A través de la máscara | Adaptación Minsung

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- No me gusta mucho esta película porque al final el hombre deja a la chica y se queda con su esposa. A mí me hubiera gustado que se quedara con la otra chica.

- Pero el la engañó, tenía una vida con su esposa y aparte la tenía a ella.

- Aun así, pudieron haber luchado. Eso solo significó que el hombre no la amó de verdad.

- ¿Tú qué harías en su caso?

Mi cabeza permanecía en su estómago, Honie jugaba con mi cabello enredando mis rulos en sus dedos como un niño pequeño.

- ¿Qué clase de pregunta es esa? - alzó sus hombros sin darme respuesta alguna – Sinceramente no quiero ni pensarlo, pero sé que nunca pasará. Confío plenamente en ti y en el – con mi mano señalé su corazón.

Él me miró fascinado.

- Quiero que sepas que cuando te digo que te quiero es porque realmente lo siento así. Tú has logrado engancharme a ti, pintaste mi mundo gris a uno de colores, tocaste algo dentro de mí que ahora solo me hace funcionar con tu tacto. Me hiciste quererte hasta morir. Te desee y te deseo a un grado que ni yo mismo puedo medir. Y ahora solo deseo estar a tu lado, quiero vivir mi vida contigo. Me has enseñado a demostrarte esta parte mimosa que no sabía que tenía. Me nace hacerte feliz y créeme cuando te digo que nunca quiero ni querré hacerte daño.

- ¿Por qué me dices todo esto?

- Solo quiero recordártelo.

- Pues yo también quiero vivir mi vida a tu lado, hacerte feliz y quererte con todas mis fuerzas. También quiero que escuches de mi boca que nada ni nadie romperá esto que tú y yo tenemos. No lo permitiré y tampoco permitiré verte sufrir.

- Solo abrázame, Jisung. Vuélveme a recordar que no estoy solo, que te tengo a ti.

Quité mi cabeza de su estómago mirándolo confundido. Me coloqué a horcadas sobre su cuerpo y le di un ligero beso en sus labios.

- Nunca estarás solo, me tienes, Honie. Siempre me tendrás.

Nos fundimos en un abrazo lleno de amor.

Si a Minho le hizo falta el amor de sus padres yo me encargaría de darle todo el mío.

Todo el día pasó muy rápido.

Hablamos sobre nosotros.

Le conté algunas cosas que hacía de pequeño.

Le conté como empezó mi amor por el baile.

Reímos.

Nos besamos.

Y nos abrazamos hasta quedarnos dormidos.

Minho.

El sonido de un celular me hizo abrir mis ojos.

El cuerpo de Jisung permanecía encima del mío, la televisión seguía encendida. Al parecer nos habíamos quedado dormidos.

Miré hacia los lados para encontrar el sonido hasta que di con el celular de Jisung que estaba en mi mesa de noche al lado de mi cama.

- Ji – sacudí un poco su cuerpo, despertándolo - Despierta.

- Uhm.

- Tu celular está sonando.

Alzó su mano.

- Pásamelo por favor, no quiero despegarme de ti - tomé su celular, fruncí mi ceño al ver quien era, pero aun así contesté y se lo pasé – ¿Bueno? – contestó - ¿Qué te pasa? No hables tan rápido, no, no sé que horas son – se levantó de golpe - ¿Qué? Dios, lo siento muchísimo, me quedé dormido – me miró asustado – Yo no puedo hacer eso, simplemente no puedo, ayúdame por favor – se sentó en mi cama. Imité su acción mirándolo atentamente – Esto no puede ser posible – talló con su mano libre su rostro – De acuerdo, voy para allá.