¿Cómo lo explico?
Hyunjin entendía que las cosas no se podían repetir y muchas veces, arreglar.
Jeongin y él se veían de vez en cuando, su relación mejoraba, volvían a ser amigos cercanos, pero solo eso, no parecía que pudieran ser algo más, y eso lo estaba lastimando.
Tenía que aceptar que merecía eso, no podía compararse a lo que le había hecho a Jeongin por seis largos años, pero eso no significaba que se sintiera desanimado al respecto.
Salió de su clase sin saber exactamente que pasó.
Camino dando vueltas en la Universidad, sin saber que hacer, sin saber cómo resolver aquello que sentía, se había enamorado de alguien muy tarde, quizá sí hubiera amado a Jeongin desde un principio, las cosas no serían tan complicadas, aún debía conseguir el perdón de Jeongin.
Tenía miedo de confesarlo, no quería arruinar lo que recién recuperaban, no quería verlo como un extraño, quería que fuera su amigo, por la eternidad, tenerlo cerca, pero decir que era su amigo, podría llegar a ser mentira, porque hacia tiempo que veía a ese niño de linda sonrisa como el chico que le gustaba, al que amaba.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una escena, Jeongin recibiendo un regalo de otro hombre con esa sonrisa que tanto amaba ver, acaso ¿ya no lo quería?
Ese chico no dejaba de sonreírle y reír, al igual que Jeongin, que no despegaba una amigable mirada de ese chico poco más alto que él.
Se acercó sin pensar dos veces, y una vez junto a él, lo tomó del brazo y se lo llevó de ahí.
—¿Hyunjin? —el menor estaba confundido—, te veo luego, Tae.
El otro se quedó confundido, con el regalo en sus manos y sin explicación de lo que sucedía.
Hyunjin no soltaba al menor aunque se lo pidiera. Estaba molesto, celoso, si debía ser así, podían no ser nada, podía estar sin su perdón, pero sus sentimientos no se borran.
—Hyunjin, ¿qué pasa? —el menor trataba de soltarse, pero era inútil—, dime algo, por favor.
El mayor se detuvo repentinamente frente a los vacíos salones de esa tarde, no supo como llegó a ese lugar.
—No quería verte con alguien más —lo soltó y avanzó solo unos pasos—, lo lamento, ¿sí? Sabes que no soy bueno expresando las cosas, no sé por qué reaccioné así, solo...
—¿Estabas celoso? —Jeongin sonreía divertido.
—Si —aceptó con facilidad—, diré todo con sinceridad, todo para tener tu perdón.
—No lo he dicho, ¿cierto?
Hyunjin volteo sorprendido, viendo al menor con esa sonrisa que tanto amaba.
—Bueno —seguía hablando—, no estoy seguro, aún —bajo la mirada—, haz hecho mucho por mí desde que volví a Seúl, además... Ya no me siento triste cuando te veo.
—¿Eso qué significa?
—No lo sé, te estoy diciendo —avanzó tres pasos, quedando muy cerca del mayor—, pero no te preocupes por Tae, es solo un amigo y me pidió consejos para confesarse a Beomgyu —rió—, ¿qué pensaste?
Hyunjin pensó en mentir, pero fue interrumpido.
—Dirás todo con sinceridad, ¿recuerdas?
El mayor sonrió —, ya tienes una idea y, ¿aún así quieres que te lo diga?
—Sí, quiero oírlo de tí.
—¿Y si lo expreso de otra forma?
Jeongin se sorprendió por la propuesta, miró la seriedad en su mirada.
Hyunjin se armó de valor, tomó la cintura del menor y lo acercó sin dejar de ver sus ojos, le sonrió.
—Quiero ser el único que vea esa sonrisa tuya y quien escuche tus risas —acercaba su rostro poco a poco.
—¿Por qué? —el menor sentía el arder de sus mejillas, el rápido latido de su corazón y la necesidad de acercarse.
—Prometes que esto no nos alejará —decía sobre sus labios.
—Lo prometo —contestó sintiendo el calor de la respiración contraria, colocando sus manos sobre el pecho del mayor.
—Te amo, Jeongin —cerró los ojos—, me gustas mucho, desde hace tiempo, y quiero ser más que tú amigo.
—Tú nunca dejaste de gustarme —Jeongin, de igual forma, cerró sus ojos—, incluso ahora, siento algo más grande que antes...
Hyunjin eliminó el espacio entre ambos, sintiendo los suaves y delicados labios del menor tocar los suyos, sintiéndose como en aquel primer beso, en que todo era nuevo e inexperto, en el que disfrutaba de la sensación en su estómago, las alas de las mariposas moverse por todo su ser, sintiendo que Jeongin era solo para él. Sintiendo que el mundo entero se detenía, sintiendo que solo existían ellos dos, únicamente ellos.
Al separarse, Jeongin abrazo al mayor con fuerza, soltando una risita y sonriendo con intensidad, cerrando sus ojos. Hyunjin correspondió el abrazo y sonrió, sintiéndose único, ya que el chico más lindo del mundo, le estaba abrazando.
—Estoy listo, Hyunjin —se separó sin soltarse del abrazo—, estuve esperando esto, para decirte que estoy listo.
—¿Hablas en serio? —se veía entusiasmado.
—Sí, Hyunjin —soltó otra risa—, lamento haberte hecho esperar tanto, pero intentemos algo, Jinnie.
—Valió la espera, Innie —acomodo los mechones que caían sobre ese rostro tan lindo que sonreía tanto que parecía tener sus ojos cerrados—, esta vez, haré las cosas bien.
—Lo haremos juntos.
Hyunjin sonrió, no podía dejar de hacerlo, mirarlo con cariño, con amor, como si de un valioso tesoro se tratará, como si mirarlo fuera lo único que debía hacer.
Jeongin estaba feliz, no sabía como confesar eso, como volverse a confesar, lo había pensado, y ya no era por miedo a que se repitiera el pasado, si no, era porque quería que fuera perfecto, perfecto para ambos.
ෆ
Y con esto, E-line, llega a su fin
Sinceramente esperaba que la historia del Hyunin quedará muy abierta, pero luego de pensar y pensar, logre darles ya un final, no supe masomenos cuanto tiempo hacer que pasará, pero aseguró que fueron como dos o tres años de espera entre el último capítulo y este extra.
Espero hayan disfrutado de esta historia
Gracias, en serio muchas gracias a todas las personas que se animaron a conocer esta historia de principio a fin
Gracias, y ¡los leo en otra historia!
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E-line ﻌ [Minsung] ☑︎
FanfictionLee Minho estaba aburrido, era su último día de clases antes de empezar la vacaciones de verano, fue que decidió descargar un juego, la portada había llamado su atención y solo empezó la descarga. No era un videojuego, era una red social, pero decid...