capítulo uno
Harry - presente
Creía que nosotros elegíamos nuestro nivel de madurez. Algunos
bastardos afortunados tuvieron suerte y pudieron hacer lo que
quisieron. Tenían la familia y, Dios no lo quiera, hijos. Luego estábamos
los demás. Hicimos una vida trabajando y ganando dinero hasta el final. Algunos de
nosotros disfrutábamos de lo que hacíamos, carajo, sí. Los menos mortales se
atascaban en una carrera que odiaban -como hacer comida para complacer a la
gente- sólo para poder pagar la mierda que creían necesitar. Algunas personas
encarnaban varios de estos tipos. Suponía que si una persona marcaba más de un sí -
diciendo sí a las trampas de la familia, los niños y el perro- se sentían miserables. Veía
el cansancio que arrastraban sus rostros mientras perseguían a los niños por una
tienda. Era innegable. Nadie podía hacerme creer lo contrario.
¿A mí? Me gustaba la soledad, amaba mi trabajo y nunca me cansaba de mi
rutina. Personalmente, no sabía cocinar una mierda y no quería aprender. ¿Por qué
perder una hora cocinando cuando podía usar ese tiempo dibujando o sacando un
diseño gráfico antes de que lo tuviera que hacer? El hecho era que tenía todo lo que
tenía porque sólo me daba prioridad a mí mismo y a mis deseos. Bueno, además de
mi madre, pero esa era la única persona. Supongo que Hank también podría contar.
Había sido como un padre para mí toda mi vida y trataba a mi madre con el respeto
que se merecía. Pero eso era todo. Bueno... tal vez los chicos de mis dos tiendas
hicieron que los últimos años fueran un poco mejor que el aislamiento total, pero eso
era todo. De verdad.
Tengo dos salones de tatuaje, uno de los cuales abrí hace apenas seis meses.
Mi madre es la razón de la nueva tienda, Devil's Lair. Me rogaba cada día que volviera
a mi pueblo natal -Sassafras, Alabama- para poder verme más. Me llevó un par de
años buscar el lugar y el edificio perfectos, pero lo hice realidad gracias a mis
prioridades. Mi madre fue la principal. Otros cambios incluyeron la compra de una
casa. Sin embargo, seguía quejándose, diciendo que tardaba demasiado en
conseguirla.
Sin embargo, yo estaba allí. Pero mamá no podía entender la cantidad de
trabajo que hacía entre la pintura y los diseños gráficos. Ni siquiera tenía en cuenta a
todos mis clientes de Devil's Poke en Jeffrey -no era muy creativo a la hora de nombrar
mis negocios-, además de gestionar las tiendas. No había tiempo suficiente para
hacerlo todo.
Pero aun así, estaba allí para ella.
Suspiré largo y profundo mientras estacionaba mi camioneta en una tienda de
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HES Novelas
Novela JuvenilHistorias adaptadas todos los derechos reservados a los autores originales.