tienes costumbres muy extrañas, lunático —gritaba, muy burlón el francés, propinándole una fuerte sacudida de hombros.

Josuke no recordaba mucho, le costaba situarse en el lugar, incluso dudaba si aquello era real o no. Una cosa era levantarse del suelo y otra muy distinta era despertar del todo, los gritos de Polnaref no hacian efecto sobre él, ni los tirones que le daba a su camisa.

—Se-Señor Polnaref, espere, ¡¿USTED?! ¡¿Usted donde durmió anoche?! —se apresuró a interrogarlo.

— ¡COMO QUE SEÑOR! Señor será tu culo o tu abuela, además, ¿Qué te importa?, Joder —aquello solo confirmó las sospechas de Josuke mientras una mueca extraña se formaba en sus labios.

—Oye, oye, Pero no te pongas pálido mocoso —en medio de risas —Yo compartía habitación con Abdul.

—T/n, ¡¿Dónde está T/n?! —se preguntaba en medio de bostezos —¡Mierda! No soporto la espalda... de casualidad, ¿no la ha visto? —Polnaref pudo ver un ligero sonrojo tras aquella tímida pregunta, mientras Josuke frotaba sus ojos para "terminar de despertar".

—Vaya que eres tonto, yo que tu hubiera aprovechado esta noche para, ya sabes, dormir con ella —comenzó a molestarlo el mayor.

— ¡Pervertido cochino!, yo no soy esa clase de hombre, ¡Agh! ¡iré a buscarla por mi cuenta! —le respondió molesto retirándose del lugar.

"Aunque pensándolo bien, no quiero que me vea en estas fachas, ¡Qué vergüenza!"

Así que regreso a su habitación, percatándose de Kakyoin, quien había regresado a dormir plácidamente a su cama. Josuke se acercó al chico y con extremo cuidado, le hurto sus aretes, Kakyoin se movió un poco, dejando al descubierto una marca muy reciente de una mordida en su cuello, provocándole muchas arqueadas de asco, no quería imaginar lo que su sobrino le hizo la noche anterior.

¡Hentai! ¡Puaj!

Luego de aquello, rápidamente se dirigió a la habitación de su padre, sacándole dinero de la billetera, y despertándolo de un almohadazo.

—¡Deberías de buscarme en Japón eh!, ¡Adiós papá! —se despidió a carcajadas, mientras se colocaba el uniforme sobre su hombro derecho, dejando su marca de nacimiento expuesta.

A Joseph le explotó la cabeza, ahora parece que la conexión que sentía con su hijo, no era más que el llamado de la sangre, la sangre del linaje Joestar.