Extra 1

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El día llegó...

20 de diciembre del 2019.

Minho se encontraba sentado en la primera fila al lado de su amiga, Ryujin, ella aún no podía bailar debido a su lesión, sería permanente y la escuela solía cuidarla ya que era una buena profesora, así que no tenía que preocuparse si le llegaban a exigir demasiado.

La presentación de su grupo fue impecable, lograron entender los problemas que habían poseído y claro que Minho estaba orgulloso, nada más que ver a su grupo tener una presentación digna de admirar, le hacia recordar el porque volvió a bailar.

Jisung subió al escenario entre aplausos y gritos de ánimo, era notable que poseía una gran reputación en la ciudad, eso alegraba inmensamente a Minho, aunque estuviera seguro del éxito de su novio, era suficiente.

El menor se sentó en la silla que le habían puesto en medio del escenario, lleno de las decoraciones navideñas, sonrió al público y lo buscó, lo buscó entre hombre, mujeres, niños, niñas, adolescentes, entre todos hasta que lo encontró, a ese chico del que se enamoró por las letras, del que sintió tanto amor y cariño desde el primer momento, porque sintió una conexión desde el primer momento.

Sonrió ampliamente, colocó ambas manos sobre las cuerdas de su guitarra, las raspo ligeramente, las miro con cariño y colocó sus dedos en posición sobre el mástil, comenzando a tocar una animada melodía, llamando la atención de los presentes, pero a Jisung solo le importaba una, la de Minho.

Poco a poco, se acercó la letra, abrió su boca, listo para cantar, y sin apartar la vista, la letra salía junto a su voz, su melodiosa, ligera, afinada voz, sintiendo cada letra como la primera vez que la canto a Minho, como esa tarde llena de primeras emociones, en las que amo cada segundo, disfrutó todo como si lo hubiera esperado por siglos.

Cantó para Minho, solo para él, se olvido del público y su vista jamás se despegó de Minho, solo podía verlo a él, quería verlo a él, soñaba con solo estar con él, sin importar lo que sacrificará, sentía que cualquier cosa valdría la pena para estar con ese chico del cual estaba enamorado, sentía que dar su vida no sería suficiente para expresarlo todo.

Poco a poco, la parte final llegaba, y eso significaba dejar todo con Minho, sabía que se iría pronto, que volverían a estar lejos, y aunque sus ojos soltaban lágrimas, su voz no se corto, porque quería que el primer recuerdo juntos, estuviera lleno de alegría, determinación, quería mostrar su nueva versión, una que solo Minho, había logrado sacar, una que le pertenecía a Minho.

My universe...

Los aplausos eran constantes, rodeaban al menor y él solo veía a Minho, por más que lo deseara, no podía dejar de verlo, quería tenerlo a su lado, quería volver a decirle que esa canción era suya, que la había escrito para él y que sería la primera de un millón, del billón que estaba dispuesto a hacerle, que sin importar el tiempo o distancia, lo sacrificaría todo si lo hacían juntos.

Solo si eran ellos dos.

Minho se levantó de su asiento, salió del lugar y Jisung lo hizo igual luego de despedirse con rapidez, nadie lo notó, nadie vio nada raro, pues el turno había culminado y los demás entraron, gracias a Minho, se decía el menor.

Bajo del escenario, llevo a Minsung consigo y con sumo cuidado, llegó a los vestidores donde no había nadie más que Minho, sonriéndole, sonriendo tan ampliamente que sus ojos se cerraban.

—No te preocupes, Sunggie —contuvo las lágrimas—, vamos a estar juntos, unidos en un futuro no muy lejano, nos vimos hoy, nos veremos mañana y así será...

Jisung dejó a Minsung sobre una silla y corrió hasta el mayor, abrazándolo como si su vida dependiera de eso, sintiendo que el tiempo le seguía, que el tiempo se le acaba, sentía dolor en su espalda, un dolor que solo sentía cuando extrañaba a Minho, uno que siempre ha querido ignorar.

E-line ﻌ [Minsung] ☑︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora