7. A RAINBOW IN THE DARK

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Mayo 2001.

Josuke se miraba un poco decaído, me destrozaba el corazón verlo así, aquella sonrisa dulce, no era tan frecuente en estos primeros días del mes, era hora de sacar a relucir mis dotes detectivescos.

Así que una mañana decidí ir por Josuke a su casa para irnos juntos a la escuela, su madre me recibió, aún no se iba a su trabajo así que me preparo un café y un sándwich, me dijo que Josuke aún estaba alistándose y como tardaba mucho haciéndolo podríamos merendar algo mientras esperábamos.

« ¿Que estará haciendo? que tentación»

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« ¿Que estará haciendo? que tentación»

– Me alegra que al fin hayas decidido entrar a la casa en lugar de quedarte esperando afuera –dijo su madre sonriente –Así podemos conocernos mejor.

Me alegraba mucho que me recibiera así de bonito, pero tenía una inquietud.

– Quisiera animar a Josuke, no sé qué le ocurre últimamente –agache la mirada –No lo imaginaba siendo tan serio –se me olvidaba que debía disimular el interés que tenía hacia él, cosa que su mamá noto inmediatamente.

– Tranquila pequeña –respondió su madre un poco triste –Veo que eres alguien de confianza y que se preocupa mucho por mi hijo, lo que te platicare es algo muy delicado –en su voz había cierta melancolía –Hace unos años, para estas fechas su abuelo murió, y él era su figura paterna, es duro para él.

Yo sabía que lo que le había pasado a su abuelo, pero no sabía cuándo, era tan reciente, me disculpe haciendo una reverencia y le di mi pésame a su madre.

– Descuida pequeña, aquí entre nosotras, ya casi será su cumpleaños, ¿quieres ayudarme a organizar algo para él? –cambiando su tono a algo más animado.

« ¡Ay diosito, qué emoción! su madre me está tomando en cuenta»

Así que juntas comenzamos a darle rienda suelta a la imaginación, los japoneses son más modestos y serios pero mi toque hispano le daría aún más emoción a esto, Josuke merece esto y mucho más aún. Su madre me pidió de favor que consiguiera algunas cosas y ella me lo pagaría, y que no le diga a Okuyasu porque es pésimo para guardar secretos, así que inmediatamente pensé en Yukako y Koichi. Esto tenía que salir excelente.

Empezó a llover, y al fin salió Josuke, me saludo, comió algo rápido, y nos despedimos de su madre, como yo no andaba paraguas Josuke se ofreció a compartir el suyo conmigo, él era muy alto así que nos cubría muy bien del agua. Sé que a Josuke no le gustan los climas lúgubres como a mí, así que use eso para sacarle unas cuantas risas. Saltar charcos, patear la lluvia y arrojarle algunas gotas dibujaban una sonrisa en su rostro, lo cual me llenaba de emoción, sus ojos normalmente tienen un brillo lleno de vida, y aun en la oscuridad resplandecían con fuerzas, no me importo mojarme ya que tenía un uniforme de repuesto en mi casillero, así que íbamos jugando bajo la lluvia.

Llegamos a casa de Okuyasu, para no mojar el interior de aquella vieja mansion en ruinas decidimos esperarlo en el portico

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Llegamos a casa de Okuyasu, para no mojar el interior de aquella vieja mansion en ruinas decidimos esperarlo en el portico. Pasaban los minutos, Okuyasu nunca salía y Josuke se retocaba el peinado, cuando recordé su cumpleaños.

« ¡Jum! ¿Qué podría regalarle?»

Aquello daba vueltas en mis pensamientos así que debía ingeniármelas en como preguntarle, no quería obsequiarle algo superficial, deseaba demostrarle lo mucho que me importaba y que lo escuchaba así que debía hacerle el regalo perfecto, pero al mismo tiempo no quería darme color de que recordaba todo lo que me decía, delatando mis sentimientos por él. Pensé y pensé hasta que logre dar con una pregunta, aunque muy general podía darme una idea, ya había dejado de peinarse y observaba la lluvia caer, así que pose mi mano sobre su hombro para llamar su atención.

– ¿Qué es lo que más quisieras en el mundo? Puede ser algo monetario o no –Su rostro cambio drásticamente y empezó a balbucear mil palabras por minuto.

– ¡Igh! Sabes, quisiera un par de zapatos italianos, o no, ya se, ya se, el nuevo juego de rol que salió el mes pasado, o no, déjame pensar más, ¿tengo otra oportunidad? –pregunto lleno de energía, me había dejado pasmada porque pensé en que me diría algo mas, no se... ¿sentimental?, y ver lo volátil que era me hizo considerar en que la cague en hacer una pregunta muy abierta, solo asentí con mi cabeza.

 ¿sentimental?, y ver lo volátil que era me hizo considerar en que la cague en hacer una pregunta muy abierta, solo asentí con mi cabeza

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– ¡Oh! ¡Ya se, ya se! Quisiera una moto como la de Rohan, vaya que tiene estilo, o no, ya se, ya se...

Josuke seguía hablando sin cansancio alguno, parece que solo le di cuerda a un pequeño juguete de tracción, así que debía repasar en mis pensamientos todo lo que había aprendido de él en este mes, sabía que él era un poco materialista y un estafador con el dinero, pero si quería averiguar cosas más profundas sobre él, debía abordarlo de una forma más astuta, era un poco tonto así que no captaría mis preguntas por más obvias fueran estas, eso me daba la ventaja de que no se enterara que planeaba darle el mejor cumpleaños de todos. El chirrido de la puerta me saco de mis pensamientos, era Okuyasu que por fin había salido de su casa, cuando Josuke se agacho a mi altura y susurrándome al odio dijo:

– ¡Gracias por escucharme! 

– ¡Gracias por escucharme! 

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𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora