𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]

34. 𝐸𝓎𝑒𝓈 𝑜𝒻 𝐻𝑒𝒶𝓋𝑒𝓃 𝒫𝓉. 𝐼𝐼

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Los eventos mencionados en este capitulo, son del juego Jojo's Bizarre Adventure: Eyes of heaven, el cual no es canon.

Habrán algunas libertades creativas para unirlo con esta historia, si estuvieron atentos, vamos a conectar varias cosas aquí.

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El Cairo, Egipto, 1988.

Poco a poco, el sol comienza a salir, revelando al fin un nuevo dia. Tras un largo viaje, el cuerpo de Dio, expuesto al sol de la mañana, rápidamente se convirtió en polvo y desaparece. Tras sobrevivir durante cien años, el malvado emperador por fin había sido derrotado.

Más tarde, ese mismo día.

Jotaro regresa a la escena donde derrotó a oponente, el puente que da conexión a toda la ciudad de El Cairo se encuentra cerrado por los extraños eventos que ocurrieron la noche anterior.

Comienza una pequeña búsqueda, debe de haber algo que revele el porque del actuar de su enemigo... Al lado de un camión que transportaba gasolina, el joven solo pudo encontrar dos grandes argollas que adornaron el cuerpo de Dio mientras esté gozaba de vida... era lo único que quedo de él. Tomándolas entre sus manos, las introdujo a su Jacket negra, como el cielo oscuro que había esa noche sin estrellas.

Pero un hallazgo dentro de la mansión donde este escondía su identidad, llamó su atención, los trabajadores de la fundación Speedwagon le hicieron entrega de un viejo cuaderno, recubierto de cuero negro, escrito de su puño y letra con la tinta de una vieja pluma, de esas que usaba la nobleza en tiempos antiguos.

El joven comenzó a darle lectura mientras salía de la mansión...

"Mi stand decrepito reunirá las almas de 36 pecadores, las absorberá y dará a luz algo nuevo. Solo necesito un lugar. Dirígete a las siguientes coordenadas [...] Y espera a la siguiente luna nueva. La hora del cielo..."

- ¿Los pasos para llegar al cielo?... ¡Bah!, puras patrañas...-incrédulo, sacó de su bolcillo un resplandeciente encendedor plateado, abriendo el mechero dirigió el fuego hacia el diario, mientras este se abría paso hoja tras hoja, y arrojándolo al suelo. Emite un gruñido casi imperceptible, mientras baja su mirada, y patea las cenizas que quedan.

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En el aeropuerto de El Cairo, se despedían tres amigos, que en poco tiempo unieron sus vidas. Risas, lágrimas... tristezas y alegrías... casi toda una vida, condensada en 50 días.