𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]

19. Sigue brillando, Diamante en bruto.

Nuestros amigos de Morioh venían de regreso a Japón, como Josuke necesitaba descansar venían en un avión de la fundación Speedwagon, con el roce más mínimo de una mosca se retorcía de dolor, estaba agradecido por el Stand de Giorno, pero joder, como dolía, por eso, en su pequeña arrogancia, pensaba que su Crazy Diamond era mejor.

Jotaro estaba aliviado de que su hermanito pequeño no haya perdido la vida pero traía los nervios destrozados al saber que este le desobedeció exponiéndose a un peligro innecesario por su inmadurez, nadie se acercaba a él porque su expresión era diferente a la normal, podría fulminante con solo verte.

— ¿Qué hubiera pasado si este imbécil hubiera muerto? Estoy seguro que el viejo no lo soportaría y moriría de la angustia, estoy seguro de que me culparían a mí. Jamás quisiera volver a sentir lo que viví en Egipto, ¡NUNCA! —ese pensamiento lo agobió tanto que decidió levantarse de su asiento, cuando vio su rostro en el espejo del baño estaba empapado en sudor, su respiración estaba agitada y su pulso cardíaco se aceleraba más y más al punto que le comenzó a punzar el corazón, no sabia si eso le dolía más o recordar como Diávolo torturaba sádicamente a Josuke con el objetivo de matarlo. Al fin llegó a la conclusión que debía escarmentar a su tío, tal como lo haría un hermano mayor.

—Yare Yare, dame un jodido respiro —suspiró bajando su gorra para ocultar su rostro pálido. Se dirigió donde estaba Josuke postrado, a su lado estaba sentada Tn sosteniendo su mano, observando unas extrañas cicatrices en forma de puntos que tenía en ellas, ver su cuerpo tan lastimado le afectaba mucho.

Jotaro le pidió de forma amable que los dejara solos, ocultando con mucho recelo sus emociones, anhelaba desquitarse con Josuke y que nadie lo viera.

Tn aceptó sin antes dejarle una revista corocoro a Josuke por si llegara a despertar, sabía que era su favorita.

— ¿No crees que él ya esta algo grandecito para esa revista Tn?

— ¡Lo sé Jotaro San, pero a él le encanta leer sus historias! Con permiso —hizo una reverencia y se fue.

Gracias a los calmantes gozaba de un profundo sueño pero con solo sentir el calor de la ira de Star Platinum, despertó abriendo sus ojos de golpe y no pudiendo reaccionar por el intenso dolor de su cuerpo recién curado por Gold Experience, vio la expresión de su sobrino, tan gélida y sombría que lentamente le apuñalaba el corazón.

Josuke se quedó sin habla y resignado agachó la mirada, sabía que la había cagado y debía aceptar todo aquello que Jotaro le diría, por su parte Jotaro tomó aire, y trató de relajarse a través de respiraciones profundas, cuando empezó a escupir el regaño de su vida.

— ¿Sabes que lo que hiciste es justamente por lo que envié a Koichi en un primer lugar y no a ti? ¡Ya pasaron dos años y aún no sabes controlar tus ridículos ataques de ira impredecibles! —cada vez elevaba más y más su tono de voz, mientras que Josuke se hundía más y más en sí mismo avergonzado, a pesar de que su mentor tenia razón estaba siendo muy duro.

— ¿Qué hubiera pasado si Diávolo te mataba? ¿Con qué cara le diría a tus padres que moriste porque tu te lanzaste al vacío sólito? Eres un maldito desquiciado y un pésimo aliado, no sólo pusiste tu vida en peligro, también la de todos los demás, ¡incluso la de tu novia! ¡Se supone que deberías cuidarla! —esas palabras golpearon el ego del menor, llegando a lo más profundo de su ser, no podía creer que de sus ojos brotaban unas cuantas lágrimas, al ver aquello Jotaro decidió rectificar, posó su brazo fuerte y firme en la espalda de su tío, luego arrugó la frente y puso sus dedos sobre el tabique de su nariz expresando tensión.

Mientras Jotaro trataba de encontrar la forma adecuada de expresarse recordó que él nombró al Stand de Josuke como "Crazy Diamond", tal como lo hizo su viejo amigo y maestro Abdul con él hace casi quince años, la tristeza lo invadió, pero gracias a eso logró dar con la historia de un músico llamado Syd Barret.