𝘒𝘦𝘦𝘱 𝘰𝘯 𝘴𝘩𝘪𝘯𝘪𝘯𝘨, 𝘙𝘰𝘶𝘨𝘩 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘰𝘯𝘥 [JosukexReader]

18. The Gold Experience

Al no morir Polnaref, no existió Chariot Réquiem, por ende, no hubo un intercambio de almas. ¿Sabían que la flecha escoge a su portador? Porque nosotros en ese momento no.

Okuyasu puso la flecha en el bolsillo trasero de su pantalón y sin darse cuenta la flecha se movía tratando de salir.

Diávolo no pudo ver a Jotaro en el futuro ya que al detener el tiempo, este salió del "rango" de King Crimson sumándole que no estaba destinado a estar ahí. Luego de que el jefe haya salido disparado por el golpe de Star Platinum, comenzó su insaciable buscada por Polnaref mientras que Giorno y los demás al fin habían dado con él.

¿Mi objetivo tras todo esto? Luego de ver incontables veces esta escena en mi cabeza, quería averiguar que conexión tengo yo con todo esto.

La misión estaba completa en cierta forma, faltaba descubrir la identidad de Diávolo y si él era quien atacó a Josuke, pero para Jotaro eso no era importante, luego de presenciar la magnitud de su Stand concluyó que esa no era nuestra batalla y decidió dar por terminada la misión, pero todo dio un giro de 180 grados cuando Josuke decidió intervenir.

Diávolo no podía vernos si no interferíamos en los hechos, pero en un tonto impulso producto de su enorme corazón y su deseo por salvar a su pariente, no le importó su propia seguridad, delatándonos a todos ante el enemigo.

Giorno Giovana tenía un sueño, pero Josuke Higashikata tenía ideales y convicción inquebrantables, él ya había pasado por esto, perdió a su abuelo y a varios de sus amigos por luchar contra un maldito desquiciado, no podía permitir que aquello le ocurriera a Giorno que con verlo, supo que no era el hijo de aquella maldad abominable que tanto mencionaba su sobrino, si no que era el hijo de su antepasado quien en su último ápice de vida, llenó de gracia y virtudes a aquel hijo suyo.

Ver a Josuke correr hacía el peligro fue un momento sumamente desagradable...

╚»★«╝╚»★«╝

«Muy bien, si me quedo aquí atrás podre curarlos a todos sin que ese tipo me vea. Solo espero el momento adecuado, ¡agh! espero que Jotaro San no vaya a matarme por esto» pensó Josuke mientras observa a todas las direcciones, al otro lado del coliseo, Diávolo se enfrentaba a los demás con una agresividad inconmensurable, era obvio que buscaba a Polnaref y a la flecha.

— ¡¿Dónde estás maldito inválido?! —entonó con rabia porque estaba fuera de su alcance.

Cuando Josuke vio a Giorno se sintió identificado, era solo un niño de quince años pasando por todo esto, justo como él un par de años atrás.

— ¡Yo Giorno!, ¡Tssssss! por aquí —le hacía señas para llamar su atención, mientras estaba escondido tras un pilar.

Giorno lo volteó a ver extrañado poniéndose a la defensiva.

— ¿Quién diablos eres tú?, ¿Cómo sabes mi nombre maldito?

—Soy familia, puedo ayudarte, ven, yo puedo curar tus heridas.

—Eso no es necesario, ¡Vete de aquí!, ¿acaso eres estúpido? ¿No ves que estamos en una situación peligrosa?

—Lo sé, mi Stand puede curarte a ti y a tus amigos, además ese hombre no sabe que estoy aquí.

Cuando Josuke manifestó a Crazy Diamond, el rubio se puso alerta y dispuesto a atacar, no podía perder el tiempo mientras sus amigos estaban conteniendo a Diavolo.

— ¡Oye, oye, oye!, tranquilo, tenemos a Polnaref San, está a salvo, él y la flecha.

— ¿Tienes la flecha? —captando la agitada atención del rubio — ¡Es la clave para derrotar al Stand del jefe!